Seamos sinceros: al mundo del fútbol, y en realidad al mundo en general, le cuestan los cambios. La resistencia a lo nuevo y la incertidumbre por lo desconocido se puede intensificar con una sensación de amenaza ante una situación. Aunque después, muchas veces, se termine adoptando y abrazando ese concepto que fue en su momento un tanto alterador.
Algo similar ocurrió, o mejor dicho, ocurre, con la Superliga Europea. El torneo promete revolucionar el fútbol y quebrar con el reinado de la Champions League. ¿Vaya tarea, no? En The Sporting News desmenuzamos la idea, repasamos por qué puede ser algo bueno y cuáles pueden ser las contras.
El origen de la Superliga Europea y su actualidad
El domingo 18 de abril de 2021 nació la Superliga Europea. Doce clubes, de los más poderosos económicamente del continente, se presentaron en sociedad con la idea de realizar un torneo cerrado para competir entre sí y quedarse con casi todas las ganancias que la UEFA les estaba "sacando".
Así, desde Italia, Milan, Inter y Juventus; desde España, Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid; y desde Inglaterra, Manchester United, Manchester City, Liverpool, Chelsea, Arsenal y Tottenham, representados por Florentino Pérez, mandamás merengue, materializaron una idea que venía desde hacía tiempo. Pero cómo así de ambiciosa fue la irrupción también fue estrepitosa la caída. ¿Por qué? Fanáticos de todos los clubes protestaron y las instituciones fundadoras se fueron dando de baja una por una dejando así a los dos gigantes españoles solos.
Sin embargo, desde el jueves 21 de diciembre de 2023, cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea de Luxemburgo se expidió finalmente dándole la razón a los clubes en eso de que "la UEFA tiene un monopolio", todo pareció volver a cambiar.
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¿Por qué la Superliga Europea puede ser una buena idea?
Antes que nada dejemos en claro algo. El motivo de la creación de la Superliga Europea no es una idea ciento por ciento romántica que busca mejorar la competencia, quizás sí quiere darle más espectacularidad, pero se trata de algo puramente económico.
Primero vale destacar que esta versión 2023 es mucho más clara y que incluso ya tiene un modelo de competencia. La Superliga, hoy encabezada por Real Madrid, Barcelona y Porto, ha tenido tiempo de perfeccionarse desde aquel “El fútbol del continente se está muriendo y lo vamos a salvar”, de Florentino Pérez en 2021. Mensaje que mezcló lo apocalíptico y la esperanza de que el mandamás merengue se transformase en el rescatador del deporte.
Superliga Europea vs. Champions League, una cuestión de formato
Mencionamos la claridad. Y ahí podemos decir que la Superliga Europea es más "entendible" que la próxima Champions League. Mientras el nuevo torneo propone tres ligas compuestas por 64 equipos con sistemas de ascensos y descensos (16 clubes en la división top, 16 en la intermedia y 32 en la tercera categoría), la competencia más tradicional de Europa desde la temporada 2024-2025 abolirá la fase de grupos para competir en formato de liga única en la que todos los participantes, que de 32 pasarán a ser 36, tendrán una clasificación común.
¿La Superliga Europea tendrá cómo ganadores siempre a los mismos?
"Van a ganar siempre los mismos", es un latiguillo que se repite constantemente para defenestrar a la Superliga. Afirmar o refutar la sentencia se antojaría cuasi futurología, pero veamos algo. ¿Acaso eso no pasa actualmente con la Champions League? En donde el margen de sorpresa se achica temporada tras temporada un poco más.
