Argentina sigue sumando sonrisas en esta temporada 2020-2021 que, sorprendentemente, terminaría con tres jugadores del país en planteles de la NBA. No es que éstos no tengan completamente merecidos sus lugares, está claro. Pero si la llegada de Facundo Campazzo a Denver Nuggets en la previa del curso ya era cuestión para celebrar, los arribos de Gabriel Deck a Oklahoma City Thunder y, en las últimas horas, el de Luca Vildoza a New York Knicks rompieron con la dinámica habitual de la competición. No es costumbre que jugadores internacionales se sumen a equipos NBA en la recta final de una campaña y antes de que terminen sus respectivas temporadas en Europa. Pero aquí estamos...
Lo concreto es que Vildoza dejará Vitoria y Baskonia para sumarse a una de las franquicias más icónicas de la historia de la competición (segundo del país en el equipo tras aquel paso de Pablo Prigioni), justo en el mejor momento deportivo de la organización en muchos años. La llegada de Tom Thibodeau al banco revitalizó un proyecto que parecía sin rumbo, a punto tal que el equipo se encuentra a día de hoy en zona de Playoffs, en el cuarto lugar de una Conferencia Este completamente disputada en su clase media (o en los que vienen detrás de Brooklyn, Philadelphia y Milwaukee, los tres de arriba).
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¿Qué significa la llegada de Luca Vildoza a los Knicks? ¿Cómo encajaría en el presente y en el futuro de la organización? Veamos...
Rumbo a los Playoffs, ¿pero con juego?
Salvo algo muy raro, los Knicks jugarán la postemporada (como mínimo el Play-in) y Luca sería parte del plantel, ya que todo jugador que firma hasta el día final de la Fase Regular está habilitado para disputar los Playoffs. ¿Pero tendría lugar para jugar? La respuesta con mayor sentido en el inicio apunta hacia el no. No por una cuestión de las condiciones y capacidad de Luca, está claro (al cabo, es uno de los jugadores más talentosos de la actual camada de la Selección Argentina, y por algo New York está haciendo el esfuerzo de sumarlo ahora mismo). El tema es el momento y el contexto.
Si llegar a una liga desconocida para un jugador internacional tiene su desafío, el mismo es aún mayor si llega con casi la totalidad de la Fase Regular disputada. Más aún si lo hace en un equipo cuyo funcionamiento ha sido satisfactorio, y con un entrenador particular a la hora de llevar adelante su plan. Thibs es bastante estricto con sus equipos: mucha carga de minutos para los principales, rotaciones más cortas que largas y minutos reducidos para los más jóvenes (salvo excepciones, claro).
A día de hoy, los Knicks son un equipo con una fuerte identidad defensiva como punto de partida, con un All-Star como Julius Randle que es amo y señor de la ofensiva (24,2 puntos, 10,3 rebotes y 5,9 asistencias de promedio en la 2020-2021), y tres pilares jóvenes como RJ Barrett (#3 del Draft 2019, 17,6 tantos, 5,8 recobres y 3,0 asistencias en este curso), Mitchell Robinson (#36 del Draft 2018, llamado a ser el ancla defensiva pero con varios problemas físicos que limitaron su temporada y que lo tienen actualmente fuera de acción), y Obi Toppin (#8 del Draft 2020, con rol reducido en este curso).
Más allá de ellos, algunos obreros que dieron varias vueltas en la liga sin mucho éxito pero han encajado con Thibs (como Bullock o Noel). ¿Y qué pasa en la posición de Vildoza? Luca es un base pero puede ser considerado tranquilamente un combo guard, un 1-2 que puede asumir responsabilidades en ambas posiciones. De hecho, en la Selección ha jugado bastante sin la bola y como escolta (al lado de Campazzo o Laprovittola); e incluso los Knicks usan bastante esta disposición (sobre todo en la segunda unidad, ya que entre los iniciales aparecen nombres más naturales como Barrett o Reggie Bullock). Y lo que complica el caso del marplatense en la actualidad es que esas funciones están bastante claras, definidas y pobladas en este tramo final del curso, incluso pese a que no abunda un talento desmedido en el puesto.
