Más allá de la explosión de Julius Randle, el despegue de varios jugadores jóvenes y el rendimiento revulsivo de Derrick Rose, está claro que la clave del éxito para los New York Knicks en la temporada pasada vino de la mano de su intensidad y seguridad defensiva. Terminaron con el cuarto mejor récord de aquella Fase Regular en la Conferencia Este y esa fue exactamente la posición que ubicaron en la liga en cuanto a rating defensivo. Solo los Lakers, los 76ers y el Jazz fueron más dominantes en el campo propio durante la 2020-2021.
Sin embargo, esa fortaleza parece ser cuestión del pasado para los Knicks, quienes no solo han dado un paso atrás en lo que llevamos de 2021-2022, sino que directamente han quedado en el otro extremo de la tabla: luego de 13 partidos (marca de 7-6), presentan la sexta peor defensa de la liga. Un registro inesperado pero que no es difícil de entender al repasar algunos factores, ligados sobre todo a sus cambios en la media-cancha.
No hay dudas de que el Kemba Walker-Evan Fournier es una evolución notable en ataque en relación a lo que ofrecían Elfrid Payton y Reggie Bullock en la temporada pasada. Pero así como como el equipo luce bastante más peligroso en ofensiva, también es innegable que ese volantazo los ha dejado demasiado desprotegidos en varias áreas defensivas.
Para empezar, está el tema rebote en el aro propio. Los Knicks terminaron octavos en la 2020-2021, bajando el 78,6% de los tiros fallados por el rival. Pero apenas aparecen 21° en lo que llevamos de campaña (76,4%). Números que no se explican desde un déficit de los hombres grandes o los aleros (Randle, Robinson, Barrett y compañía siguen en un buen nivel rebotero), sino justamente desde esa liviana media-cancha: Kemba y Fournier apenas bajan el 20,3% de los fallos contrarios, marca que los ubica 25° entre las 30 duplas titulares de bases y escoltas.
Rk | Equipo | Base | Escolta | DRB% |
---|---|---|---|---|
30 | Cavaliers | Darius Garland | Collin Sexton | 14,1 |
29 | Jazz | Mike Conley | Donovan Mitchell | 16,2 |
28 | Kings | De'Aaron Fox | Tyrese Haliburton | 17,8 |
27 | Clippers | Reggie Jackson | Eric Bledsoe | 18,6 |
26 | 76ers | Tyrese Maxey | Seth Curry | 18,9 |
25 | Knicks | Kemba Walker | Evan Fournier | 20,3 |
De todas formas, el tema rebote pierde peso en relación a los problemas que está teniendo New York para defender el tiro exterior. En la 2020-2021 fueron el mejor equipo de toda la NBA marcando el triple: solo le permitieron un 33,7% de acierto a sus rivales. Sin embargo, han caído a la posición 26° en esta 2021-2022, permitiendo casi un 37% de conversiones. De los mejores, a los quintos peores.
En ese sentido la salida de Reggie Bullock parece haber calado hondo. El ahora jugador de Dallas era un especialista en la marca perimetral, al punto que solo le permitió un 30,2% en triples a sus defendidos durante la 2020-2021. Un valor que lo llevó a ser el segundo mejor de la la competencia, entre los 121 jugadores calificados con su volumen de tiros marcados. 100% especialista.
Volvemos al presente y no solo los Knicks ya no cuentan con ese experto como Bullock, sino que ahora tienen en la media-cancha a un eslabón débil como Walker: el ex Boston está permitiendo un 41,9% en triples a sus rivales, sexta peor marca entre todos los calificados.
Lo preocupante para New York es que los problemas de Walker no son nuevos. El base ya terminó como el 29° peor de la 2020-2021 y el 26° peor de la 2019-2010 a la hora de marcar el triple. Su falta de estatura hace que los rivales puedan lanzar por encima suyo sin problemas y tampoco es el defensor más enfocado o físico como para compensar ese déficit.
La debilidad defensiva de Kemba es algo con lo que los Knicks deberán aprender a convivir. Aunque a la vez, esos inconvenientes están alcanzando proporciones exageradas, que el equipo espera poder mitigar. De hecho, cuando Walker está en cancha, New York permite 117 puntos cada 100 posesiones, la cuarta peor marca (empatado con Terrence Ross) entre los 150 jugadores que promedian al menos 25 minutos en esta temporada. Los 112,9 que reciben con Fournier son algo más manejables, pero aún así dejan al francés en la 13° peor posición de la NBA.
La buena noticia para los de Thibodeau es que tienen por delante tres partidos en casa ante rivales que combinan un récord de 9 triunfos y 28 derrotas: Indiana, Orlando y Houston. Lo del Magic y los Rockets luce como una chance especialmente atractiva para mejorar los números defensivos, teniendo en cuenta que hablamos de dos de los cuatro peores ataques del torneo. Una oportunidad para que los Knicks empiecen a recuperar la confianza en ese campo y no sigan alejándose de la identidad que los impulsó en el último certamen.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.