El título de 2019 de Toronto Raptors abrió dos posibilidades a la franquicia. Por un lado, mantener intacto el proyecto con el objetivo de seguir manteniéndose en la elite del Este mientras se producía un relevo generacional progresivo. Por el otro, hacer borrón y cuenta nueva, iniciando una nueva estructura de plantel para en un futuro próximo volver con más fuerza. Los canadienses eligieron el primer camino, y ahora están pagando las consecuencias. Después de un 2020 ilusionante donde se quedaron a las puertas de las Finales de Conferencia, todo parecía indicar que los de Nick Nurse, al menos, llegarían a Playoffs, nada más lejos de la realidad, pues todo se vino abajo tan pronto como arrancó la temporada 2020-2021.
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En cierto modo los resultados cosechados durante el pasado curso no tuvieron tanto que ver con la confección del equipo y sus jugadores como el contexto en el que estaban. Lejos de Toronto por las restricciones de movilidad entre Canadá y Estados Unidos, los Raptors se vieron obligados a jugar en Tampa (Florida), lo que afectó enormemente a las dinámicas internas, costumbres y a todo aquello que no tiene que ver con el básquet pero que sí tiene un gran peso. Una circunstancia que, según Masai Ujiri, Presidente de Operaciones de la franquicia, les hizo retroceder varios años en cuanto a proyecto.
La temporada 2021-2022 es toda una incógnita con respecto a los Raptors, pues el plantel está lejos de poder tener un impacto positivo en términos de resultados desde el primer momento, una circunstancia que los podría conducir a volver a terminar el curso lejos de la zona de Playoffs. De hecho, la pasada campaña supuso la primera ocasión desde 2013 en la que los canadienses no tomaban parte de la postemporada, cuando todavía estaba José Calderón en el plnatel y Jonas Valanciunas era solamente un rookie.
En cierto modo, Toronto ha sido protagonista indirecto de la offseason, pues facilitó la salida de Kyle Lowry rumbo a Miami Heat en un sign & trade a cambio del cual recibieron a Goran Dragic y Precious Achiuwa. De este modo se puso fin a la trayectoria de uno de los jugadores con mayor peso en la historia de la franquicia, alguien que ha sido la cara reconocible de la organización y clave en la consecución del anillo de 2019. "Es alguien que tiene un gran coraje. Alguien que quiere ser grande y mejor de lo que es", destacó Ujiri en una reciente entrevista con la radio pública de Canadá. "Hemos tenido nuestros altibajos pero siempre ha sido respetuoso. Él probablemente sea una de las personas más competitivas que he conocido. Lo más increíble de él es cómo consiguió evolucionar su juego con el paso del tiempo. Es un visionario del juego".
No obstante, Lowry ya forma parte del pasado y ahora el presente de la organización pasará por tres nombres: Fred VanVleet, Pascal Siakam y Scottie Barnes. El primero deberá ocupar el hueco dejado por el mítico base que ahora militará en el Heat, algo que en cierto modo ya realizó durante el pasado curso, pero ahora tendrá que ser al mismo tiempo el líder en anotación, creación de juego y una referencia al interno del vestuario. Mientras, el interior camerunés tiene ante sí una campaña clave en su trayectoria después de experimentar una regresión considerable en su juego, pasando de ser All-Star a no destacar apenas y con varios momentos cuestionables dentro y fuera de la cancha. Por último, el debutante Barnes va a ser uno de los grandes alicientes de este curso para Toronto, más teniendo en cuenta que prefirieron al de Florida State por delante de prospectos más valorados como Jalen Suggs o Jonathan Kuminga, valorando más su posible impacto inmediato y defensa que el potencial a futuro.
"Vamos a reconstruirnos como equipo", declaró Masai Ujiri en la conversación con CBC. "Somos un conjunto joven, pero no hay carencia de liderazgo. Fred VanVleet es un increíble lider. Esto es lo que va a ver todo el mundo a partir de ahora, el tipo de líder que es".
Reconstruir suele ser sinónimo de desarrollo de jugadores, de apostar por el aprendizaje y por el largo plazo, lo cual no significa siempre que vaya a haber un gran número de derrotas. Pero en el caso concreto de los Raptors es muy probable que esto acabe sucediendo, más si tenemos en cuenta la división en la que están, debiendo medirse a rivales como Knicks, 76ers, Celtics o Nets de manera habitual.
"No somos un equipo para competir ahora. Habrá dolores de crecimiento, a veces será difícil de ver, pero sabemos lo que viene, sabemos que estamos entusiasmados con el talento joven", declaró el ejecutivo. "Estamos emocionados de jugar, de ver cómo OG Anunoby, Pascal Siakam o Fred van a evolucionar como líderes, como jugadores de elite. Y sobre todo los más jóvenes. Scottie Barnes, Malachi Flynn, Dalano Banton... En deportes la gente siempre piensa en el ahora y lo que tenemos que ser es pacientes y dejarlos crecer".
Por el camino deberán resolver una incógnita importante, pues todo apunta a que Goran Dragic no entra en los planes del equipo, al igual que en el caso del jugador. Después de que la opción del buyout quedase descartada, el esloveno tendría amplias opciones de salir traspasado, aunque su contrato de 18,8 millones no ayude mucho a su canje.
El futuro es el principal argumento de estos Raptors, que de la mano de Nick Nurse se han acostumbrado a ganar, pero que ahora deberán aprender a crecer y desarrollarse si quieren volver pronto a la elite.
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