Es tiempo. Los New Orleans Pelicans no necesitan más evidencia para entender que deben darle definitivamente las llaves de la ofensiva a Zion Williamson, sobre todo en los momentos más calientes de los partidos. Y si eso implica limitar a un rol secundario a un Brandon Ingram quien hasta ahora, ha sido mayormente ese generador de juego en el clutch, que así sea. El último ejemplo de esta situación se vio este sábado, cuando los de Van Gundy superaron a unos Dallas Mavericks sin Luka Doncic ni Kristaps Porzingis por 112-103.
A pesar de las bajas de los Mavs, el encuentro llegó a un final cerrado, hasta que los Pelicans entendieron que su rival (y prácticamente nadie en la liga) tiene manera de detener a Williamson. Y que para involucrar a Zion no hacen falta jugadas de diseño avanzado, sino simplemente darle la bola en la reposición. El ex de Duke no solamente consiguió puntos fáciles que terminaron inclinando la balanza en favor de su equipo, sino que cuando fue doble o hasta triple marcado, mostró su evolución como pasador para generarle tiros abiertos a sus compañeros. Sobre todo a un Nickeil Alexander-Walker (titular en lugar de Lonzo Ball) quien anotó dos bombas claves en la definición.
Zion at point guard 🤯
— Ball Don't Stop (@balldontstop) March 28, 2021
Such a unstoppable force in this spaced out league. They’re sagging and he’s still blowing by. This is actually a good move. It allows Ingram to be the wing and you still get that drive/kick element + powerhouse attack for Zion. He’s controlled/smart. pic.twitter.com/bKaRn9b7YQ
La diferencia entre cuando los Pelicans juegan en los cierres para la generación con balón de Ingram a cuando lo hacen para Zion, es enorme. El primero alterna buenas y malas en esos pasajes, pero al menos de momento, cuando el elegido es Williamson el resultado no suele salir de una bandeja, una falta recibida o en el peor de los casos, un tiro a pie firme para un compañero. Que Ingram tenga un 31% de uso en el clutch, contra solo un 24% de Zion en la 2020-2021 realmente no tiene explicación. Aún cuando esos números han empezado a emparejarse en las últimas semanas.
Va a sonar exagerado y obviamente no hablamos de la misma calidad de jugador, pero en lo que se refiere al clutch, los Pelicans deben empezar a tratar a Zion Williamson como los equipos de LeBron James tratan al de Akron en esos momentos. Al menos hasta que se demuestre lo contrario.
ZION. GOTCHA. pic.twitter.com/p209Dfd3fy
— New Orleans Pelicans (@PelicansNBA) March 28, 2021
Más allá de su cierre decisivo y que le manda una lección clara al equipo, todo el partido de Williamosn fue una maravilla: 38 puntos, 6 asistencias (insistimos, enorme progreso en esta área) y 5 rebotes, con un 13-20 de cancha. Y eso que esta vez no estuvo certero desde la línea (12 de 18) o hubiera superado los 40 puntos fácilmente. Ni siquiera con Boban Marjanovic jugando 29 minutos Dallas logró contener al tanque de los Pelicans.
Steal by Steven, slam by Zion 🔨 pic.twitter.com/pExY69AaVl
— New Orleans Pelicans (@PelicansNBA) March 28, 2021
En el ganador apareció un gran partido de Alexander-Walker con 20 puntos y un 6-10 de tres, mientras que Ingram sumó 19 puntos. También fue importante la labor del novato Kira Lewis, quien trajo 13 puntos, 5 asistencias y un 6-7 de cancha desde la segunda unidad.
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Lo de Dallas termina siendo meritorio, teniendo en cuenta la ausencia de sus estrellas, sobre todo si consideramos lo dependiente que fueron de lo que pudieran crear Jalen Brunson y Tim Hardaway Jr. Ambos respondieron con creces, anotando 24 y 30 puntos respectivamente, pero el resto del equipo poco pudo hacer para darle un empujón extra a la ofensiva. Y eso incluye a un Josh Richardson totalmente peleado con el aro: 4 puntos y 1-11 de campo en 34 minutos.
Victoria importante para New Orleans (20-25) para quedar a solo un partido y medio de Golden State (22-24) en la lucha por el 10° puesto del Oeste. Dallas, por su lado, cayó al octavo lugar con marca de 23-21.
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