Siete conclusiones del Mundial FIBA 2023: Del ascenso de Jordi Fernández a la caída del Team USA

Sergio Rabinal

Siete conclusiones del Mundial FIBA 2023: Del ascenso de Jordi Fernández a la caída del Team USA image

Con la alegría de Alemania, el MVP de Dennis Schroder y las lágrimas de los jugadores serbios se puso fin al Mundial FIBA 2023. Una Copa del Mundo con un altísimo nivel competitivo y que dejó tantas sorpresas como momentos álgidos.

De la irrupción del "Kobe Bryant jordano" encarnado por Rondae Hollis-Jefferson a remontadas imprevisibles obra de Puerto Rico o Estados Unidos, sin olvidar momentos más dramáticos como el desafortunado incidente de Borisa Simanic o la lesión de Raul Neto.

Este Mundial ha dado para mucho y, antes de que quede en el olvido, es momento de repasar siete conclusiones que ha dejado esta Copa del Mundo 2023.

Más | La clasificación y posiciones finales del Mundial FIBA 2023

La hegemonía estadounidense, cada vez más reducida a los Juegos Olímpicos

Anthony Edwards USA vs Canada
(fiba.basketball)

Desde que en Manila 1978 se introdujese el sistema de competición basado en una fase final la Selección de Estados Unidos se ha perdido más de la mitad de las finales disputadas. Un balance de 5 participaciones de 12 posibles que contrastan con el dominio desplegado en los Juegos Olímpicos, torneo donde apenas han faltado a 3 partidos por el oro (1980, 1988 y 2004). De hecho, ese número podría reducirse a dos teniendo en cuenta que no participaron en Moscú 1980 por el boicot a la URSS.

Ni en la etapa de jugadores amateur ni en la posterior ya con estrellas NBA el Team USA ha llevado al mejor equipo disponible a la Copa del Mundo, apostando más por figuras jóvenes o emergentes en su lugar. Algo que, hasta hace no mucho, era suficiente para ganar, pero que con el paso de los años se ha vuelto más complicado. 

Sí, los mejores jugadores del mundo siguen siendo estadounidenses, pero la diferencia entre la clase media y alta de jugadores de los diferentes países se ha reducido drásticamente en los últimos 30 años. Ahora mismo, incluso en los Juegos Olímpicos, formar parte del Team USA ya no es sinónimo de victoria.

Después de volver a quedarse sin un oro y sin bronce en el Mundial cabe preguntarse si lo conseguido por la Selección estadounidense entre 2008 y 2016 fue una excepción fruto de un proyecto nacido para la ocasión y que resultaría irrepetible a día de hoy.

Más | ¿Qué fue mal en el Team USA? 3 razones de su fracaso en el Mundial

Un manejador de élite es sinónimo de éxito

dennis schroder germany fiba
fiba

Si bien en el pasado por la configuración y filosofía de juego los centímetros eran lo que marcaba la diferencia en los torneos FIBA, ahora lo hace la destreza en la creación de juego de los manejadores. La apertura de la cancha ha liberado una posición que en las décadas pasadas había quedado completamente subyugada a la dirección y conducción ofensiva más ortodoxa.

El propio avance técnico del deporte ha hecho posible que sea cada vez más común ver a manejadores de diferentes alturas y posiciones llevar las riendas del ataque de su selección. Y, de hecho, contar con un playmaker de élite tiene mucho que ver con conseguir un buen resultado en un torneo como el Mundial FIBA. 

Los ejemplos de Dennis Schroder (Alemania), Bogdan Bogdanovic (Serbia), Shai Gilgeous-Alexander (Canadá), Luka Doncic (Eslovenia) o Arturs Zagars (Letonia) sirven bien para ilustrar lo importantes que resultan estos perfiles a la hora de llegar lejos en esta competición. Más allá de lo evidente, estos perfiles maximizan el potencial real que pueden tener sus equipos, siendo el caso más claro el de Eslovenia con Doncic. 

Sin ir más lejos, la carencia del mismo explica en gran medida los resultados obtenidos por Estados Unidos, España, Brasil o Francia donde su fuerza residía en otras posiciones o roles. Y, en contraste, el oro y bronce de Alemania y Canadá respectivamente con sus estrellas como líderes.

