Hace menos de medio año, Francisco Cerúndolo regresaba a su casa en Buenos Aires tras una destacadísima actuación en el ATP 500 de Rio de Janeiro y era recibido por su madre y su hermana con una pequeña torta que celebraba su ingreso al top 100 del ranking mundial: el adorno principal era el número 76, el escalón que el tenista del barrio de Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires, ocupaba en ese entonces.
Cinco meses después, Fran ya no es un incipiente ingresante entre los mejores tenistas del mundo: es un campeón del circuito ATP que tiene su nombre dentro del selecto grupo de los 25 mejores tenistas del momento según el ranking e incluso es uno de los 20 que más sumó en el 2022.
El recibimiento para @FranCerundolo en su casa, por su mamá María Luz y su hermana Coni: “Volví y estaban ellas dos, Juanma está en Chile y mi papá trabajando, y me esperaron con esa torta”.
— Marcos Zugasti (@marcos_z) February 21, 2022
El Fernet es el toque de humanidad que la foto necesitaba (?). pic.twitter.com/fW57FXn64F
A fuerza de su espectacular drive, que complicó hasta al mismísimo Rafael Nadal (ganó el tercer set y estuvo 4-2 arriba en el cuarto) en la última edición de Wimbledon, Cerúndolo se impone como la gran revelación de la temporada por el momento, algo que los números acompañan.
El crecimiento del argentino en el ranking es único entre los tenistas que integran el actual top 50: Fran pasó de estar en el puesto 127° en el primer ranking publicado en 2022 (3 de enero) al 24°. Holger Rune (de 103° a 27°), Sebastián Báez (de 99° a 32°) y Maxime Cressy (de 112° a 34°) también evolucionaron, pero no tanto: estaban más arriba que Cerúndolo y hoy están más abajo.
Bringing his best at home 🇦🇷
— Tennis TV (@TennisTV) February 10, 2022
2021 Buenos Aires finalist @FranCerundolo moves into the quarter-finals by defeating Kecmanovic 6-3 3-6 6-2.#ArgentinaOpen pic.twitter.com/T4z7VJjvhv
En el top 100 actual sí hay otros tenistas que treparon más puestos, como el británico Jack Draper (de 265° a 85°), el argentino Pedro Cachín (de 245° a 90°) o el australiano Jason Kubler (de 206° a 100°), pero los tres todavía están en el circuito Challenger, muy lejos de la posición actual de Cerúndolo, que esa explosión ya la hizo antes: cuando volvió el ranking post pandemia a fines de agosto de 2020 estaba 243° y el 26 de julio de 2021 se encontraba 118°.
Durante esta temporada Cerúndolo ya derrotó a los top ten Casper Ruud (5°) y Andrey Rublev (8°) en polvo de ladrillo y a otros buenos exponentes de la superficie como Báez y Pablo Carreño Busta, mientras que en canchas duras batió a Gael Monfils, Reilly Opelka y Frances Tiafoe en el Masters 1000 de Miami, donde hizo su mayor sumatoria de puntos (360 por alcanzar las semifinales).
Estamos así: 😱🤯👏🙌🥺
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¿Y ustedes?@FranCerundolo | @MiamiOpen pic.twitter.com/6xNaVesCet
Pero también debió luchar en los Challengers de Concepción (Chile) y Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y tuvo que jugar la clasificación del Argentina Open a pesar de ser el último subcampeón.
El crecimiento de Fran Cerúndolo, el hermano mayor (cumple 24 años el 13 de agosto) de una familia de deportistas (su hermano Juan Manuel, campeón 2021 del ATP 250 de Córdoba, está 107° del ranking, en un momento complicado con las lesiones, y su hermana María Constanza ya disputó 7 partidos internacionales con Las Leonas) estuvo acompañado por triunfos muy importantes como los mencionados, pero también por algunos guiños grandes del destino, luego de haberse visto perjudicado durante 2020 y 2021 por el congelamiento del ranking.
Una lluvia torrencial de viernes por la noche cuando enfrentaba a Diego Schwartzman en los cuartos de final del ATP 250 de Buenos Aires le permitió a Fran ingresar con special exempt a Río, donde se llevó 180 puntos al arribar a semifinales. En Miami, Opelka (que perdía por 6-1 y 3-1) y Jannik Sinner (caía por 4-1 contra el argentino) se retiraron por lesión.
Slide hard, play hard💙@FranCerundolo
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Desde ahí también aprovechó Cerúndolo para crecer, con irregularidad entre Miami y el título en el ATP 250 de Bastad, en un año en el que comenzó complicado por una lesión en el hombro que le dejó el 2021 y que prácticamente solo le permitió hacer trabajo físico en los entrenamientos, debido a que no podía realizar el movimiento de saque.
El futuro de Cerúndolo es digno de ilusión, a corto y largo plazo, no solo por lo bien que está jugando y por tener un tenis que parece capaz de adaptarse a cualquier superficie, sino porque en lo que resta del 2022 apenas defiende un título Challenger (80 puntos), cuatro semifinales de ese circuito (116 puntos entre los cuatro torneos) y dos victorias de la clasificación del US Open 2021 (16 puntos). Sus posibilidades de terminar el año al menos en el top 15 mundial y como la mejor raqueta de Argentina (lugar que ocupa Diego Schwartzman hace varias temporadas) son bastante grandes.
A Cerúndolo todavía le queda por delante hacer su debut en el cuadro principal del US Open y el Abierto de Australia (aún no registra triunfos a nivel Grand Slam), el estreno en la Copa Davis (parece número puesto para representar a Argentina en Bolonia en septiembre) y disputar más torneos Masters 1000 (por ahora solo jugó el cuadro principal de Roma y Miami). Llega un nuevo momento en su carrera: dejar de ser revelación para establecerse como realidad.
