Los Philadelphia 76ers abrieron la campaña con una sonrisa, derrotando en casa a los Boston Celtics por 107-93, en un nuevo capítulo de una de las rivalidades más importantes del Este. El juego fue parejo durante el primer tiempo (49-48 Sixers), pero los locales impusieron su jerarquía en el segundo, dejando sin chances a los de Brad Stevens.
La figura del partido fue sin dudas Ben Simmons, quien terminó con 24 puntos, 9 asistencias y 8 rebotes. Una actuación sensacional del australiano, quien se mostró extremadamente peligroso y agresivo para atacar el aro, sobre todo en transición. Además, en el ganador hubo 17 puntos de Josh Richardson, 16 de Al Horford, 15 y 13 rebotes de Joel Embiid y 15 y 15 tableros de Tobias Harris. Los mejores de Boston fueron Gordon Hayward (25 puntos) y Jayson Tatum (21 puntos y 10 rebotes).
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— Philadelphia 76ers (@sixers) October 24, 2019
Problemas ofensivos, virtudes defensivas
Más allá de ser el primer partido oficial y que es completamente lógico que ambos evidencien falta de rodaje, lo cierto es que el encuentro sacó a relucir ciertas deficiencias ofensivas para los dos conjuntos. ¿Las más importante para los Sixers? El mal espaciamiento y la clara falta de tiradores (7 de 29 en triples). A los de Brett Brown les costó muchísimo encontrar espacios en la mediacancha y recién en el último cuarto pudieron aprovechar los pocos que encontraron. Cuando pudieron correr, claro está, la historia fue distinta, de la mano de un Simmons muy punzante.
Por el lado de Boston, también se vieron defectos, aunque varios de ellos pueden estar ligados a la gran defensa de Philadelphia. Los 76ers cerraron la pintura como se preveía, gracias a la presencia de Horford y Embiid, obligando a jugadores como Tatum y Walker a forzar malos lanzamientos (12 de 40 combinados entre ambos). La visita lanzó apenas un 37% de cancha.
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Aún cuando tengan problemas en ataque, la defensa le va permitir a los 76ers mantenerse en la élite de la competencia. Pueden ser históricamente buenos en ese costado. No sólo porque poseen a dos internos del calibre de Embiid y Horford, sino porque además sumaron un par de tremendos defensores perimetrales como Josh Richardson y Matisse Thybulle, quienes ya dejaron su huella en este primer partido.
Por el lado de los Celtics, las mayores interrogantes en el campo propio pasaban por la posición de pivote. Al menos en este primer juego, Stevens confió en Enes Kanter para salir como titular y más allá de que el turco nunca ha sido brillante en ese costado, cumplió una correcta tarea y no sufrió tanto como podía esperarse ante Embiid (5 de 14 de cancha). Boston le facilitó la tarea desde lo estratégico, proponiendo algunas defensas zonales y dobles marcas para el camerunés. De todas maneras, veremos cómo responde Kanter ante equipos más peligrosos a la hora de atacar desde el pick and roll, área que siempre ha sido su mayor defecto.
Noche de presentaciones
El partido sirvió para que distintos jugadores importantes hagan sus respectivas presentaciones y varios de ellos fueron decisivos, sobre todo en los 76ers. Repasemos.
- Josh Richardson: terminó como el segundo máximo anotador de su equipo (17), además de su habitual trabajo defensivo (2 tapas y 1 robo). Será clave que enceste de afuera (0 de 4), para darle algo de tiro al quinteto inicial.
- Al Horford: más allá de sus 16 puntos, fue clave para proteger el aro. Se sintió más cómodo cuando no compartió cancha con Embiid, jugando como cinco.
- Matisse Thybulle: si bien sólo anotó 3 puntos, dio algunas muestras de su potencial defensivo, sumando 2 robos y 2 tapas en 22 minutos. Tiene todo para ser un astro en ese costado.
- Kyle O´Quinn: aunque sólo jugó 4 minutos, aportó un triple y un doble en un momento clave del encuentro. Ayudó a que Philadephia quebrase el juego.
- Kemba Walker: el base apenas lanzó 4 de 18 de cancha (12 puntos), sufriendo ante la marca perimetral de Richardson y Thybulle, más la presencia de Embiid y Horford en cada penetración. Los Celtics precisan mucho más de su parte.
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