Desde que se movió la Agencia Libre, toda la atención de la Conferencia Este parece haber quedado depositada en los Bucks de Giannis, el potencial de los Sixers, los nuevos Nets y el cambio de base en los Celtics. Cuando esos temas ya quedaron abordados, se suele pasar al buen rearmado de los Pacers, la llegada de Jimmy Butler al Heat o el análisis de equipos jóvenes como Hawks, Magic o Bulls.
¿Qué falta en esa ecuación? Nada menos que el campeón de la 2018-2019: Toronto Raptors. Es que claro, la salida de Kawhi Leonard hacia los Clippers fue vista por muchos como el final de una era competitiva para los canadienses, quienes han ganado al menos 48 partidos en las últimas seis campañas. Sin embargo, ¿hay motivos reales para descartarlos por completo de la lucha del Este? En principio, no parecería ser justo y hay varios puntos claves que lo justifican.
El poder de la continuidad
De los ocho jugadores que conformaron la rotación habitual de Toronto en los últimos playoffs, seis se mantienen en el plantel. Es verdad que las dos bajas (Kawhi Leonard y Danny Green) son fundamentales, pero la importancia de mantener un mismo núcleo y repetir entrenador (Nick Nurse), no puede ser subestimada.
En una liga repleta de variables y cambios, encontrar constantes es particularmente positivo. Los Raptors saben a lo que juegan. Lo supieron durante toda la 2018-2019 y la salida de Kawhi no va a cambiar eso. Varias de sus piezas fundamentales no sólo llevan años jugando juntos: llevan años ganando juntos. Y esa es una experiencia invalorable desde todo aspecto. Aún con las modificaciones en su plantel, Toronto tiene muchas más garantías que incógnitas.
Jerarquía ganadora
La jerarquía, combinada con veteranía y antecedentes ganadores de sus figuras, es un mix fundacional para estos Raptors. Kyle Lowry, Marc Gasol, Serge Ibaka, Fred VanVleet, Pascal Siakam... jugadores que no sólo tienen un alto nivel individual, sino que además saben potenciar a sus compañeros y trabajar para el colectivo.
El haber terminado con los fantasmas de los playoffs pasados, también ayudará a Toronto a la hora de la postemporada. Ya nadie pone en duda el temple de sus figuras para jugar esa clase de partidos. Al contrario, lo que hasta hace poco era visto como un déficit, es hoy una virtud. Y más aún en una Conferencia Este donde el resto de los favoritos (Bucks, 76ers, Celtics, Pacers) posee planteles y súperestrellas jóvenes.
Fichajes rendidores
Más allá de no haber tenido ninguna incorporación rutilante, los Raptors se movieron bien en el mercado y sumaron a varios jugadores que encajan en el molde del equipo: Rondae Hollis-Jefferson, Stanley Johnson y el novato Oshae Brissett. Todos aleros fuertes, atléticos y buenos defensores, que tendrán sus minutos y roles definidos.
Incluso podríamos sumar en ese sentido a OG Anunoby, otro alero de las mismas características, quien se perdió la totalidad de los Playoffs 2019 por lesión. Con la salida de Kawhi, todo indica que el jugador surgido de la Universidad de Indiana será titular, buscando dar un salto de calidad similar al que tuvo Pascal Siakam en la temporada anterior.
Cerrojo defensivo
Mientras que en ataque es lógico que vayan a extrañar a Kawhi y sus 26,6 puntos por partido, defensivamente los Raptors tienen las armas para seguir siendo de lo mejor de la NBA. Lowry es un perro de presa, Ibaka y Gasol son de los mejores pivotes de la competencia en ese costado, mientras que Nurse tiene a su disposición un sinfín de perimetrales versátiles, que pueden defender escoltas, aleros y ala pivotes.
Las variantes de combinaciones que tendrá el equipo con jugadores como Powell, Johnson, Hollis-Jefferson, Siakam y Anunoby es inagotable. En una liga donde las formaciones pequeñas y de múltiples perimetrales están cada vez más presentes, tener jugadores aptos para marcarlos toma una importancia cada día mayor.
Siakam Superstar
Luego del enorme progreso que tuvo en la temporada anterior, Pascal Siakam se ha consolidado como uno de los mejores jugadores de la Conferencia Este, especialmente gracias a su capacidad para rendir en ambos costados de la cancha.
Sin el foco del ataque centrado en Leonard, lo lógico sería que fuera el camerunés quien viera el mayor crecimiento de su protagonismo ofensivo, volviéndose la primera opción del equipo. ¿Está listo para eso? Difícil saberlo, pero si algo aprendimos durante la 2018-2019, es a no encasillarlo en un rol.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.