La historia de Kemba Walker en New York Knicks empezó con la magia de la presentación del regreso del hijo pródigo a su ciudad, pero rápidamente se apagó. Tom Thibodeau, entrenador del equipo, afirmó que Walker está fuera de la rotación: el lugar de base titular será para Alec Burks mientras que no le ve lugar a Kemba en la dinámica de la segunda unidad.
"Haremos un cambio, Alec será el titular. Me gusta como jugamos así. No me ha gustado nuestro camino, nuestra inconsistencia, así que probaremos un cambio. Queremos un equipo más grande (...) tenemos que hacer algo diferente", expresó Thibodeau en rueda de prensa.
Thibs agregó que la rotación del equipo será similar a la del triunfo por 99-90 ante Atlanta Hawks, es decir, con Kemba fuera del equipo. "Quiero ajustar la rotación. Me gusta como funcionó. En este momento Kemba está fuera. Es una decisión difícil pero siempre hay que hacer lo que piensas que es mejor para el equipo. Veo a Kemba como un titular, es difícil jugar con tres guardias pequeños juntos. Tengo mucho respeto por quién él es como persona y por todo lo que logró en esta liga, pero tengo que hacer lo que pienso que es lo mejor", dijo el head coach de los Knicks.
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El movimiento que realiza Thibodeau impacta desde el nombre, pero desde los números se explica, principalmente desde esto: New York ha sido 6,8 puntos peor que sus rivales cuando Walker estuvo en cancha en esta campaña y 6,3 puntos mejor cuando él descansó. Ha sido constante ver a la segunda unidad de New York repuntando partidos mientras que Kemba terminaba siendo un titular simbólico: desde el 12 de noviembre no tenía minutos en cancha en un último cuarto, perdiendo importancia ante Derrick Rose, Immanuel Quickley o el mismo Burks, guardias que son productivos cuando ingresan a la cancha.
Kemba promedió 11,7 puntos, 3,1 asistencias, 2,6 rebotes y 1,1 robos en 24,5 minutos en esta 2021-2022 con un 42,9% en tiros de campo y 41,3% en triples: el último número es el mejor de su carrera en ese rubro por lejos, pero no termina de alcanzar para sostener su presencia negativa más que nada en defensa. Su importancia en el equipo quedó casi que solamente en el triple, algo que Burks y Fournier también pueden dar, o mismo Quickley.
Walker también termina pagando un poco los platos rotos de ese inicio de temporada que no convenció a Thibodeau ni a nadie en New York: récord de 11-9 pero imposibilidad de ganar dos partidos seguidos durante todo noviembre y una defensa que no está entre las 15 más rendidoras de la liga cuando el año pasado tuvieron la cuarta mejor y desde allí construyeron su regreso a los Playoffs.
Los Knicks le firmaron un contrato de 17,8 millones por dos años en la última Agencia Libre después de que Boston Celtics haya decidido deshacerse de él con paso apenas contractual por Oklahoma City Thunder en el medio. Aquella imagen del Walker que fue All-Star en sus últimas tres temporadas en Charlotte Hornets y en el primer año en Boston promediando 23,1 puntos y 5,5 asistencias por encuentro ya parece deshecha. Una lesión crónica en su rodilla izquierda lo afecta hace tiempo y parece marcarlo a los 31 años, todavía con tiempo por delante en su carrera. Su futuro ahora es incierto.
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