Cuando se intenta proyectar el futuro de los mejores talentos de un Draft, normalmente se apunta a una situación media: ni el mejor escenario posible, ni el peor. Es lo más lógico, claro. Sin embargo, también resulta interesante tocar esos extremos por un momento.
¿Cuál es el mejor caso posible para cada uno de los proyectos top del Draft NBA 2023? ¿Y el peor?
A continuación, nos adentramos en esas proyecciones extremas, buscando el techo y el piso de cada uno de estos grandes talentos. Con una aclaración previa: en el piso, no contamos posibles lesiones. Por supuesto que el peor escenario posible para cualquiera de estos jugadores está vinculado a los problemas físicos, pero para este ejercicio, dejamos ese factor de lado, suponiendo buena salud para todos ellos.
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Victor Wembanyama
Techo: Se transforma en un jugador generacional, que domina la liga por más de una década. Quizá no al nivel irrepetible de Jordan o LeBron, pero sí en la escala de los Kobe, Duncan, Curry o Durant. Ese es el mejor caso para un interior con características absolutamente singulares y un talento fuera de serie en ambos costados.
Piso: Siempre aclarando que no tenemos en cuenta el tema lesiones, incluso el piso de Wembanyama es alto, porque si no desarrolla el tiro como se espera y sufre con el juego físico de los interiores NBA, aún así debería poder ser un jugador de impacto como taponador, anotador en transición y definidor. El peor caso posible del francés sigue siendo el de un interior titular y de buen nivel.
Brandon Miller
Techo: Se transforma en una superestrella al nivel de Jayson Tatum, como un alero capaz de ser la primera opción ofensiva de un equipo, promediando entre 25 y 30 puntos por partido, además de estar por arriba de la media en el costado defensivo.
Piso: La falta de potencia cerca del aro lo transforma en un jugador demasiado dependiente del tiro exterior e incapaz de conseguir tiros cómodos. Termina siendo una buena pieza ofensiva, pero sin los mejores porcentajes e incapaz de hacer mejores a sus compañeros como pasador.
Scoot Henderson
Techo: Se transforma en una superestrella, al nivel de los bases más explosivos de estos años: Derrick Rose, el mejor Russell Westbrook, Ja Morant, siendo inclusive mejor pasador que esos tres nombres mencionados. El mejor caso posible de Scoot es el de un jugador que ronda los 30 puntos y 10 asistencias.
Piso: Nunca desarrolla el tiro exterior y sufre en defensa. Se vuelve un jugador demasiado dependiente de los puntos en la pintura, pero al no tener gran estatura, termina como un anotador de bajos porcentajes: 40% de campo, 30% en triples.
Amen Thompson
Techo: Se transforma en una superestrella, que no necesita superar los 20 puntos por partido para tener un impacto enorme como defensor, creador (puntos y asistencias) en transición y como pasador. Uno de esos jugadores con los que todos quieren jugar, porque hace mejores a sus compañeros, sin requerir demasiados tiros.
Piso: La total falta de tiro exterior -o incluso a media distancia- le impide ser un jugador determinante. Las defensas le dan espacio en el perímetro y cierran sus líneas de penetración hasta el aro. Termina siendo peligroso en transición, pero improductivo en los ataques fijos, como una versión más baja de Ben Simmons.
Ausar Thompson
Techo: Se consolida como uno de los mejores defensores perimetrales de la liga, perfecciona el tiro y se transforma en una estrella two-way. No al estilo de un Kawhi Leonard, pero sí de un Jimmy Butler o un Jaylen Brown con mucha mejor capacidad de pase.
Piso: Buen defensor y anotador/pasador en transición, pero poco más. En los ataques fijos no encuentra su rol: el tiro no aparece y su irregular manejo no le permite crear sus propios puntos con consistencia, además de faltarle toque para definir entre los interiores.
Bilal Coulibaly
Techo: Termina siendo el gran robo del Draft. Consolida el tiro de tres puntos a pie firme, mejora su manejo y se transforma en un escolta dominante en defensa, imparable en transición y que también tiene talento para anotar en los ataques fijos. Encuentra un rol similar al que actualmente tiene Mikal Bridges en la liga.
Piso: Nunca encuentra su lugar en ataque. Hace jugadas de impacto en defensa y en transición, pero es un cero a la izquierda con el balón en las manos. El tiro de tres puntos no pasa del 30% de acierto y pierde minutos rápidamente por su ineficiencia ofensiva.