Más | Dennis Schroder, nuevo MVP del Mundial de baloncesto: La lista

Los veteranos también saben adaptarse

Svetislav pesic Serbia FIBA WC
FIBA

Cuando Svetislav Pesic dirigió su primer partido como entrenador en el Bosna de Sarajevo en 1982 todavía no existía la línea de tres puntos dentro de las competiciones FIBA. Sirva esto como ejemplo para resumir lo extensa y cambiante que ha sido la trayectoria del mítico seleccionador serbio que en este Mundial ha añadido un capítulo más a su dilatada historia de éxitos. 

Kari ha demostrado que aunque las reglas hayan cambiado, el juego sea más rápido, los jugadores más habilidosos y la tecnología tenga un peso mayúsculo en los equipos, lo más básico sigue siendo relevante: el factor humano.

Pesic ha sabido tejer un equipo con mayúsculas con jugadores que, a priori, no deberían haber acabado por lucir tan bien como lo han hecho. El mejor ataque en términos de eficiencia del torneo y una defensa que supo doblegar a los grandes candidatos al oro en su camino a la final. 

A sus 76 años, Pesic se convierte en el 4º entrenador con más medallas en el Mundial FIBA con dos (2002 y 2023), justo 30 años después de su éxito con Alemania en el Eurobasket de 1993.

El ascenso de Jordi Fernández

Jordi Fernandez coaching for Team Canada
FIBA

La historia parecía estar escrita casi desde el principio. Una selección en busca de regresar a los Juegos Olímpicos tras más de dos décadas de intentos fallidos. Un entrenador con gran estima en los círculos NBA y que necesitaba una oportunidad para demostrar de lo que era capaz. Un guion inmejorable para un equipo como la Canadá de Jordi Fernández que ha cumplido, al fin, con las expectativas. 

Los norteamericanos armaron un plantel repleto de jugadores NBA donde Gilgeous-Alexander brillaba por encima del resto. Una lista de la que se cayó Jamal Murray y que, en realidad, fue la mejor noticia que pudo recibir Canadá, pues eso permitió entregar por completo las llaves del ataque a Shai y que este les llevase a París 2024. Sin embargo, la brillantez del base de OKC Thunder no debe empañar el inmenso trabajo de dirección, preparación, como sobre todo de dirección de Jordi Fernández.

El entrenador catalán ha dado una buena prueba de qué tipo de técnico es. Imaginativo, resolutivo, con carácter, pero también paciente y con ascendencia en un grupo. En los momentos calientes, como el crucial duelo ante España, Fernández no arengó a los suyos con gritos y elevando el tono, sino ofreciendo respuestas a los problemas y transmitiendo calma. Por otro lado, cuando la confianza de los suyos sobrepasaba el límite, este le ponía fin, pero desafiando a los suyos y retándoles a ser mejores. 

Puede que la temporada NBA empiece sin Jordi como entrenador principal, pero no sería de extrañar que acabase como técnico jefe de alguna de las 30 franquicias llegado el mes de abril.

Más | Por qué el Mundial con Canadá puede ser la puerta de ingreso de Jordi Fernández a ser entrenador jefe NBA

El inicio de la transición para Australia y España

Josh Giddey
(FIBA)

Siempre candidatas a todo, Australia y España llegaron a esta Copa del Mundo con las expectativas altas. Su bagaje histórico les ponía en condiciones de alcanzar el podio pero rápidamente quedó probado que no era su momento. O mejor dicho, que ese momento ya había pasado. Este Mundial ha sido un torneo donde han confluido viejas y nuevas generaciones para muchos países, dando lugar al clásico relevo entre veteranos y novatos.

A los Boomers la configuración del cuadro les jugó una mala pasada, quedando eliminados a las primeras de cambio en la segunda fase por Eslovenia. No obstante, el paso de un equipo comandado por Patty Mills a uno donde Josh Giddey deba ser la voz cantante ya se ha producido. El jovencísimo base ha dejado luces y sombras como era de esperar, aunque hay que destacar lo mucho que Mills le ha ayudado a crecer como líder. La estrella de OKC Thunder acabará por culminar ese proceso en los próximos Juegos Olímpicos, iniciando así un ciclo ilusionante para los australianos.

