Luego de un comienzo lento de temporada, perdiendo tres de sus primeros cuatro juegos, los Phoenix Suns han enderezado rápidamente el rumbo para volver a los primeros planos de la Conferencia Oeste. Su victoria de este domingo ante Houston (115-89) marcó su octavo triunfo al hilo, mejor seguidilla actual en la competencia y suficiente como para dejarlos como únicos escoltas de los Golden State Warriors con marca de 9-3.
El ataque ha estado en un nivel sostenido durante toda la campaña (6° mejor rating), pero ha sido la defensa la que les ha permitido dar un paso adelante en estas últimas semanas: en esta racha de ocho victorias apenas le están permitiendo 99,1 puntos por 100 posesiones a sus rivales, siendo la segunda mejor marca durante ese tramo de competencia (Golden State lidera con rating de 97,3). ¿Qué había pasado en aquellos primeros cuatro juegos? Rating de 113,9... el tercero peor de toda la NBA.
La reacción de los Suns en ese costado ha sido notable y tiene a un protagonista en particular: Chris Paul. El base no está siendo tan decisivo desde la anotación, promediando unos 14,2 puntos que serían de momento la marca más baja de su carrera. Sin embargo, no solo lidera la NBA en asistencias (10,4), sino que también lo hace en robos de balón: promedia 2,8 por encuentro, registro tope en sus 17 años en la competencia.
Lo de Paul siendo un especialista en cortes de balón no es nada nuevo. El nacido en North Carolina ya terminó en lo más alto de la NBA en ese rubro en otras seis campañas. Aunque claro, sí sorprende bastante por el momento en el que está volviendo a esa primera posición: venía de promediar solo 1,4 robos (exactamente la mitad) en la 2020-2021 y no termina como líder de esa estadística desde el año 2014.
Las estadísticas avanzadas también ofrecen datos muy relevantes sobre el impacto defensivo de CP3: figura segundo en cuanto a porcentaje de robo, recuperando el balón en el 4,1% de las posesiones defensivas que disputa. Al único que tiene por delante es Alex Caruso, quien comanda la competencia con un 4,4%. Sabemos que el tema cortes de balón no es lo único a considerar a la hora de evaluar el rendimiento en el campo propio, pero en el caso de Paul y Caruso es un buen indicador de su fortaleza y gran presente. De hecho, si hoy hubiera que votar por los quintetos All-Defense seguramente veríamos a ambos dentro de esas formaciones.
Un All-Defense al que Chris Paul ha ingresado nueve veces en su carrera, pero que no toca desde la 2016-2017.
Paul es una pesadilla para cualquier portabalón y driblear delante suyo significa arriesgar la bola a niveles no recomendados. Así lo descubrieron Kevin Porter Jr. y Jalen Green este domingo, en una acción que aún sin terminar en robo, le puso un moño a otra noche fenomenal del base de los Suns en defensa: sumó 5 robos y 2 tapones en 34 minutos.
Stop playing with CP3 😂 pic.twitter.com/PlOt2PdVmF
— NBA Central (@TheNBACentral) November 15, 2021
Paul es el sexto mejor de la liga en cuanto desvíos de balón (3,8 por partido) y sus números en tapones también llaman poderosamente la atención: con los dos que registró ante los Rockets ya promedia 0,5 por partido, lo cual también sería la mejor cifra de su carrera (nunca pasó de los 0,3). Y un dato más: el ex Thunder permite apenas un 2-14 de campo en acciones de uno contra uno (aclarados o poste bajo). Impasable.
Los Suns construyen su gran momento desde el campo propio, con Chris Paul comandando al grupo desde la primera línea de defensa. Los de Monty Williams vuelven a poner en juego su racha de triunfos este lunes, visitando a los Minnesota Timberwolves desde las 19 horas de la Ciudad de México y las 22 de Argentina. Los bases de los Wolves ya están avisados... cuidado con las manos rápidas del 3 de Phoenix.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