Cam Whitmore
Techo: Mejora su tiro exterior y disparo en movimiento, transformándose en una pesadilla para las defensas rivales, por su habilidad para explotar contra el aro a pura potencia y capacidad atlética. No es una superestrella, pero sí una muy buena segunda o tercera opción para un equipo con aspiraciones.
Piso: La falta de tiro exterior y pase lo transforma en un alero improductivo, incapaz de encontrar su rol en ataque, fuera de los puntos en transición y de algunas definiciones fuertes contra el aro. Suma pero como jugador complementario, que necesita estar muy bien rodeado para explotar sus virtudes.
Jarace Walker
Techo: Se transforma en uno de los mejores defensores de la NBA y alguien capaz de sumar en ataque como tirador, pasador y anotador en transición. No es una superestrella, pero sí un All-Star que juega un baloncesto ganador.
Piso: Buen defensor, pero no encuentra su lugar en ataque. Los porcentajes en triples bajan y no tiene otra virtud para conseguir puntos de manera regular. Se vuelve un jugador de rol, que ni siquiera tiene la titularidad garantizada en sus equipos.
Anthony Black
Techo: Se vuelve una máquina de triple-dobles y uno de los bases más versátiles de la liga, con muy buen impacto defensivo y como pasador. No anota al nivel de las estrellas, pero mejora a sus compañeros y a sus equipos.
Piso: La falta de tiro y anotación le quitan protagonismo con el balón y termina teniendo problemas para encontrar su rol en los ataques fijos. Sin una función clara en ofensiva, no puede consolidarse como titular.
Cason Wallace
Techo: Se vuelve un base de enorme impacto defensivo, con buena capacidad pasadora y sólido aporte anotador. Se suma al grupo de Jrue Holiday y Marcus Smart, como esos guardias sin tanto caudal de puntos, pero que se transforman en figuras por todo lo que ponen sobre la mesa en diferentes rubros.
Piso: Buen defensor, pero no logra transformarse en un as en ese costado por un tema de altura. El tiro de tres no aparece y su rol termina siendo el de un suplente, capaz de dar 15 o 20 minutos de calidad en defensa, sin cometer grandes errores en ataque. Acaba siendo más Melton que Holiday o Smart.
Kobe Bufkin
Virtudes: Se consolida como un base muy completo y rendidor en todos los rubros, que aunque no brilla, es sólido en todas las facetas, al estilo del mejor Mike Conley. Su habilidad para llegar hasta el aro y definir en la pintura se vuelve su carta de presentación, como alguien capaz de promediar 20 puntos por partido.
Piso: La falta de una gran especialidad, sumado a su físico basante liviano, impiden que pueda consolidarse como titular. En su lugar, termina siendo un base suplente, alejado de las grandes luces de la liga.
Taylor Hendricks
Techo: Se transforma en un cuatro de muy buen impacto defensivo y como tirador, capaz de meterse en la discusión por el All-Star en sus mejores años, al estilo Jerami Grant o una versión superadora de John Collins.
Piso: Fuera del tiro a pie firme, no termina encontrando un área para tener un gran impacto. Es versátil en defensa, pero no al nivel de los mejores marcadores interiores de la liga, por un tema físico. Se vuelve un jugador de rol, especializado más que nada en los triples.
Dereck Lively
Techo: Se transforma en un candidato constante al Defensivo del Año, liderando la liga en tapones durante varias temporadas. Mejora su tiro exterior y no solo suma como definidor, sino que también logra anotar algunos disparos a pie firme y ayuda a la fluidez de los ataques con su buena capacidad de pase. Una versión superadora de Myles Turner.
Piso: Lo único que termina sobresaliendo de su producción son los tapones... pero en las estadísticas cada 36 minutos, ya que pierde protagonismo, al ofrecer poco y nada en ataque. Jamás logra mejorar el tiro y fuera de situaciones de definición muy sencilla, es incapaz de aportar en el campo contrario.
Gradey Dick
Techo: El complemento perfecto para cualquier equipo con aspiraciones. Se posiciona entre los mejores tiradores de la liga, es competitivo en defensa y confiable con el balón. No es una estrella, pero sí un jugador que termina de darle una buena forma a los quintetos que ya tengan otras figuras.
Piso: Termina siendo un buen tirador, pero lejos de la élite de la competencia. Sufre en defensa y su carrera lo ve más como un especialista desde la segunda unidad, que como una pieza estructural de sus equipos.