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Derrick Rose es el nombre más conocido e importante, por el crecimiento de su nivel en las últimas semanas, por experiencia (32 años) y por su relación con Thibs. Fundamental para un equipo relativamente joven. El coach lo está usando como sexto hombre, pero todo parece indicar que será el principal en la postemporada. El titular es Elfrid Payton, quien cumple pero no destaca. Hay que contar a Immanuel Quickley, rookie y gran acierto del último Draft (#25) aunque llevado muy de a poco por Thibs; y también a Alec Burks, un 2-1 anotador que ha dado lo suyo. En la ecuación está también el francés Frank Ntilikina (#8 del Draft 2017), aunque no es tenido en cuenta por el entrenador y parece tener los días contados en NY.
- Derrick Rose: 14,3 puntos (47,7% campo), 2,7 rebotes y 4,1 asistencias en 26,3 minutos (29 PJ, llegó en febrero)
- Elfrid Payton: 11,1 puntos (44,3% campo), 3,5 rebotes y 3,4 asistencias en 24,7 minutos (56 PJ)
- Immanuel Quickley: 11,6 puntos (39,4% triples), 2,2 rebotes y 2,1 asistencias en 19,5 minutos (60 PJ)
- Alec Burks: 12,5 puntos (41,7% campo), 4,4 rebotes y 2,2 asistencias en 25,6 minutos (45 PJ)
- Frank Ntilikina: 2,8 puntos (36,9% campo), 1,0 rebotes y 0,6 asistencias en 10,2 minutos (26 PJ)
Rose, Payton, Quickley y Burks parecen fijos en la rotación de Thibs. Es decir, cuatro nombres, cuatro opciones y una quinta que no es tenida en cuenta. A ese contexto se sumaría Luca, con los tiempos jugando en su contra en cuanto a adaptación y conocimiento del equipo, sistemas y compañeros (más la potencial cuarentena por protocolos al momento de su llegada a Estados Unidos). Escenario complejo para hacerse hueco en el presente.
Con optimismo hacia el futuro
Acá es donde se pone interesante su situación. Woj informó sobre un contrato por 4 años y 13,6 millones de dólares, siendo tres de ellos (los siguientes) no garantizados (es decir que la franquicia lo puede cortar sin pagarle la totalidad antes de determinadas fechas). Esto, sin dudas, abre un abanico de posibilidades completamente diferente. Primero, porque refuerza el concepto de la organización realmente interesada en el marplatense (lo vienen siguiendo hace rato). Segundo, porque ese escenario poblado en la base cambia drásticamente a partir del próximo curso.
Salvo el ahora rookie Quickley, todos los bases (o guardias) de los Knicks serán agentes libres y, a excepción de Ntilikina, todos ellos lo serán sin restricciones. Aunque claro, el caso del francés parece bastante claro. Después de cuatro años sin mayores éxitos en la organización y con Thibs sin tenerlo en cuenta, no parece posible una renovación (o el igualar cualquier oferta que llegue por él). ¿Y el resto?
Rose luce como el único indispensable, por su rendimiento actual, su impacto en el presente ganador y ese vínculo con Thibs que potencia su cartel como líder de este proyecto. Payton y Burks, tranquilamente, son prescindibles. Es decir que Luca tendría bastante lugar para, a los 25 años, iniciar su pelea por un papel concreto y consistente en la rotación, con un perfil adecuado: enorme talento ofensivo, técnica que dice "NBA" por todos lados y una defensa mejorada, clave para un sistema de Thibodeau. Woj indicó que la franquicia usará el verano, con Juegos Olímpicos y training camp, para evaluarlo y decidir sobre garantizar, al menos, el próximo curso.
Aunque también habrá que considerar algo: los Knicks tendrán espacio salarial suficiente para buscar algún nombre importante en la Agencia Libre. ¿Los hay en la posición de base? Chris Paul debería aceptar su opción en Phoenix (39 millones), Mike Conley y Kyle Lowry son opciones con probada experiencia; y Dennis Schroder y Lonzo Ball son las variantes "jóvenes" más atractivas. El primero tiene el deseo de quedarse en los Lakers; el segundo fue mencionado como objetivo de los Knicks en el último deadline. ¿El problema? Es agente libre restringido y habrá que ver si los Pelicans usan su derecho de igualar una oferta por él.
De cualquier manera, no parece una Agencia Libre cargada de talento en la posición, ni los Knicks parecen necesitar demasiado a los que podría perder. Es decir que al potencial escenario de Vildoza se lo podría mirar con optimismo.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
