Como viene siendo costumbre en los últimos años, el caos reinaba en New York Knicks al comenzar la temporada 2019-2020. Dirigido por David Fizdale, el conjunto neoyorquino no encontraba la vuelta, no sólo desde los resultados, donde tenían un balance de 4-18 hasta que la gerencia decidió despedir al ex entrenador de Memphis Grizzlies, que se marchó siendo el director técnico con peor récord en la historia de los Knicks (21-83).
A principios de diciembre, hace exactamente un mes (el 7/12/19), hizo su debut en el cargo y en la NBA Mike Miller, un desconocido de 55 años sin experiencia como basquetbolista profesional, que había sido el entrenador del equipo de G-League de los Knicks entre 2015 y 2019 (fue elegido el mejor coach de la liga en la 2017-2018) y que al comenzar la temporada actual se sumó al equipo de la NBA como asistente.
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En este mes con Miller, el DT interino puso "la heladera en la cocina y el inodoro en el baño", una forma de decir que acomodó las cosas de forma simple, y eso le trajo resultados rápidamente al equipo azul y naranja. NYK ganó 6 de los últimos 14 partidos, un promedio de victorias que de tenerlo desde el comienzo de la temporada hoy lo posicionaría en la lucha por un lugar en Playoffs, a pesar de que sólo 5 de esos 14 juegos fueron en el Madison Square Garden.
Los Knicks visitarán a Los Angeles Lakers en la noche de este martes antes de hacer lo mismo con Utah Jazz el miércoles, cerrando de esta forma una gira de cuatro partidos por el Oeste en la que hasta ahora no festejaron (perdieron 120-112 con Phoenix Suns y 135-132 con Los Angeles Clippers), pero con Miller las cosas van más allá de los resultados obtenidos en una temporada que ya está difícil de recuperar (récord de 10-26 que los tiene penúltimos en la Conferencia Este, a seis triunfos de Playoffs).
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A través de Mitchell Robinson, Elfrid Payton y Julius Randle podemos explicar un poco a los Knicks de Miller.
Mayor protagonismo de Mitchell Robinson
Uno de los jugadores más beneficiados por el cambio de entrenador fue Mitchell Robinson, el joven pivote de 21 años que es una de las esperanzas principales del futuro de los Knicks por su increíble capacidad atlética.
Robinson ya tenía minutos con Fizdale, de hecho jugó 20 minutos por partido como novato, siendo titular en 19 juegos, y comenzó como inicial en esta campaña, en la que promediaba 21 minutos por partido con el director técnico anterior. Pero Miller no sólo lo deja más tiempo en cancha de una forma más regular (promedia 24,7 minutos desde el 7 de diciembre, jugando siempre un mínimo de 21 minutos excepto el partido con Washington, en el que cometió faltas cada vez que volvía a la cancha), sino que le proporciona un contexto en el cuál Robinson se siente más cómodo.
El pivote no es un jugador fino y su experiencia menor a la de otros jugadores de su edad (no jugó básquet universitario o profesional antes de llegar a la NBA, sino que estuvo casi todo un año entrenándose por su cuenta) contribuye a que no sea muy ducho tácticamente, pero tiene un lugar en la liga por sus 2,13 metros y sus increíbles cualidades físicas, como su capacidad de salto y sus 2,24 metros de envergadura de brazos.
Sistemas defensivos más simples que la complejidad que intentaba Fizdale, con muchas zonas y switches en un equipo que constantemente parecía perdido en la cancha y terminaba liberando a algún rival, ayudan a que jugadores como Robinson tengan una tarea más fácil, más básica, y que la puedan cumplir de forma más eficiente. No van a salir campeones jugando así, pero si pueden presentar mayor batalla en los partidos si al menos limitan los errores propios.
