Autor del primer gol del equipo en su historia en Primera. Responsable del 1-0 con el que vencieron al Barcelona en 2019 y ganaron su primera Supercopa de Cataluña. Máximo goleador en la historia de la institución. Y desde este domingo, héroe y figura para asegurar el segundo ascenso del club a La Liga de España.
Lo del uruguayo Christian Stuani en Girona es de una leyenda sin igual.
La rabia de Stuani, la locura del Girona. #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/nOz71yb7BZ
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El equipo de Míchel venció al Tenerife por 3-1 en el partido de vuelta del playoff por el tercer ascenso y de esa manera se garantizó su tercera campaña en la máxima categoría, al unirse a Almería y Valladolid como los tres ascendidos para la 2022-2023. Como no podía ser de otra manera, Stuani marcó desde los 12 pasos el 1-0 con el que Girona abrió el marcador, en lo que fue así su 24° tanto de la temporada.
El 23° había sido igual o incluso más decisivo: un gol en tiempo extra para estampar el 2-0 ante el Eibar en la vuelta de las semis del playoff, luego de haber caído 1-0 en la ida. En ambos casos, Stuani convirtió fuera de casa. Torazo en rodejo ajeno, se podría escuchar por el Río de La Plata.
Desde su llegada al club en 2017 para disputar la primera temporada del Girona en Primera, Stuani lleva ya 106 goles con el equipo catalán. Anotó 21 y 20 en los primeros dos años en La Liga y acumuló 31, 10 y 24 en las siguientes tres campañas en Segunda, optando por quedarse en la institución para luchar por ese esquivo ascenso que se había escapado en las finales de 2020 ante Elche y 2021 ante Rayo Vallecano. La tercera fue la vencida para el uruguayo y sus compañeros.
Se quedó en Segunda para ascender con el Girona. Hoy Stuani llora de emoción: ha cumplido su objetivo. #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/mDAfgzHSyK
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Ahora, Girona espera repetir en Primera esa sensacional primera campaña en la 2017-2018, en la que con Stuani como referente goleador, terminaron sumando 51 puntos (segundo valor máximo para un ascendido en La Liga). Y no lo del año siguiente, en el que no pudieron repetir la tarea del estreno en la élite y acabaron descendiendo tras quedar 18° con 37 unidades.
Con Stuani, el argentino Nahuel Bustos cedido desde el Manchester City (Girona forma parte del City Football Group) y el joven Alejandro Baena cedido desde Villarreal como los más desequilibrantes para lograr el ascenso, Girona ya tendrá tiempo de pensar en renovaciones, fichajes y en todo su armado para la próxima campaña. Pero ahora es tiempo de festejar una noche inolvidable, que por fin rompió el maleficio de las finales perdidas, con el mismo protagonista central de tantas otras jornadas que han quedado en la historia grande del club catalán.