Caso distinto es el de España, vigente campeona de Europa y, hasta el domingo, del Mundo. Las nuevas caras como las de Juan Núñez, Santi Aldama, Joel Parra y Usman Garuba cuajaron un torneo positivo pero no brillante. El contexto también influyó en ello, teniendo los tres que dar un paso al frente cuando, quizá, todavía no estaban preparados para rendir a ese nivel. La Selección española cuenta con un grupo de jóvenes que todavía tienen que debutar y que marcarán los próximos años del equipo. Pero ahora mismo, la realidad es que España no está en condiciones de ser candidata a nada pese al historial de sorpresas que atesora.

Más | ¿Dónde y cuándo es el próximo Mundial de baloncesto? Fecha, año y país de la siguiente Copa del Mundo FIBA

Sudán del Sur es un proyecto real y peligroso

South Sudan Basketball FIBA QF
FIBA

Cuando se mira a África se tiende a ser cauteloso con las expectativas del equipo de turno, más si este está formado por jugadores NBA. El caso reciente de Nigeria en Tokio 2020 puede que sea el más representativo. Conjuntos con potencial y, sobre todo, con nombres, pero sin experiencia. No obstante, Luol Deng parece haber dado con la tecla, no solo por la construcción del plantel, sino por cómo ha ido desarrollando el proyecto de Sudán del Sur hasta que finalmente ha alcanzado su pico. 

Después de ejercer como entrenador de cara a la clasificación para este torneo, Deng dio un paso a un lado y confió en Royal Ivey, convirtiéndose en el arquitecto del equipo. Así, el ex jugador armó un grupo con Carlik Jones a la cabeza que se ha destapado como uno de los mejores bases del torneo, igualando el récord de Toni Kukoc de asistencias logrado en 1994 (15). 

Lejos de los prejuicios que suelen arrastrar las selecciones africanas, Sudán del Sur ha sido un equipo con un gran potencial defensivo, muy físico y, por momentos, ha desplegado un juego moderno y efectivo. Sin ir más lejos, Sudán del Sur ha terminado con el tercer mejor porcentaje al triple del Mundial con un 40,4%. La experiencia ganada en este Mundial les será muy útil, más con los Juegos Olímpicos en el horizonte. Y en este inmediato ciclo que se avecina pueden acabar por dar alguna sorpresa.

Más | ¿Qué países están clasificados a los Juegos Olímpicos París 2024 en baloncesto?

Ser arriesgado acaba dando beneficios

Arturs Zagars Letonia
fiba

De entre todas las cosas que han sucedido en este Mundial, es probable que la historia más inesperada haya sido el resultado de Letonia. El país báltico se presentaba en el torneo con la importante baja de Kristaps Porzingis, lesionado de última hora, y debía medirse en un grupo de gallos con Francia, Canadá y, en menor medida, Líbano.

Los de Luca Banchi no solo se metieron en segunda fase, sino que ganaron a España, dejándola virtualmente eliminada, y pasaron por encima de Italia y Lituania para culminar en quinta posición del Mundial.

¿Cómo fue posible? Gracias a un estilo tan arriesgado como efectivo. Sin un interior clásico, Letonia propuso un altísimo volumen de triples (4º más alto, 32,8), una defensa móvil y una selección de tiro tan particular como efectiva (5º mejor eFG%). No fueron los que más rápido jugaron, pero sí quienes mejor supieron aprovechar sus puntos fuertes e incidir en los débiles del rival. Como ejemplo ahí está el duelo ante España, donde les llevaron a media cancha y expusieron sus deficiencias.

Puede que este resultado sea irrepetible, pero ha servido, de paso, para ver despegar a un talento como Arturs Zagars que se ha ganado el respeto de clubes, selecciones y jugadores.

Sergio Rabinal

Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News. Desde 2018 desempeña las funciones de productor senior de contenido NBA. A lo largo de ese tiempo ha cubierto dos All-Stars, Basketball Without Borders y el NBA Paris Game, así como otros eventos. Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad.