Con 22,2 puntos, 5,3 asistencias, 1,1 robos, 0,7 tapones y un 56,6% en true shooting, DeMar DeRozan debería ser considerado por la mayoría de aspirantes al anillo que miran al mercado de traspasos como un objetivo prioritario. Sin embargo, su nombre apenas se ha mencionado en los rumores que atraviesan la NBA en las últimas semanas. A sus 34 años el escolta californiano se ha reivindicado como una de las figuras más sólidas y regulares en su posición, demostrando que nunca se es demasiado mayor para seguir evolucionando individualmente.
Sin un DeRozan a este nivel individual y con el contexto que vive su equipo cabe preguntarse en qué posición estarían los Chicago Bulls ahora mismo. El veterano es el máximo anotador, el máximo asistente, tercero en acierto en tiros de campo, quinto en triples y tercero en robos. Su trascendencia en el grupo está siendo mayúscula, más teniendo en cuenta la baja prolongada del, a priori, jugador franquicia, Zach LaVine.
El problema es que, como analizó Agustín Aboy en Sporting News hace unos días, los Bulls no terminan de tener claro cuál debería ser su camino a seguir en lo que resta de temporada 2023-2024. En su mano está apretar el botón y reconstruir lo antes posible, acaparando la mayor cantidad de rondas de Draft que les sea posible, o seguir huyendo hacia adelante ignorando las consecuencias que eso podría tener a futuro.
Lo más inteligente sería seguir el camino de la primera opción, lo que significaría decir adiós a nombres como Caruso, LaVine, Drummond y, por supuesto, DeRozan.
El valor de este último podría crecer considerablemente conforme los días restantes hasta el trade deadline vayan siendo menos. De ahí que considerar a DeMar DeRozan como el jugador más valioso entre los expirings que podría salir traspasado antes del 8 de febrero no sea una afirmación demasiado descabellada. Más si se tienen en cuenta las siguientes razones.
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Un seguro en la media distancia
La condición de DeMar DeRozan como un auténtico virtuoso de la media distancia lleva años asentado en los círculos de la NBA. La tan llamada zona muerta ha sido ocupada por la estrella de los Bulls hasta convertirse en el auténtico rey de ese espacio. El californiano controla y se mueve como nadie aquí, resignificando este tipo de lanzamientos en un momento histórico donde la distribución de tiros está más polarizada que nunca.
DeRozan es el jugador que más ha tirado desde aquí de toda la NBA, con 249 intentos y un acierto del 40,6%. Para poner en contexto, solo hay cinco figuras que hayan intentado más de 150 lanzamientos. Si bien el líder de los Bulls ha bajado considerablemente su rendimiento respecto al curso pasado, donde terminó con un 47,3%, esto tiene más que ver con la dependencia que tiene Chicago de sus puntos. Así se explica que esté lanzando 2,7 triples por noche, su segunda marca más alta de carrera, igualando su mejor dato en acierto (35,2%).
Más allá de esto, DeRozan sería un increíble refuerzo para un aspirante al anillo que necesitase un anotador secundario, el cual por su tipo de juego centrado en las suspensiones de dos, serían de gran valor en Playoffs. Sin ir más lejos, una de las razones por las que los Nuggets fueron tan imparables el año pasado fue por un Jamal Murray lanzando al 48,5% desde ka media distancia.
Incorporar a un veterano como DeRozan en un contexto ganador, en la que podría ser su última oportunidad de luchar por un anillo, daría resultados positivos con total seguridad.
Un manejador del bloqueo directo de pura élite
Entre todos aquellos jugadores que promedian más de 5 posesiones como manejadores del bloqueo directo, DeMar DeRozan es el sexto más eficiente de toda la NBA.
Asentado en el percentil 89, la figura de los Bulls está produciendo 1,06 puntos por acción, con una efectividad del 49% en tiros de campo. Datos que hacen de él alguien más fiable en las situaciones de dos por dos que, por ejemplo, James Harden, Fred VanVleet, Stephen Curry en un volumen similar.
La manera que disecciona defensas, ataca al hombre grande involucrado en el bloqueo y consigue llegar a sus espacios de mayor acierto hacen de DeRozan uno de los mejores en estas acciones de toda la temporada:
Aunque ese dato no lo incluye, su trabajo como creador de juego y oportunidades para sus compañeros tras pantalla está siendo extraordinario. Una de las razones por las que su dato de asistencias está siendo el más alto desde 2021:
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Un defensor infravalorado
A pesar de su edad y su rol en los Bulls, DeRozan ha demostrado a lo largo de este tiempo que puede ser un defensor más que óptimo en momentos concretos. El veterano tiene tamaño y mantiene su movilidad lateral, lo cual le permite manejarse bien incluso contra emparejamientos más jóvenes o preparados.
El exterior está dejando en un 44,4% de acierto a sus oponentes en la pintura, un 35,2% en los triples frontales y promediando 1,1 robos y 0,7 tapones por noche.
Si bien no es un stopper, ni está en condiciones para frenar a una estrella, como defensor de equipo y en ayuda, DeRozan está dejando muy buenas sensaciones para su edad. Con sus brazos largos, rapidez e inteligencia, el jugador de los Bulls están teniendo la tercera mejor alineación de toda la NBA con un ratio defensivo de 102,3 junto a White, Williams, Dosunmu y Vucevic.
Salta a la vista el buen rendimiento atrás que está teniendo DeRozan pese a tener ya 34 años.