¿Qué es exactamente lo que forma a un crack?, ¿cuáles son las circunstancias o motivos que llevan a que alguien llegue a lo más alto en su disciplina?, ¿pasa por sus años de formación y el ámbito que lo acompaña en su crecimiento?, ¿pasa por su mentalidad o por sus virtudes físicas?, ¿cuánto influye la suerte y las casualidades?, ¿se trata en realidad de algo innato?
En algunos casos no es difícil llegar a una respuesta al menos aproximada: ejemplos de jugadores deportivamente privilegiados sobran, quienes por diferentes razones, tienen un contexto favorable desde una temprana edad. Sea por los formadores a los que tienen acceso, la calidad de los equipos de los que forman parte, las instalaciones que poseen a su disposición... aún sin restarles ningún tipo de mérito, no resulta complicado entender cómo alguien con dichos recursos puede al menos llegar a ser la mejor versión posible de si mismo. En la carrera de cualquier jugador aparecen obstáculos que sería injusto menospreciar, pero es innegable que algunos cuentan con muchas más herramientas en su poder para sortearlos que otros.
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El ejemplo de Gabriel Deck va claramente por otro camino y es el que nos despierta tantos interrogantes que comienzan con un ¿cómo?... ¿cómo es que un chico formado en Colonia Dora, una localidad de Santiago del Estero con poco más de 2 mil habitantes y sin acceso a un aro de básquet "real" o a una cancha profesional durante buena parte de su infancia, es hoy noticia por su fichaje con Oklahoma City Thunder?
Si de trayectorias poco probables hablamos, no debe haber muchas más extraordinarias, en el sentido más literal de la palabra, que la de Deck. Un caso donde el "ser la mejor versión posible de uno mismo" se queda demasiado corto. Con el santiagueño sería más preciso hablar de la creación a la fuerza de una versión suya, que analizando friamente todos los factores, jamás debió haber existido. No solo por lo improbable de llegar desde su querida Colonia Dora a la liga deportiva más popular del mundo, sino también por cuestiones estríctamente deportivas. Y sin embargo, esa versión actual de un Deck NBA existe.
¿Cómo? Si hubiera una fórmula para repetir, no hablaríamos de una historia tan extraordinaria, ¿no?
De lo que sí podemos hablar con seguridad es de los méritos que no solo recaen sobre el propio Deck, sino también en su entorno. Que aún sin ninguno de esos privilegios que marcábamos, pudieron acompañar y facilitar la creación de esa versión improbable: desde el apoyo de sus padres, con el ícono de ese viejo volante de tractor que fue improvisado como aro de básquet cuando tenía 8 años, a los duelos con su hermano mayor Joaquín (también jugador profesional). Y por supuesto, al acompañamiento y proceso formativo que tuvo en Quimsa desde su llegada en 2009 al club del que siempre había sido hincha, pero al que jamás había podido ver en vivo por la distancia entre Dora y la capital santiagueña (unos 165 kilímetros). Y claro, ya en los años siguientes, imposible no destacar a los distintos entrenadores de élite que lo potenciaron. Silvio Santander, Sergio Hernández, Gonzalo García, Pablo Laso... solo por nombrar a algunos.
El campo de juego improvisado en el que Deck (camiseta de los Spurs de Ginóbili) practicaba en Colonia Dora junto a su hermano Joaquín.
Deck, que por entonces era un jugador netamente interior con altura y cuerpo de perimetral, hizo su debut en la Liga Nacional de Argentina con apenas 14 años, un 15 de enero del 2010 en un duelo entre Quimsa y Quilmes de Mar del Plata. Tortuga empezaba a destacar a nivel nacional con su categoría, pero debido al tema físico (y a su falta de tiro externo) había dudas sobre su potencial internacional. Las limitaciones parecían ser claras y más aún cuando aparecieron algunos años de estancamiento en su progreso, potenciados por lesiones y falta de minutos en el primer equipo.
De hecho, sería recién en el 2014, ya con 19 años, cuando empezó a tener un rol considerable en Quimsa, jugando 14,9 minutos en esa temporada y promediando 5,8 puntos. Su salto para la 2014-2015, sin embargo, sería absolutamente notable: Deck se ganó la titularidad en aquel gran equipo de Silvio Santander, pasó a promediar 11,4 puntos y 5 rebotes en 24 minutos, extendió algo más el alcance de su tiro (sobre todo en la media distancia) y fue absolutamente decisivo para conseguir el título de esa Liga Nacional.
