Dos partidos de pretemporada no pueden ser medida a la hora de evaluar resultados. Sin embargo, si hablamos de propuestas tácticas y estratégicas buscadas por un determinado equipo y entrenador, ahí sí pareciera ser más válido sacar algunas conclusiones. Este segundo caso es el que nos ocupa en esta ocasión, con unos New York Knicks que están mostrando una versión ofensiva completamente renovada en relación a la 2020-2021. No solo en cuanto a nombres, con la llegada de Evan Fournier y Kemba Walker como piezas centrales, sino también desde su idea de juego.
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Entre todas las virtudes que tuvieron los de Thibodeau en la 2020-2021, el poderío anotador y sobre todo la amenaza perimetral, no estuvieron entre ellas. Terminaron 26° en puntos por partido, 23° en rating ofensivo, 21° en triples convertidos y 27° en triples intentados. Déficits que no golpearon duro en la Fase Regular pero que sí pasaron factura en la postemporada durante la caída en cinco juegos ante los Atlanta Hawks, llave en la que solo promediaron 97 puntos y se quedaron en 96 o menos en los últimos tres compromisos.
Para que la última campaña del equipo no quedara en algo aislado, los Knicks debían dar un paso adelante en ofensiva. Y tan importante como eso: modernizarse y adaptarse a la NBA actual. Una en la que ganar sin tiro exterior es prácticamente imposible. Los movimientos de mercado ya daban la idea de que los neoyorquinos podían dar ese salto en la 2021-2022. Cambiar a Elfrid Payton y Reggie Bullock por Kemba Walker y Evan Fournier era una clara señal de progreso. Sin embargo, restaba verlo en cancha... y vaya que lo estamos haciendo.
New York dio muestra de ese progreso en su debut en la pretemporada, venciendo a Indiana por 125-104. Pero llevaron esa metamorfosis al extremo este sábado, durante la victoria sobre Washington por 117-99. No tanto por la anotación, sino por cómo llegaron esas 117 unidades: ¡con 24 triples convertidos sobre 52 intentados! Nueve manos diferentes anotaron al menos dos tiros de tres frente a los Wizards: RJ Barrett (4), Kevin Knox (4), Derrick Rose (3), Immanuel Quickley (3), Obi Toppin (2), Evan Fournier (2), Kemba Walker (2), Alec Burks (2) y Quentin Grimes (2). Un verdadero festival que hubiera sido impensado hasta hace poco.
Knicks/Wizards Preseason Rewatch
— Ariel (@APachecoNBA) October 10, 2021
Knicks have been generating a ton of open 3's, including corner ones. Here Fournier draws the double leaving beal to play both RJ and Gibson. Kemba takes a step towards Gibson to engage Beal and create the angle for the RJ corner 3. pic.twitter.com/E3kToehFof
Para poner en contexto, los Knicks no anotaron ni siquiera 20 triples en ningún partido de la 2020-2021. Mientras que tampoco pasaron jamás de los 45 intentos. Tras dos encuentros de pretemporada promedian 17,5 conversiones externas contra solo 11,8 de la temporada pasada. Y aunque ese número se le puede adjudicar a un par de noches inspiradas, el que resulta más difícil de descartar es el de intentos: 44,5 contra los apenas 30 de la 2020-2021... casi 15 más. Y allí hay no hay fortuna, sino decisión.
Las llegadas de Fournier y Walker, más un especialista triplero como el novato Grimes, no son los únicos nombres que le están dando otra cara a New York. También hay cambios en el seno mismo del plantel y en nadie se nota más ello que en RJ Barrett. El canadiense ya viene de un buen segundo año NBA, promediando 17,6 puntos con un 40% de acierto en triples en 4,3 intentos por encuentro. Pero si bien ese porcentaje tirador era indudablemente elevado, el número de lanzamientos era algo bajo para un perimetral que jugó casi 35 minutos por partido.
¿Qué vemos en esta pretemporada? En solo 28 minutos de media, ya ha elevado su promedio de intentos tripleros a 7 por partido. Y aún así sostiene una eficacia sobresaliente: 50%. Sí, una muestra muy pequeña, pero hay indicios que no pasan desapercibidos y este es uno de ellos. Los Knicks ahora tienen muchísima mayor creación con el balón en su formación inicial con nombres como Walker, Fournier y Randle, por lo que es lógico que el foco de Barrett esté en consolidarse como un tirador a pie firme letal. Y de momento, eso es exactamente lo que viene haciendo.
Back-to-back 3s for RJ early 👌👌 pic.twitter.com/LQMh25Vrhe
— KNICKS ON MSG (@KnicksMSGN) October 9, 2021
Mantener esta producción triplera y anotadora durante toda la 2021-2022 será prácticamente imposible para los Knicks o para cualquier otro equipo. Pero que la cara del equipo es otra, ya podemos observarlo a simple vista. El desafío estará en evitar la famosa manta corta y que ese crecimiento en un costado de la cancha no termine destapando el otro.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
