La temporada 2019-2020 ya quedó atrás y bien lejos quieren tenerla en San Antonio Spurs: significó perder su racha histórica de 22 clasificaciones consecutivas a Playoffs. La franquicia texana luchó hasta el final, con un buen desempeño en los seeding games de Orlando, pero dos derrotas apretadas ante Philadelphia 76ers y Denver Nuggets terminaron costándole la posibilidad de llegar al Play-In.
San Antonio falló en su objetivo, pero siguió siendo competitivo, algo que no parece negociar en los tiempos post Big Three y post Kawhi Leonard. ¿Ahora ya llegó el momento de la nueva guardia? Así parece, al menos si nos guíamos por lo visto en esos 8 partidos de la reanudación. Aunque DeMar DeRozan fue la figura principal y el encargado del ataque en el cierre de los partidos, Derrick White, Dejounte Murray, Lonnie Walker, Keldon Johnson y Jakob Poeltl funcionaron bien y tomaron mucho protagonismo en un equipo sin LaMarcus Aldridge, Trey Lyles y Bryn Forbes y con menos minutos de lo habitual para Patty Mills y Marco Belinelli.
Cuatro de ese grupo de cinco jugadores de 26 años o menos tienen contrato para la próxima campaña y parece que serán piezas fundamentales para Popovich: el austríaco Poeltl es el único que es agente libre pero es restringido, por lo que San Antonio puede igualar cualquier oferta que se le realice al europeo, un hombre que seguramente despertará algo de interés en otras franquicias por su buena presencia en la defensa interior y cuya cotización debería estar cerca de los 10 millones por año. Los Spurs deberían apostar todo a retenerlo.
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En tanto, Belinelli y Forbes también son agentes libres y los Spurs también poseen la chance de cortar al canadiense Lyles, que no tiene garantizados sus 5,5 millones de la próxima campaña. Así San Antonio quedaría aproximadamente unos seis millones por debajo del tope salarial, pero de querer retener a Poeltl muy seguramente se irá por encima de eso y solo le quedará la excepción de nivel medio para ir a buscar un refuerzo de renombre.
Serían aproximadamente nueve millones que tendrían que gastar mejor que en 2019, cuando ficharon a DeMarre Carroll para terminar cortándolo meses después. También siendo que probablemente se excedan con Poeltl, no habría problema de querer retener a Lyles, Forbes o Belinelli ya que esto no cambiaría el panorama realmente, aunque deportivamente lo del ex Denver Nuggets sería lo único justificable.
Lo que si modificaría todo sería que DeMar DeRozan rechace su opción para continuar por un año más en San Antonio a cambio de 27,7 millones de dólares: la partida del de Los Angeles permitiría espacio salarial para buscar agentes libres, dejando a Spurs con más de 30 millones de espacio si se resignan a liberar a DDR, Lyles y Poeltl. Eso sí, este mercado no tiene nombres que puedan potenciar demasiado a San Antonio: de hecho DeRozan sería uno de los hombres más cotizados si decide no seguir en Texas.
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Otra vía que podría recorrer el máximo anotador de los Spurs en la última temporada sería rechazar esa opción de 27,7 millones pero renovar con San Antonio por más años, con un monto anual menor. Pero eso tampoco cambiaría realmente el panorama del equipo de Popovich, así como no parece muy lógico para DeRozan a esta altura de su carrera.
Lo que si lo haría sería que DeRozan o Aldridge (al que le queda un año más de contrato por 24,4 millones) sean traspasados: ahí ya estaríamos hablando de un escenario de reconstrucción más profunda para Spurs, pero con más opciones de darle aire fresco al plantel. Eso sí, LaMarcus está en el que posiblemente sea el momento de cotización más bajo de su carrera: su contrato, aunque de solamente un año, es abultado, y además en el mes de abril fue operado en su hombro derecho. Rumores como el que indica que podría pasar a Golden State Warriors suenan descabellados.
Por DeRozan, un pick del Draft o jugadores como Aaron Gordon o Bogdan Bogdanovic no parecen ser una mejora. Por lo tanto, si Spurs quiere apuntarle todos sus cañones a los Playoffs debería quedarse con el ex jugador de Toronto Raptors y buscar reforzarse mediante la excepción de nivel medio: sea con un 2-3 o un 3-4. Principalmente con un jugador que sea efectivo sin el balón en las manos y que pueda ocuparse de defender al mejor alero rival. Jugadores del perfil de Jae Crowder, Kentavious Caldwell-Pope, Moe Harkless o Kent Bazemore son los agentes libres que encajan allí, a diversos costos pero como opciones posibles, incluso en alguno dejando un poco de espacio de la excepción para fichar algo más.
Más allá de eso, la verdadera prioridad de los Spurs seguramente está en el Draft del 18 de noviembre: tienen el pick 11, algo inusual para un equipo que no tiene un pick de lotería desde el 1 de Tim Duncan en 1997.
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Allí justamente se encontraran con un Draft que no parece lleno de futuras súperestrellas, pero que presenta varias opciones para ese defensor versátil y atlético que San Antonio necesita. Devin Vassell, Patrick Williams y Saddiq Bey serían opciones interesantes. La chance de que caiga algún jugador de perfil más interior como Onyeka Okongwu parece más complicada, mientras que Obi Toppin, un jugador que se caracteriza más por su talento ofensivo por la defensa, no encaja del todo bien.
Tampoco hay que descartar que los Spurs busquen escalar en el Draft: han tenido un ojo clínico en varias situaciones y lo han aprovechado bien, como cuando en 2011 entregaron a George Hill para poder escoger a Kawhi Leonard con la selección número 15. También tienen las piezas necesarias para tentar a alguna franquicia que quiera deshacerse de su elección. En ese caso el panorama estaría mucho más abierto y es imposible predecir que decidirán hacer. Además, los Spurs son dueños del pick 41 del Draft.
Los pocos indicios que hay en este contexto muestran interés por el alero israelí Deni Avdija, un jugador muy de perfil Spurs pero que no debería caer de los primeros cinco puestos del Draft, ya que este realizó entrenamientos en persona con la franquicia texana a inicios de noviembre. Okongwu fue otro que se vio cara a cara con la gente de los Spurs según los reportes, como también lo hizo Patrick Williams.
En resumen, sea mediante el Draft o mediante la agencia libre los Spurs podrán hacerse un poco más profundos en su plantel y no perderán nada en la rotación, ya que las piezas con un pie fuera como Belinelli o Forbes son las que durante la fase regular ocupaban los lugares de Walker y Johnson. Ahora, tampoco se verán muy jerarquizados en este mercado: cualquier mejoría importante llegará por el trabajo de los jugadores y los entrenadores dentro de la cancha más que por lo que pueda realizar la gerencia deportiva esta vez.
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