Con Fizdale, los Knicks estaban entre los equipos que más tiros permitían desde la línea de tres puntos y desde cerca del aro, las oportunidades más beneficiosas para el rival. Con Miller buscan evitar tantos switches y jugadores como Robinson se pueden preocupar más de proteger el camino hacia el aro. Allí es donde Mitchell, que promedia 3 tapones cada 36 minutos, los recibe. Con Robinson en cancha, el % de acierto del equipo rival cerca del aro es casi un 15% menor que sin el pivote, lo suficiente para garantizar su presencia sobre el parquet siempre y cuando no tenga problemas de faltas, algo recurrente en él.
Del otro lado de la cancha, los cambios de Miller también lo ayudaron a mejorar. El nuevo DT apuesta más por ofensivas de pick & roll que aprovechan al potencial DeAndre Jordan que vive en Robinson. De los 5,1 tiros que intentaba con Fizdale creció a 7,4 y con un mayor % de acierto (de 68,5% a 72,1%, con un 83% en las jugadas de pick and roll). Por eso también es que New York convierte 113 puntos cada 100 posesiones con Robinson en cancha y apenas 99 sin él.
Hace poco de hecho tuvo la mejor actuación de su carrera, los 22 puntos y 8 rebotes ante Portland Trail Blazers con un perfecto 11-11 en tiros de campo, dando un verdadero show de volcadas, con varios ataques en los que instantáneamente tras sacar de fondo salía corriendo disparado hacia el aro y aprovechaba la distracción de los rivales para recibir un alley-oop sólo.
Elfrid Payton, el dueño de la base
El otro jugador de gran impacto desde la llegada de Miller es Elfrid Payton, que en los últimos partidos se adueño del puesto de base titular y fue quién comandó al equipo en las tres victorias consecutivas obtenidas ante Brooklyn, Washington y Portland.
Lo de Payton no es tanto culpa de Fizdale, ya que el ex entrenador apenas pudo utilizar en cinco partidos al ex Pelicans, padeciente de una lesión en uno de sus isquiotibiales. Pero con Miller fue ganando confianza, desbancó al francés Frank Ntilikina del equipo titular y demostró que es el único base natural que posee el plantel de New York. Debutó como titular con 10 asistencias ante Milwaukee y luego repartió 12 ante los Wizards, con un promedio de 8 pases-gol por partido desde que forma parte del quinteto inicial. Antes de esos juegos de Payton, ningún jugador de NYK había llegado al doble dígito en asistencias en la 2019-2020.
Julius Randle recuperó su nivel
El otro cambio significativo se aprecia en Julius Randle, que llegó a New York luego de promediar 21,4 puntos, 8,7 rebotes y 3,1 asistencias en New Orleans Pelicans y con deseos de llegar a su primer All-Star Game, pero fue una de las grandes decepciones del comienzo de la 2019-2020.
Los números de Randle con Fizdale estaban lejos de lo esperado: 16,8 puntos, 8,5 rebotes y 3,5 asistencias, con 3,3 pérdidas por partido y un 44,2% de campo bastante menor al 52,5% de sus tres temporadas anteriores. Era el jugador que intentaba cargarse un equipo disfuncional, casi sin tiradores, que no generaba espacios para jugadores como Randle.
Ahora la cosa cambió un poco, Randle recibe más juego de parte de Payton y Ntilikina que lo que intentaba hacer antes por cuenta propia, fuerza menos y mejoró bastante: 21,4 puntos, 10 rebotes y 3 asistencias, achicando las pérdidas a 2,3 y subiendo la efectividad de campo a 46,6% con dos intentos más de tres puntos por partido que los que lanzaba antes. Así el ala-pivote logró tres partidos consecutivos en los que llegó a 30 puntos (35 contra Washington, 33 contra Brooklyn y 30 nuevamente ante los Wizards) y fue determinante en todas las victorias, aportando doble-dobles o al menos unos 25 tantos.
¿Cómo ver Los Angeles Lakers vs. New York Knicks?
El partido (a las 21:30 de CDMX y 00:30 de Argentina) no será televisado en Latinoamérica pero podrás seguirlo mediante la plataforma oficial de la liga, el NBA League Pass (con subscripción).
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