La últimas diez ediciones de la Champions acentúan el dominio de las 5 grandes ligas (Alemania, España, Francia, Inglaterra e Italia) ya que desde la temporada 2013-2014 hasta la pasada edición de 2022-2023 protagonizaron con sus equipos la mayoría de las semifinales durante ese lapso, y apenas un solo equipo de una liga distinta tuvo el atrevimiento de colarse: el Ajax, de los Países Bajos, en la 2018-2019. Si se hila más fino, incluso, se puede ver que, de ellas, sólo tres lograron el título: La Liga, la Bundesliga y la Premier League.
| Liga | Clubes en semifinales | Títulos |
|---|---|---|
| España | Real Madrid - Barcelona - Atlético de Madrid - Villarreal | 6 |
| Alemania | Bayern Múnich - Leipzig | 2 |
| Inglaterra | Liverpool - Chelsea - Manchester City - Tottenham | 2 |
| Francia | PSG - Mónaco - Olympique de Lyon | - |
| Italia | Juventus - Roma | - |
| Países Bajos | Ajax | - |
En negrita, los que fueron campeones
¿Cómo quedan posicionadas las Ligas nacionales respecto a la Superliga?
Otro mito que se debe derribar es que los clubes que participen de la Superliga Europea no lo harán en sus respectivas Ligas nacionales. Aunque parece algo obvio, hay que dejarlo en claro y, cuando repasamos el formato, mencionamos que la Superliga será una competencia abierta con ascensos y descensos. Para el último escalón, la tercera "categoría", se propone que de los 32 integrantes sean 20 los que sean reemplazados al final de cada temporada. ¿Quiénes serán los nuevos? Los de mejor rendimiento en los torneos domésticos.
Y acá vale bien un interrogante o un punto a mejorar de acuerdo a lo presentado actualmente. ¿Acaso un campeón de una liga de élite y que no sea parte de la Superliga no se merece o no tiene el derecho de jugar con los mejores del continente? Porque con el sistema propuesto su entrada sería en el tercer escalón y en el mejor de los casos, dos ascensos consecutivos, demoraría meterse en el lote de privilegio al menos dos temporadas más.
También es cierto que las Ligas amenazan a sus clubes que quienes integren la Superliga serán expulsados de los torneos locales. Punto a tratar y a negociar a futuro.
La transparencia, punto alto de la Superliga
Quizás uno de los fracasos de Aleksander Čeferin y su presidencia de la UEFA es la falta de cifras públicas, de salarios y de reparto de fondos de manera clara. La Superliga, al menos desde la teoría y desde sus intenciones, considera que la competición debe ser regulada por los clubes y "con normas de sostenibilidad financiera transparentes y aplicadas de forma rigurosa, y no por terceros que se benefician del sistema sin asumir ningún riesgo", con una estructura de gobernanza que cumpla "plenamente con la normativa de la Unión Europea".
Entre algunas de las cosas que destacamos están el hecho de que los gastos de los clubes deben basarse en fondos generados y no en inyecciones de capital, en "limitar salarios y traspasos de jugadores a un porcentaje fijo de sus ingresos anuales".
Por último también, y no menos importante, la solidaridad como un "un pilar esencial" del fútbol europeo. Se mencionó "un mínimo de 400 millones de euros anuales destinados a solidaridad, clubes que no participen en la competición y causas sociales" y todo supervisado por autoridades y organismos independientes.
También en este punto vale agregar que en 2021 uno de los argumentos de Florentino fue que la Superliga podría salvar al fútbol todo y no sólo a los poderosos. Porque según su lógica, si los grandes tienen más dinero pueden comprar jugadores y así los activos fluirían hacia abajo para ayudar a los demás. Este pensamiento es para nosotros cuanto menos discutible.
La Superliga de Europa y el impulso del fútbol femenino
La Superliga Europea también tendría su versión femenina, pero con una variante respecto a la masculina y es que en total serían 32 clubes divididos en dos categorías. Como acción más destacable podemos resaltar que el foco no sólo se haría en la financiación de los clubes, sino también a nivel de base.
¿La Superliga Europea será inmediata?
La Superliga Europea está proyectada para la temporada 2025-2026. ¿Se cumplirá el plazo? Hoy parece una posibilidad muy lejana ya que actualmente la idea la encabezan sólo 3 clubes: Real Madrid, Barcelona y Porto. Habrá que negociar y bastante para llegar al número de competidores que se requiere, además de tener el aval de las Ligas, que como mencionamos hoy amenazan a sus integrantes con descalificar a quien quiera participar.
