No hay dudas que San Antonio Spurs está en una etapa de reconstrucción centrada en varios valores jóvenes que están empezando a asumir la continuidad de la organización después de la salida de los veteranos y de las últimas piezas que quedaban de la era dorada del Big 3 (como Patty Mills, campeón en 2014). Sin embargo, a esa reconstrucción se la puede catalogar como competitiva, diferente a las de otros equipos en el mismo proceso. Y es que no sólo hay un entrenador legendario como Gregg Popovich promulgando una filosofía clara que ayuda, sino que hay materia prima como para mantener un nivel de competitividad elevado. Dentro de ese grupo, Dejounte Murray asoma como el líder, algo que está empezando a ratificar.
El base de 25 años está llamado a ser uno de los pilares de este proyecto, y de a poco se empieza a transformar en la referencia que los texanos necesitan. Y ni siquiera un resultado final puede modificar esa sensación. Porque sí, Los Angeles Lakers se fueron del AT&T Center con una trabajada victoria en suplementario (125-121), pero Murray ofreció una muy buena versión que, de yapa, se metió en los libros históricos de la organización.
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Finalizó con 21 puntos (9-24 campo, 2-4 triples, 1-4 libres), 12 rebotes, 15 asistencias, 2 robos, 2 tapones y apenas 2 pérdidas de balón en 40 minutos de acción. ¿Por qué destacamos lo numérico? Porque es el primer jugador en toda la historia de los Spurs en terminar un encuentro con un triple-doble de al menos 20 puntos, 10 rebotes y 15 asistencias. Es más, es apenas el 16º triple-doble en la historia texana con al menos 20 tantos, y el último de ellos había sido del propio Murray, el 28 de abril pasado frente a Miami (22+10+11). Antes lo habían hecho DeMar DeRozan, Tony Parker, Tim Duncan, David Robinson (5 veces, uno de ellos siendo cuádruple-doble con 10 tapones), Alvin Robertson (4, también con un cuádruple-doble con 10 robos), Mike Mitchell, Johnny Moore y Larry Kenon. Pero ninguno, decíamos, con las 15 asistencias como Dejounte, de acuerdo a la base de datos de StatHead.
"Se está convirtiendo en un base que entiende todo por completo. No es sólo un base que anota, sino que está encontrando a compañeros, mejorando en el pick and roll, encontrando al hombre grande que cae y está haciendo un buen trabajo también a la hora del pop. Está progresando realmente bien", elogió Popovich sobre su armador, quien dejó en claro que tiene la mentalidad adecuada, una que prioriza todo más allá de la estadística. "Eso no importa porque no hemos ganado. Y eso es lo que queremos", señaló.
Claro, Murray se pone al frente del grupo y pregona por lo colectivo por sobre lo individual, todo un sello de la identidad texana, y sabe que será un trabajo que tomará tiempo. "Las mejoras no llegan de la noche a la mañana. Para chicos como nosotros, la cuestión es seguir trabajando, luchando y esforzándose. El tiempo dirá para qué estamos y hasta dónde llegamos. Debemos seguir aprendiendo y mejorando", remarcó.
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Los golpes son parte del proceso y San Antonio lo está entendiendo de mano propia. Y es que el conjunto de Popovich acumula tres derrotas seguidas tras el debut con paliza ante Orlando, aunque esas tres caídas quizás hayan sido más valiosas que el primer festejo, ya que fueron todas ante rivales de jerarquía y potenciales candidatos al título, y en todos se mostraron de igual a igual: perdieron por 6 ante Denver, por 10 ante Milwaukee en back-to-back, y ahora por 4 ante los Lakers.
"Estoy realmente orgulloso del equipo, fueron mano a mano contra un grupo talentoso y experimentado. Si seguimos jugando de esta manera, pronto estos encuentros se convertirán en victorias. Se lo merecen, están jugando realmente bien, aprendiendo día a día, pero sobre todo compitiendo de manera increíble", valoró un Pop más que conforme con lo que muestran sus chicos, que van dando los pasos adecuados en esta reconstrucción que tiene a Murray como una pieza que comienza a destacarse con nombre propio.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.