Luego de perder un par de noches atrás dejando una mala imagen ante Memphis Grizzlies, los Philadelphia 76ers dieron un giro de 180 grados y dominaron a los Boston Celtics como visitantes por 106-96. Un marcador que no termina de reflejar lo contundente de la actuación de los de Rivers, quienes lucieron demasiado superiores a un rival que en teoría, debería ser más competitivo frente a ellos. Aunque claro, no si nos guiamos por lo que uno y otro viene haciendo en la 2020-2021.
¿Cuál fue la gran diferencia con respecto a lo hecho ante Memphis por los Sixers? La misma tiene nombre y apellido: Joel Embiid. El camerunés no había jugado ante los Grizzlies y su regreso fue absolutamente decisivo para que la visita controle el encuentro con comodidad. Más allá de su sólido récord sin Embiid, la diferencia entre lo que hace Philadelphia cuando tiene a su máxima figura disponible, con respecto a lo que muestra sin él, es enorme. No solo por lo que da el africano, sino por la poca profundidad que hay detrás suyo (básicamente Mike Scott y Dwight Howard).
El impacto de Embiid no solo se mide en lo que da a los Sixers, sino en lo que le saca a los juegos interiores rivales, al cargarlos de infracciones. Y eso para un equipo con una rotación tan corta como la de Boston, acabó siendo fatal: Robert Williams, quien tomó esa asignatura defensiva desde el arranque, apenas pudo jugar 13:55 minutos, antes de salir con 6 infracciones. La baja de su pivote titular obligó a Stevens a usar en esa posición a jugadores como Luke Kornet, Semi Ojeleye y hasta Tacko Fall (9 minutos), pero ninguno pudo detener consistentemente a esa bestia llamada Joel Embiid.
El pivote de los Sixers fue nada menos que 20 veces a la línea de libres (más que los 18 totales de su rival), de los cuales convirtió 16. ¿Sus números finales? 35 puntos, 6 rebotes y un 9-19 de cancha en 33 minutos. Boston jamás encontró la manera de detenerlo, aunque en favor de los Celtics, pocos lo han hecho en esta campaña... si es que alguien ha podido.
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— Philadelphia 76ers (@sixers) April 7, 2021
La tarea de Embiid y un muy buen partido de Danny Green (17 puntos, 5-6 en triples) ayudaron a compensar otra noche apagada de Ben Simmons en ataque (12 puntos, 6 asistencias) y una actuación errática de Tobias Harris (10 puntos, 4-11 de cancha). Esta vez, poco importó.
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La otra gran diferencia entre lo mostrado esta noche por Philadelphia y lo de su última presentación, pasó por lo defensivo. Ante Boston volvió a verse ese equipo que no da un centímetro de ventaja y que no por casualidad posee el segundo mejor rating de la liga en ese costado. Los Celtics, que no contaron con Evan Fournier, venían de dos buenos partidos a la hora de mover el balón, pero se vieron absolutamente abasallados por el juego físico e intenso de los Sixers: apenas sumaron 19 asistencias contra 22 balones perdidos.
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Jayson Tatum (20 puntos) y Jaylen Brown (17 puntos) tuvieron actuaciones correctas, aunque lejos de sus mejores noches. El problema es que nadie más pasó de los 14 puntos en el local y sobre todo, que ninguno de sus suplentes consiguió más de 6 unidades. De nuevo, la baja de Fournier es sin dudas sensible, pero aún con el francés, la falta de variantes confiables en la segunda unidad es un defecto claro para los de Stevens.
La victoria vuelve a dejar a Philadelphia empatado en lo más alto del Este junto a Brooklyn, ambos con marca de 35-16. Boston, por su parte, quedó igualado con los Knicks en el séptimo lugar, ambos con registro de 25-26.
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