New York Knicks es una de las franquicias con más seguidores en la NBA: New York es una ciudad 100% amante del básquetbol. Aunque su equipo haya llegado solamente dos veces a las Finales en los últimos 46 años y de que hayan ganado apenas una serie de Playoffs en todo el siglo XXI, temporada tras temporada los fanáticos de los Knicks encuentran distintas razones para creer que su equipo finalmente podrá recuperarse. Esta vez, la nueva esperanza de New York Knicks llega desde Canadá: se trata de RJ Barrett.
A pesar de haber terminado con récord negativo en 15 de las últimas 18 temporadas, el último Draft fue recién la primera vez en la que New York tuvo un pick top 3 en ese período,. Los Knicks no elegían entre los tres primeros desde que escogieron a Patrick Ewing con la primera elección en el Draft de 1985, el primero desde que existe el sistema de lotería. Justamente la lotería todavía debe tener enojados a los aficionados de los Knicks: terminaron con el peor récord de la 2018-2019 (17 victorias y 65 derrotas, igualando a la 2014-2015 como la peor temporada de la historia de la franquicia) pero el sorteo les jugó una mala pasada y los dejó con el pick 3 en vez del esperado 1 con el que hubiesen sumado a Zion Williamson.
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Barrett no será Williamson, pero es un talento joven que entusiasma a futuro y que ya tendrá un rol central en el equipo que debuta este miércoles por la noche visitando a San Antonio Spurs (a las 19:30 horas de México y 21:30 horas de Argentina). RJ es un goleador puro, un escolta con gran capacidad atlética que tiene su mirada fija en el aro y posee distintos recursos para anotar, más que nada creándose sus propias oportunidades, lo que ayudará a New York con uno de sus puntos débiles que es el armado de juego.
En la pretemporada el entrenador David Fizdale lo hizo jugar mucho: Barrett promedió 37,4 minutos por partido, siendo con claridad el jugador que más tiempo de juego tuvo en los amistosos. El segundo que más jugó de toda la NBA fue su compañero Julius Randle, llamado a ser el líder de los Knicks esta temporada, con 31,3 minutos, mucho menos que el rookie canadiense.
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15,8 puntos, 6,8 rebotes y 3,3 asistencias fueron los números de RJ en pretemporada, con una efectividad del 46,3% de campo y 33,3% en triples. Sus porcentajes mejoraron bastante respecto a la Summer League, donde había tirado un 37,3% de campo y 28,6 desde el perímetro. Barrett va a tomar muchos tiros por partido, y si es eficiente tranquilamente puede anotar 15 unidades por encuentro y ser uno de los candidatos al premio del Novato del Año.
"Somos competitivos y vamos a pelear"
Si hay algo que los New York Knicks aseguran de cara a esta temporada, es que serán un equipo con mucho carácter. Julius Randle, Marcus Morris, Taj Gibson y Bobby Portis son sus principales refuerzos, jugadores de mucha intensidad que no escapan para nada al roce. Conociendo lo que fue el Memphis Grizzlies de David Fizdale, los Knicks plantearán una guerra a sus oponentes en cada partido.
Ese análisis coincide con lo dicho por Barrett a Slam Magazine: "No somos los favoritos, pero vamos a ser muy competitivos y dar pelea, esa es nuestra identidad. Vamos a pelear por todo lo que consigamos".
Canadiense, pero conectado con New York
RJ, hijo de Rowan Barrett (actual manager de la Selección de básquet de Canada, disputó un Juego Olímpico, dos Mundiales y jugó de forma profesional en 12 equipos del mundo, incluido Boca Juniors en Argentina) y ahijado del dos veces MVP de la NBA Steve Nash, nació en Toronto y vivió gran parte de su infancia en Francia, pero tiene una conexión con New York que antecede su llegada a los Knicks.
El novato comentó que su abuelo era fanático de la franquicia y le enseñó muchas cosas sobre la historia del equipo. "Creci viendo videos de Patrick Ewing y John Starks todo el tiempo", narró el jugador surgido de la Universidad de Duke. "Me motiva ver el Madison Square Garden, intentaremos que vuelva a ser como era entonces, haremos todo lo posible", agregó el escolta.
Su padre, Rowan, le contó a la misma revista que cuando viajaban a visitar familia en New York, lo llevaba a RJ a las canchas callejeras para que desarrolle su juego. "RJ aprendió el estilo europeo y el estilo de New York", explicó Rowan, "en New York no se juega con muchos tiros, sino que se trata más sobre acercarse al aro, y nadie cobra faltas. Lo llevaba allí en el verano y eso sirvió para desarrollar su temperamento en la cancha".
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.