El juego de Stephen Curry resulta un fenómeno en sí mismo. Se trata de una fuerza impredecible con y sin la bola en sus manos. Alguien capaz de condicionar la defensa rival con el simple hecho de pisar el parqué así como de romper en mil pedazos hojas y hojas de scouting. Frenarle cuando tiene el día es como llevar un paraguas en medio de un huracán: el objeto es el correcto, pero el momento no tanto.
Los Sacramento Kings se encuentran en una situación única y, quizás, irrepetible. Por primera vez en más de 15 años se han clasificado para Playoffs con la mala fortuna de que, en frente, tienen a Golden State Warriors. O lo que es lo mismo, a Steph. Si logran pasar de Primera Ronda podrían aspirar incluso a llegar a Finales de Conferencia, pero el vigente MVP de la última definición por el título no se lo pondrá tan fácil.
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Durante el Partido 1, Curry dejó buenos números: 30 puntos, 42,9% en triples, 83,3% de dos y un +11 con él en cancha. Sin embargo, los Warriors perdieron. La historia juega en contra de Golden State y pero contar con alguien del calibre de Steph deja siempre hueco a la esperanza.
A pesar de sus estadísticas, la actuación de Stephen Curry estuvo lejos de ser ideal, o al menos de vivir un partido cómodo. Y lo fue gracias al plan defensivo urdido por un ex-entrenador suyo, Mike Brown, ahora líder desde la banda en Sacramento Kings.
Brown siempre un especialista atrás, responsable de los vanguardistas cambios que vivieron los Warriors recientemente y que en estos Playoffs aspira a trasladar a la capital californiana para destronar a los vigentes campeones.
Aquí comienza "La Posesión" es una sección en la cual el Staff de The Sporting News NBA analiza una acción en particular de un determinado partido de los Playoffs, revelando detrás de ella un significado mucho más grande del que parece.
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El plan de los Sacramento Kings para frenar a Stephen Curry
Para empezar, ¿qué es lo que plantean los Kings en esta jugada en concreto?
A este tipo de defensa se le conoce como triángulo y dos, una estrategia que mezcla el marcaje individual con el zona. Es decir, mientras dos defensores están cara a cara contra los, presumiblemente, mejores atacantes rivales, los otros tres cubren el resto del espacio en una disposición zonal, normalmente triangular. Hay muchas y muy variadas maneras de llevar esto a cabo, especialmente en el contexto NBA por las reglas y estilo que se prodiga y la de Sacramento fue bastante clásica.
En el caso concreto de esta acción se puede apreciar perfectamente la formación defensiva de los Kings, centrada en contener a Curry en primer lugar y a Jordan Poole en segunda instancia:
Transcurrida toda la acción el balance para los Warriors son dos triples liberados de Andrew Wiggins y Jonathan Kuminga, por lo que uno puede pensar que esta defensa no es lo ideal en un encuentro de Playoffs, ¿no?
Error.
En la más alta élite como es la NBA se asumió hace mucho tiempo que es preferible conceder lanzamientos de alto porcentaje a jugadores no especialmente brillantes ahí que tratar de defender todo. Como una suerte de política de coste-beneficio la prioridad reside en contener los daños que la estrella rival pueda crear al mismo tiempo que se le plantea el escenario más incómodo posible.
Para figuras como Curry una defensa mixta es un reto complicado de superar pues prácticamente todo el equipo rival se centra en minimizarle. Ahí es donde entra en juego su inteligencia y experiencia, buscando siempre asociarse con otros compañeros sin balón para forzar la grieta en el oponente.
Estrategias como estas obligan a salir de su zona de confort no solo a Steph, sino al resto de los Warriors. Simultáneamente se dan tres partidos en una sola jugada: el cara a cara individual por partida doble, el 3x3 restante en zona y el 5x5 desde un plano general.
De este modo se explica cómo Sacramento pudo sacar una importantísima victoria desde la defensa a pesar de su limitado potencial ahí:
Pese a todo, plantear un triángulo y dos como hicieron los Kings tiene sus riesgos ya que no puede realizarse durante todo el encuentro ni en todo tipo de situaciones. Además, el resto de integrantes de Golden State pueden disponer de lanzamientos cómodos o liberados:
Entonces, ¿por qué Mike Brown mantuvo tanto tiempo en la segunda parte la defensa? Porque funcionó. Sí, Stephen Curry metió 7 de sus 10 tiros de campo para un total de 20 puntos, pero el resto de los Warriors se quedó en un 41,9% de campo, incluyendo un terrible 3 de 21 al triple (14,2%).
Ahí reside la fuerza y la relevancia de una estrategia como esta, la cual permite situaciones que en otro contexto serían evitables, pero a mayor volumen más opciones de que tenga éxito.
Mike Brown conoce como muy pocos al rival que tiene delante. Sabe cómo se comportan, cómo reaccionan ante cualquier situación y aquello que más daño puede hacerles. Sin ir más lejos, Nick Nurse y su cuerpo técnico llevaron a los Raptors al anillo en 2019 precisamente con esta defensa, la cual asfixió al mermado ataque de los Warriors mientras Curry alcanzaba la perfección.
Los ajustes resultan fundamentales en Playoffs y Steve Kerr siempre se ha caracterizado por ser uno de los más brillantes a la hora de realizar cambios en el transcurso de una eliminatoria. Después de desaprovechar una ventaja de 10 puntos al tercer cuarto la pelota está en el tejado de los Warriors. ¿Se mantendrá este arriesgado plan de los Kings o Curry les forzará a modificar su guion?
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.
