Formar planteles poco competitivos y perder buscando una elección alta en el próximo Draft es la guía de la mayoría de los equipos en reconstrucción. Sin embargo, esto no existe en el diccionario de los Spurs. Su temporada 2021-2022 es buena prueba de ello. El plan de la temporada está dando notables resultados.
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Es el equipo de Dejounte Murray y Keldon Johnson, las figuras de 25 y 22 años que dirigen sobre la cancha la reconstrucción, pero también de Derrick White (27), Jakob Poeltl (26), Devin Vassell (21) o Lonnie Walker IV (23). Todavía falta un largo camino para que veamos a unos Spurs candidatos como los que vimos entre 1998 y 2017. Es más, conseguir otro proyecto similar desafía a toda lógica conocida, aunque en San Antonio saben mucho de eso.
Las expectativas entorno a su nuevo curso eran de mantenerse fuera de Playoffs y confirmar que por tercer año seguido no estarían entre los ocho mejores del Oeste. No obstante, el dibujo cambia rápido: el Oeste sufre una crisis en su clase media y los Spurs mejoran a ritmo de crucero.
Comenzaron la temporada con una racha de 4 victorias y 13 derrotas. Estaban entre los 10 peores ataques y las 10 peores defensas de la competición. Uno de los peores equipos, no solo del Oeste, de toda la NBA. Pero algo hizo clic. Es cierto que ya en las primeras caídas competían, pero la mejora ha sido salvaje: desde el 26 de noviembre están 10-5, son la 12º defensa más eficiente y, sobre todo, el 3º ataque más productivo (117,3 puntos por 100 posesiones).
Tienen una rotación profunda en la que además han aparecido con importantes aportaciones jugadores como Keita Bates-Diop o Jock Landale. Mientras, Thaddeus Young y Bryn Forbes son un par de veteranos fuera de contexto cuyo futuro a corto plazo tiene más sentido en un equipo de Playoffs vía traspaso.
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Y es que los Spurs son 10º del Oeste. Es decir, de mantener una línea positiva de resultados bien podrían competir por el Play-in. Su entrada directa en los Playoffs es descabellada con Wolves, Mavericks o Lakers por delante, pero no hay motivos aparentes para no superar a Kings o Thunder, incluso a unos Blazers de capa caída.
Precisamente el traspaso de Forbes liberaría más minutos en el puesto de escolta, que podrían ser recibidos por Joshua Primo. Este novato fue elegido con el pick 12 por los texanos en el pasado Draft y es el jugador más joven de la NBA con 19 años y 3 días (nació el 24 de diciembre de 2002). Destaca por su tiro exterior y el potencial defensivo que atesora.
THREE-MO! 🎯
— San Antonio Spurs (@spurs) December 27, 2021
Josh had 3 triples, 5 reb, 2 ast & 1 stl in just 15 min to close out the win!! pic.twitter.com/IseD8Nuao3
Si bien hasta la fecha apenas había jugado, totalizando 8 partidos y un máximo de 17:48 minutos, su paso principal está siendo por la G League: es uno de los mejores anotadores de la competición con 16,8 puntos, además de añadir 5,3 asistencias, 3,3 rebotes, 1,3 tapones y 1,1 robos por encuentro. Sin embargo, los fanáticos de los Spurs demandan desde hace semanas que aumenten sus minutos en la NBA.
La paliza a Detroit en la noche del domingo (144-109), la tercera victoria consecutiva, permitió a Gregg Popovich dar entrada a Primo, que disputó 15:15 minutos de acción. El novato terminó con 9 puntos, 5 rebotes, 2 asistencias, 1 robo y 3 de 4 en triples. Se trata de una actuación aislada, pero sin duda servirá para que los seguidores pidan más pista para el joven y para que el propio jugador refuerce su notable confianza. San Antonio está trabajando muy bien en su competitiva reconstrucción y Primo apunta a ser una pieza relevante en los próximos años.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
