Con 35 puntos de Jamal Murray y un triple-doble de Nikola Jokic, los Denver Nuggets amargaron el debut de Doc Rivers como entrenador de Milwaukee Bucks, imponiéndose en el Ball Arena por 113 a 107, en el duelo destacado con el que se abrió una nueva semana NBA.
Y si bien el resultado en sí mismo no es preocupante para Milwaukee, sí lo fue el contexto del duelo, que volvió a exponer un defecto que los Bucks tarde o temprano deberán solucionar, si es que pretenden pelear por un campeonato en esta campaña: su ya insoslayable incapacidad para defender a los bases rivales.
Jamal Murray les anotó 35 puntos y con los 9 que trajo Reggie Jackson desde la segunda unidad, 44 de los 113 puntos de Denver en la noche, llegaron en manos de sus bases. Casi un 40% de las conversiones del dueño de casa, limitadas a solo una de las cinco posiciones del quinteto. Demasiado y una tendencia de lo que viene suciendo con los Bucks en toda la campaña.
Con esos 44 puntos de los Nuggets, ahora Milwaukee es el equipo que más tantos le permite a los bases rivales por partido: 27,4 por noche, dejando atrás incluso a los San Antonio Spurs (27,3) y a los Detroit Pistons (27,2), dos conjuntos históricamente malos. Y no solo eso, sino que el 49% de campo que lanzan los bases contrarios, también es la peor marca de la liga.
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Todo esto resulta especialmente preocupante, teniendo en cuenta la calidad de bases que podrían enfrentar en Playoffs. Derrick White y Jrue Holiday en Boston; Tyrese Maxey en Philadelphia; Jalen Brunson en New York; Darius Garland y Donovan Mitchell en Cleveland o Tyrese Haliburton en Indiana, entre otros. Todos ellos, de calidad All-Star.
El elefante en la habitación con estos datos es la fragilidad defensiva de Damian Lillard, responsable de la defensa de buena parte de esos jugadores que suelen tener noches tan positivas frente a los Bucks. En contraste, con Holiday en la temporada pasada, los bases rivales apenas lanzaban un 43,5% de campo -empatada como la novena mejor defensa de la liga-. Hoy, con Dame, ese porcentaje ha subido casi 6 puntos.
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— Denver Nuggets (@nuggets) January 30, 2024
Lillard seguirá jugando por arriba de 30 minutos por noche en Playoffs y no se transformará en un buen defensor de la noche a la mañana. Sin embargo, lo que sí podría hacer Milwaukee es conseguir mejores escuderos para el exPortland. Algo que ciertamente no es Malik Beasley, hoy escolta titular de los Bucks y segunda opción -también deficiente- para marcar a los guardias contrarios. Ni tampoco un Khris Middleton cada vez más lento y pesado, con su historial de lesiones y edad avanzada.
Está más que claro que pensando en la postemporada, es allí donde Milwaukee debe hacer un movimiento. Lillard seguirá teniendo problemas, pero si logran incorporar a un 1-2 del estilo Alex Caruso o Bruce Brown, capaz de tomar la posta de Dame frente a los principales portabalones contrarios, la historia puede ser algo más prometedora para los de Doc Rivers.
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