Desde que Shaquille O'Neal lo logró por última vez en la temporada 2000-2001, apenas hemos tenido una temporada de un pivote promediando por encima de los 28 puntos en la NBA: Joel Embiid, quien en la pasada 2020-2021 se fue hasta los 28,5 con sus Philadelphia 76ers. Y si bien este año el camerunés por ahora ha bajado su producción, no deja de ser referencia inequívoca a la hora de hablar de los mejores interiores anotadores de la competencia. Tal como comprobaron equipos como Minnesota o Charlotte en las últimas semanas, rivales contra los que Embiid pasó de los 40 puntos.
Del otro lado del espectro de pivotes estelares tenemos a Rudy Gobert. Un jugador que más allá de lo que pueda aportar en ataque, se ha ganado un lugar de privilegio en la NBA como probablemente el defensor más dominante de los últimos años en la competición. No hace falta ir mucho más lejos de sus tres DPOY para aportar argumentos que sostengan esa idea.
Pero ¿qué pasa cuando se encuentra esa fuerza imparable que representa Embiid, con ese objeto inamovible que personifica Rudy Gobert? Es un buen momento para recordarlo, en la previa de lo que será el choque de esta noche entre 76ers y Jazz.
Lo cierto es que a pesar de que esta es su sexta temporada juntos en la liga, Embiid y Gobert se han enfrentado en apenas seis ocasiones previas. En cuanto a récord, ese duelo favorece a Philadelphia por 4-2, habiendo ganado los últimos dos cruces entre ambos gigantes (2021 y 2019). El camerunés promedia 23,8 puntos y 12,8 rebotes en esos partidos, mientras que el francés aporta 15 puntos y 11,3 rebotes. Pero claro, tenemos diferentes tramos o jugadas en los que pueden no estar enfrentándose uno contra uno, por lo que resulta más interesante poner el foco específicamente en esas acciones.
Y para hacerlo todavía más interesante, teniendo en cuenta el poco peso ofensivo de Gobert como referencia de los ataques del Jazz, analicemos qué sucede cuando tenemos ese esperado Embiid con el balón contra Gobert en defensa.
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En total encontramos 67 posesiones de ese estilo, de las cuales Embiid lanzó un 21-57 de campo y obtuvo 10 infracciones de lanzamiento. Ese 21-57 representa apenas un 36,8% de acierto, muy por debajo del 48,4% que la estrella de los Sixers promedia en su carrera. El impacto de la marca de Gobert parece ser muy claro.
¿Qué pasa si reducimos todavía más la búsqueda y solo hablamos de posesiones totalmente de uno contra uno, como son las de poste bajo y aclarados? Allí encontramos 33 jugadas y el impacto de Gobert sigue siendo notorio: 9-28 para Embiid, con 5 infracciones de tiro obtenidas.
Apenas un 32,1% de acierto, producto de un 8-23 en las posesiones de poste bajo y un 1-5 en las de aclarados.
No hay dudas: como ante tantos otros rivales, Gobert ha sido capaz de ponerle un freno al pivote de los 76ers, bajando sus porcentajes a niveles realmente pobres. Para ponerlo en contexto, ese 9-28 ante Gobert en acciones puramente de uno contra uno (poste bajo y aclarados), se transforma en un 15-24 para un 62,5% de campo ante cualquier otro defensor de Utah durante esos partidos.
El único punto positivo que puede sacar Philadelphia de este repaso es que lo mejor de Embiid ante Gobert llegó justamente en el último enfrentamiento. El mismo no solo terminó en victoria de los Sixers por 131-123, sino que además JoJo dominó ese duelo con absoluta claridad: 40 puntos y 19 rebotes, contra solo 12 tantos y 9 tableros de Gobert. ¿Se repetirá la historia este jueves?
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.