Puede que estos New York Knicks no sean el equipo más lucido o talentoso, ni de la liga ni de la Conferencia Este. Pero si hay algo que poseen por encima de casi cualquier otro conjunto es su espíritu de lucha. Nunca se los puede dar por vencidos y mucho menos si están jugando en casa ante la tumultuosa afición neoyorquina. Su memorable victoria de este jueves ante los Boston Celtics por 108-105 fue la prueba más fehaciente de ello.
Los Celtics estaban totalmente en control del partido, llegando a tener máxima de 25 en el cierre del segundo cuarto. Sin embargo, New York tuvo unos buenos últimos minutos del primer tiempo (bajó a -16) y poco a poco, fue recortando la brecha en la segunda mitad, impulsado por nombres como Julius Randle, Immanuel Quickley y por encima de todos, Evan Fournier. Lo del francés fue una clase magistral absoluta, teniendo por lejos el mejor partido de su carrera. Ya hablaremos de números e hitos, pero lo importante es que el ex Boston se encargó de seguir acercando a New York, al punto de terminar de borrar por completo la diferencia durante el último período.
Una de las clásicas flotadoras de Quickley adelantó a los locales por dos en el último minuto, pero luego de que Barrett y Randle fallaran un par de libres, Jayson Tatum consiguió empatar el marcador en 105 con este hermoso doble a falta de un segundo.
El problema es que New York todavía tenía una última chance y con ella, se terminaría de concretar una noche de película, gracias a este espectacular triplazo ganador de RJ Barrett.
RJ BARRETT CALLED GAME pic.twitter.com/KOIFmnuvFa
— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) January 7, 2022
Ahora sí, algunos números. Empezando por la noche soñada de Evan Fournier: 41 puntos, 8 rebotes, 2 asistencias, 15-25 de campo y 10-14 en triples. No solo se trató de la máxima anotación de su carrera, sino que pulverizó su tope previo: era de 32 unidades.
Pero atención al dato porque impacta. Fournier enfrentó a Boston, su ex equipo, en tres ocasiones en esta 2021-2022. En el primer partido le anotó 32 puntos, igualando su máxima histórica. En el segundo, otros 32... igualando nuevamente su máxima histórica. Y en el tercero, rompiendo esa máxima con sus 41 unidades de este jueves. Tres partidos frente a los Celtics en la temporada, tres career highs.
En el ganador aparecieron también 22 puntos y 8 rebotes de Julius Randle, 16 tantos desde el banco de Immanuel Quickley y 13 puntos y 6 asistencias de RJ Barrett, quien obviamente sumó los 3 tantos más importantes de la noche.
Big shot by Quick 😤 pic.twitter.com/dN7gsc0yIo
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La derrota es un símbolo de la temporada de Boston. Un equipo tremendamente irregular de partido a partido, pero también dentro de los propios encuentros y con un déficit que se repite: su rendimiento en el clutch. Porque si bien Tatum respondió y brilló en esa instancia, lo cierto es que se volvió a ver a esos Celtics completamente dependiente del alero, que no parecen tener demasiadas barajas en el mazo fuera de la resolución individual de su mejor hombre. Y las pocas veces que apostaron por algo diferente, tampoco encontraron buenos resultados (sobre todo cuando la idea fue jugar para Dennis Schroder).
Tatum terminó con 36 puntos, 9 asistencias, 6 rebotes, 12-21 de campo, 6-11 en triples y 6-6 en libres... más no pudo hacer. El mencionado Schroder también tuvo buenos números (20 puntos, 8-12 de campo) pero con varios errores costosos en el tramo de definición. Una derrota que duele especialmente para los de Udoka, por el +25 desperdiciado y por llegar frente a un rival directo (ambos entraron con marca de 18-20, empatados en el décimo lugar del Este). Pero claro, esas caídas dolorosas se repiten y repiten para un Boston que no logra salir de un presente ciertamente negativo.
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