El momento en el que una estrella pide el traspaso en la NBA su valor se desploma automáticamente. No es que el jugador deje de ser bueno, sino que esa situación hace que las opciones de que la franquicia reciba un retorno de igual cotización que la de su figura son muy reducidas. Por muchas rondas de Draft que se reciban, por mucho que nombres que la otra parte de la negociación ofrezca, nunca se consigue en un único movimiento un paquete que iguale el impacto de la estrella.
Es preciso que se produzcan varias operaciones para poder afirmar que el traspaso de un gran nombre ha funcionado para esa franquicia. Muchos no se recuperan del adiós de un gran nombre, ejemplo de ello fueron los Cleveland Cavaliers entre 2010 y 2014, Minnesota Timberwolves tras la salida de Kevin Garnett en 2008 u Orlando Magic con Dwight Howard a partir de 2012.
Hay otras organizaciones que, lejos de quedarse estáticos a la espera que únicamente a través de sus propias elecciones de Draft consigan remontar, van en busca de reforzar constantemente el equipo y edifican un proyecto nuevo. Esto es precisamente lo que los Houston Rockets hicieron a partir del traspaso de James Harden en enero de 2021.
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En poco más de un año el nuevo General Manager, Rafael Stone, ha conseguido poner al equipo texano en una posición de salida inmejorable para dar comienzo a su particular proyecto. No es solo que haya aprovechado el pésimo rendimiento deportivo en estas dos últimas campañas a través del Draft, sino que ha logrado realizar varios traspasos muy acertados que han acelerado considerablemente los plazos que estaban previstos.
La salida de Daryl Morey de las oficinas le puso a Stone en una situación inmejorable y con la oportunidad de su carrera. Firmó a Stephen Silas como su nuevo entrenador y empezó a realizar movimientos interesantes para renovar el roster como la llegada de Christian Wood o el adiós de Robert Covington que se tradujo en una ronda de Draft que más tarde se tradujo en Usman Garuba.
No obstante, el verdadero inicio de todo fue el traspaso de James Harden que se materializó de la siguiente manera:
Houston recibió | Cleveland recibió | Indiana recibió | Brooklyn recibió |
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Derecho de intercambio de la 1ª Ronda de 2021 de Nets | Jarrett Allen | Caris LeVert | 2ª Ronda de 2024 de Cavs |
1ª Ronda de 2022 sin proteger de Nets | Taurean Prince | 2ª Ronda de 2023 de Rockets | |
1ª Ronda de 2022 de Cavs | |||
Derecho de intercambio de la 1ª Ronda de 2023 de Nets | |||
1ª Ronda de 2024 sin proteger de Nets | |||
Derecho de intercambio de la 1ª Ronda de 2025 de Nets | |||
1ª Ronda de 2026 sin proteger de Nets | |||
Derecho de intercambio de la 1ª Ronda de 2027 de Nets | |||
Dante Exum | |||
Rodion Kurucs | |||
Victor Oladipo |
Los movimientos más importantes de Houston Rockets desde el adiós de James Harden
- Traspaso: una Segunda Ronda de 2024 (vía Warriors) a Cleveland Cavaliers por Kevin Porter Jr.
- Traspaso: Rodion Kurucs, PJ Tucker, una Segunda Ronda de 2021 (Isaiah Todd) y una Primera Ronda de 2022 (MarJon Beauchamp) por DJ Augustin, DJ Wilson, una Primera Ronda de 2021 (Josh Christopher) y una Primera Ronda de 2023.
- Traspaso: Victor Oladipo a Miami Heat por Avery Bradley, Kelly Olynyk y derecho de intercambio en 2022 (no convertido).
- Draft 2021: Jalen Green (#2); Alperen Sengun (vía traspaso a cambio de dos primeras de 2022 y 2023); Usman Garuba (#23); Josh Christopher (#24).
- Traspaso: sign&trade por Daniel Theis al que cambian en febrero de 2022 por Bruno Fernando, Enes Freedom y Dennis Schroder.
- Fichaje: contrato dual a Garrison Matthews.
- Traspaso: Christian Wood a los Mavs por Sterling Brown, Trey Burke, Marquesse Chriss, Boban Marjanovic y Wendell Moore.
- Draft 2022: Jabari Smith (#3), Tari Eason (#17), TyTy Washington (#29)
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Un proyecto de futuro
La clave del traspaso de James Harden para los Nets es que todo ese botín de rondas de Draft quedase anulado si el Big Three funcionaba como se esperaba. El problema es que La Barba ya no está en Brooklyn, Kyrie Irving amenaza con irse y la situación de Kevin Durant prende de un hilo. De este modo, la potencial reconstrucción que tendría que hacer el equipo neoyorquino estaría en manos de Houston Rockets.
La importancia de contar con tantas rondas no es el hecho de poder elegir muchos jugadores jóvenes, sino la estima que tienen estos activos para el resto de la NBA, especialmente aquellos que son más lejanos. Los texanos podrían sacar muchísimo partido de esas dos elecciones de 2024 y 2026 de los Nets para añadirlas a un traspaso por un nombre importante que cambie la cara y dirección del equipo.
Rafael Stone entendió cuando movió a Harden que la llave estaba no en recibir un número de jugadores concreto que pudiera impactar desde el minuto uno, sino un botín en forma de activos. En la NBA se penaliza enormemente el quedar en la zona intermedia de la tabla y eso es lo que los Rockets quisieron evitar desde el principio. Era preferible reformular completamente el equipo y comenzar de 0 que mantenerlo con apenas unos cambios.
Así, en poco menos de un año y cinco meses los texanos han conseguido armar un proyecto con un potencial tremendo. En el puesto de base cuentan con Jalen Green, un guard moderno y eléctrico por pulir, junto a este un Kevin Porter Jr que es un diamante en bruto, además de Alperen Sengun, uno de los mejores interiores europeos surgidos del Viejo continente en los últimos años. Pero el verdadero potenciador del proyecto ha de ser Jabari Smith, un cuatro moderno cuyo techo está por descubrir. A estos nombres se añaden elecciones capaces de mejorar y aportar en otras facetas como Usman Garuba, Jae'Sean Tate o Josh Christopher.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.