Los premios de final de temporada en aquel torneo lo marcaron como el Jugador de Mayor Progreso en la 2014-2015. Pero lejos de quedarse en ese salto de calidad, el santiagueño siguió creciendo a pasos agigantados.
🐢🔥 Gabriel Deck, con 20 años, anota 9 de los 16 puntos de Quimsa en el 4C del juego 6 de las Finales de Liga Nacional ante Gimnasia de Comodoro en el Socios Fundadores. Hoy, justamente, se cumplen cinco años de ese encuentro que le dio el título de @AAQuimsa cc @gabriel_deck. pic.twitter.com/NBrRACavog
— Básquet Argentina (@BasketArgentina) July 15, 2020
Deck ya era considerado uno de los mejores jugadores del certamen en la 2015-2016 y el arribo a San Lorenzo para la siguiente Liga Nacional terminó de consolidarlo como la mayor estrella de la competencia. Un salto que aún con lo exitoso que acabó siendo, no fue nada fácil para Gabriel, quien por su forma de ser, ya había sufrido la transición de Colonia Dora a la capital de Santiago y más aún sintió el cambio de mudarse a una metrópolis como Buenos Aires. Y encima al equipo sobre el que más atención había puesta desde un punto de vista mediático.
Pero como durante toda su carrera, esas barreras que podrían haber detenido a otros, en su caso no fueron más que una escalera hacia su evolución. Personal y basquetbolística.
Deck ayudó a San Lorenzo a ganar absolutamente todo en los siguientes dos años: Liga Nacional 2016-2017, Liga Nacional 2017-2018, Súper 4 2017, Liga de las Américas 2018. Y siempre como una figura decisiva: MVP de las Finales de la Liga 2017 y 2018, MVP de las Finales de la Liga de las Américas 2018, MVP de la temporada 2017-2018... en fin, un dominio total, que lógicamente lo colocó también como una parte clave del seleccionado argentino.
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Con Argentina debutó oficialmente en los Juegos Panamericanos 2015 y no ha salido desde entonces (incluyendo los JJOO 2016), sumando un oro en los Panamericanos de Lima 2019 y el subcampeonato en el Mundial de China de ese mismo año. De nuevo, siempre como pieza protagónica de esos equipos.
¡El pase largo de Facu Campazzo para la volcada de Gabriel Deck! pic.twitter.com/WxZ1vK3EJ2
— CABB (@cabboficial) September 15, 2019
¿El siguiente paso en su evolución? Real Madrid. Al igual que en los últimos años de Facundo Campazzo en Peñarol, estaba claro que la Liga Nacional le quedaba chica y su destino fue justamente el mismo equipo con el que Facu llegó a España. Aunque a diferencia del base, Tortu se transformó de inmediato en un jugador importante para los de Laso, si bien sus minutos fueron creciendo año a año: promedió 15,1 en la 2018-2019, subió a 20,7 en la 2019-2020 y está en 23,6 en la actual campaña.
Los títulos tampoco se detuvieron. Todo lo contrario: tricampeonato de la Súpercopa (2018, 2019, 2020), campeón de la Liga ACB (2018-2019), campeón de la Copa del Rey (2020). Y hasta hoy parte de un conjunto que lidera el torneo doméstico con una marca impresionante 27-1 y que también consiguió su clasificación a las instancias definitorias en la Euroliga.
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Con voluntad, sacrificio y enorme capacidad, Deck ha logrado responder todos los interrogantes que había sobre su juego y capacidad de adaptación a cada nivel. Mejoró muchísimo su tiro externo (supera el 40% en triples en esta Euroliga y ya estuvo en esas cifras en la pasada ACB), demostró que puede defender a jugadores más altos y fuertes cerca del aro y dejó en claro que su personalidad reservada es solamente una capa exterior que esconde a un competidor absolutamente feroz y ganador. Un león.
De Colonia Dora a Santiago. De Santiago a Buenos Aires. De Buenos Aires a Madrid. Si cada una de esas transiciones han sido más exitosas de lo que el más positivo de los pronósticos podía esperar, ¿por qué dudar de este Madrid a Oklahoma City?... ¿Cómo? Solo Gabriel Deck tiene la respuesta.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
