Ocho años atrás, el 23 de marzo del 2012, el Oklahoma City Thunder y los Minnesota Timberwolves protagonizaban uno de los partidos de Fase Regular más espectaculares de la década. No solo por el goleo alto (149-140 para OKC en doble prórroga), o la serie de tiros en el clutch que anotaron Kevin Love y Kevin Durant, sino por sobre todas las cosas, debido una serie de actuaciones individuales realmente fenomenales.
Más | Un día como hoy en la NBA: La noche en la que Philadelphia 76ers le ganó dos partidos a New Jersey Nets
Empecemos por el ganador. Russell Westbrook terminó con la que hasta ese momento era la máxima cifra anotadora de su carrera: 45 puntos, con un eficiente 17-28 de campo, además de 6 asistencias y 4 rebotes. A su lado, Kevin Durant no se quedó atrás: 40 puntos, 17 rebotes, 5 asistencias, 3 robos, 15-26 de campo. Mientras que para completar el tridente de +40, Kevin Love sumó 51 tantos y 14 rebotes para Minnesota, lanzando 16-27 de cancha.
Las 85 unidades que sumaron entre Russ y KD, no fueron la mayor combinación entre ambos. De hecho, el 19 de febrero de ese mismo 2012, poco menos de un mes antes del duelo ante los Timberwolves, Durant anotó 51 puntos y Westbrook 40, para vencer a Denver por 124-118. En ese juego, también hubo un poco común triple-doble de Serge Ibaka, con 14 puntos, 15 rebotes y 11 tapones. Claro, estábamos en pleno pico de aquel Oklahoma City que terminaría cayendo en las Finales ante el Miami Heat por 4-1.
También podríamos hablar del triple-doble de JJ Barea, con 25 puntos, 14 asistencias y 10 rebotes, los 23 tantos de Anthony Tolliver o los 25 de James Harden. Pero vamos a hacer foco en los tres anotadores principales. ¿Cuántas veces ocurrió que tres jugadores superen los 40 puntos en un mismo partido? No muchas.
La primera de la que se tiene registro ocurrió el 6 de marzo de 1982, en la victoria de San Antonio ante Milwaukee por 171-166 en triple tiempo suplementario. En el ganador hubo 50 puntos de George Gervin y 45 más 11 rebotes de Mike Mitchell, mientras que Brian Winters trajo 42 unidades desde el banco de los Bucks. Curiosamente, otro suplente de ese equipo, como Junior Bridgeman, también superó los 30 tantos (terminó con 31).
El otro antecedente, como no podía ser de otra manera, aparece un año más tarde, en el que es hasta hoy el juego de mayor anotación de la historia NBA: el 186-184 de Detroit ante Denver, el 13 de diciembre de 1983, también en triple suplementario. Allí no se conformaron con tres, sino que ¡cuatro jugadores pasaron de las 40 unidades!
En los Pistons hubo 47 puntos más 17 asistencias de Isiah Thomas, acompañado por los 41 puntos de John Long. Kelly Tripucka se quedó cerca, con 35. ¿Los mejores de los Nuggets? Kiki Vandeweghe sumó 51 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias, mientras que Alex English terminó con 47 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias. Un partido que se terminó transformando en el sueño de todo amante de las estadísticas y los récords.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.