En la historia de la NBA no ha habido una pareja de pick and roll como la que conformaron John Stockton y Karl Malone durante finales de los '80 y la totalidad de los '90. Incluso hoy, cualquier intento de enseñar ese movimiento tan importante en el mundo del baloncesto, tiene a las estrellas de Utah como sus maestros más habituales.
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Insuperables, por variantes, producción y duración.
El complemento era perfecto: uno de los mejores asistidores de todos los tiempos, junto a un interno con tantos recursos ofensivos como cualquier otro que haya pasado por las canchas de la liga. Y si a eso le sumamos más de 15 años de experiencia jugando juntos... Bueno, era lógico que la combinación fuera una pesadilla para cualquier contrario que tuvieran en frente.
Opciones para demostrar el poderío de esa conexión hay muchísimas, pero en este caso, elegimos viajar a 1999. Más precisamente a la 1° Ronda de los Playoffs y al Juego 4, donde los de Salt Lake City se encontraban en una situación para nada cómoda en Sacramento.
Primero, hablemos del contexto. El Jazz había terminado con el tercer mejor registro del Oeste durante esa Fase Regular acortada por el lockout, mientras que los californianos habían finalizado sextos. Los dirigidos por Sloan dominaron el Juego 1 con enorme comodidad (117-87) y parecían encaminarse hacia una serie favorable. Sin embargo, lejos estaría de ser esa la historia.
Los Kings sorprendieron en el segundo duelo, llevándose el triunfo como visitantes por 101-90, para luego quedarse con el Juego 3 en casa, por un cerrado 84-81. Recordando que por aquel entonces la 1° Ronda se disputaba al mejor de cinco, los californianos tenían la oportunidad de liquidar el cruce como locales, en el cuarto partido.
Restando 20 segundos, Sacramento se imponía por 87-86 y estaba a una defensa de concretar una sorpresa mayúscula.
Como no podía ser de otra manera, necesitado con urgencia de una conversión, Utah recurrió a su jugada más confiable: el pick and roll entre Stockton y Malone.
Divac intenta un push para sacar de la acción a Malone, pero todo sale mal para los Kings: Malone ataca el hueco con facilidad, Vernon Maxwell busca perseguir pero queda retrasado tras la cortina, Divac se ve obligado a contener a Stockton y la rotación de Chris Webber llega demasiado tarde.
¿El resultado? Una línea de pase muy sencilla y dos puntos para Malone. 88-87 Jazz, restando 13 segundos.
Luego de un tiempo muerto de Rick Adelman, el local llevó la bola adentro con Divac, quien recibió una falta de parte de Greg Ostertag, restando siete segundos. El serbio convirtió sus dos intentos y volvió a dejar a los Kings por delante (89-88). Minuto de Sloan.
La temporada de Utah estaba en juego. Si no anotaba en esos siete segundos, Sacramento avanzaría a la siguiente fase, trayéndole una nueva frustración, a un equipo que venía de perder las últimas dos Finales (1997 y 1998 vs. Chicago).
La reposición de Bryon Russell fue lógicamente a manos de Stockton. Seis, cinco, cuatro, cortina de Malone, tres...
El doble de Stockton no solo le dio la victoria a Utah por 90-89, sino que también salvó su temporada. El Jazz ganaría el quinto partido por 99-92 y si bien luego caerían en las Semis de Conferencia ante Portland, al menos evitaron despedirse de los Playoffs temprano.
Pero, ¿cómo es que Stockton termina tomando ese lanzamiento con tanta libertad?
El contexto también ayuda a entenderlo. Tras el segundo retiro de Michael Jordan, Karl Malone había logrado por fin transformarse en la cara de la liga. Y a pesar de ya tener 35 años, había sido elegido algunos días atrás como el MVP de la campaña, luego de promediar 23,8 puntos y 9,4 rebotes.
Y no solo eso: el oriundo de Summerfield venía teniendo un cierre dominante en ese cuarto punto, totalizando 17 tantos y 12 rebotes, solo en el segundo tiempo. Stockton, por su lado, apenas había logrado dejar su marca, con 4 unidades durante aquel tramo.
Con todo eso en mente, sumado a lo que había sucedido en la posesión, era entendible que la prioridad de los Kings pasara por evitar otro doble sencillo de Malone.
A diferencia de la defensa anterior, esta vez Divac se presenta a la cortina directa con un flash, buscando cortar esa conexión perfecta que disfrutaban sus rivales.
Pero hay un problema: la cortina de Malone sobre Maxwell hace que el perimetral quede nuevamente alejado de su asignación. Y una vez que Divac vuelve a poner su concentración en negar el pase al interno, ya es demasiado tarde: Stockton ha quedado completamente libre, para anotar el doble de la victoria. El intento desesperado de Jason Williams por cerrar el tiro, no surte efecto alguno.
En 20 segundos, las estrellas de Utah demostraron por qué son considerados la mejor pareja de pick and roll de todos los tiempos. Más allá de los defectos defensivos de los Kings, la versatilidad de la dupla salió a la luz, no solo con una asistencia clásica, sino también con la habilidad de Malone para cortinar y la sangre fría de Stockton para anotar tiros ganadores, aprovechando los espacios generados por su compañero (tanto mediante su físico, como por la atención que acaparaba de los marcadores).
Aunque desde entonces hemos caído muchas veces en comparaciones odiosas, en el día del cumpleaños de Stockton, vale el repaso para recordar por qué fueron un dúo sin igual en los más de 70 años de esta competencia.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.