Más allá de un cierre para el olvido que le puso suspenso a la definición, los New Orleans Pelicans se llevaron una victoria en el TD Garden que podría servirles de impulso para su intento de ganar terreno en el Oeste: fue por 115-109 frente a los Celtics, para llegar a una marca de 21-25 en el certamen. El local, que venía de un par de triunfos luego del deadline, cayó nuevamente a un registro negativo: 23-24.
Como suele ser el caso en New Orleans y sobre todo en estos últimos días, la victoria de los Pelicans tuvo muchísimo que ver con el domino de un Zion Williamson cada vez más determinante. El ex de Duke tuvo un primer tiempo algo apagado, no necesariamente porque Boston estuviera haciendo un gran trabajo en su defensa, sino simplemente por fallar varios lanzamientos factibles al descanso. Williamson se fue al entretiempo con 12 puntos y por debajo del 50% de campo (5-11) algo que rara vez sucede en su caso (lleva nada menos que 26 partidos sin que le suceda).
La segunda mitad, sin embargo, ya vio a un Williamson bastante más determinante. No al nivel de otras noches, pero sí con el suficiente impacto como para abrir una diferencia de doble dígito en favor de la visita. Zion atacó una y otra vez la defensa de cambios en los picks de Boston, sacando provecho de mismatches como el que encontró en posesiones consecutivas ante Luke Kornet. Cortina, penetración y bandeja sencilla. Nada que hacer para los Celtics, que incluyeron a Grant Williams en la alineación titular, en lugar del ausente Jaylen Brown.
No stopping this man 😤 pic.twitter.com/kBznkju2NX
— New Orleans Pelicans (@PelicansNBA) March 30, 2021
Williamson terminó siendo el máximo anotador de su equipo con otra excelente línea estadística: 28 puntos, 8 rebotes, 4 robos (se lo ve mucho más enfocado defensivamente) y 3 asistencias.
En el ganador fue clave también la labor de Brandon Ingram no solamente por sus 25 puntos y 9 asistencias, sino también por haber aparecido en el momento más caliente: Boston había logrado ponerse a tres con un muy buen sprint final y el ex Lakers apareció con un doble largo que sentenció la historia.
Big shot from B.I. on the step back! Pels up by 5 with just over 30 seconds left pic.twitter.com/o03h7t1YgW
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A su vez, la banca de New Orleans volvió a encontrar una muy buena producción de sus perimetrales. Kira Lewis está aprovechando los minutos disponibles con la baja de Lonzo Ball y volvió a tener un aporte interesante con 9 puntos, 4 asistencias y 3 rebotes, mientras que Josh Hart redondeó un partidazo: 15 puntos, 15 rebotes y 5-8 de cancha.
Kira and Josh having a little competition to see who can makes the most threes tonight 🔥 pic.twitter.com/H8ABLAIRHJ
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Más allá de la reacción final que le dio una pequeña esperanza, el partido de los Celtics fue uno para olvidar rápidamente por su parte. Un equipo errático, desenfocado, abusando del individualismo y con importantes distracciones en defensa. Esta jugada de Marcus Smart, en la que confundió el reloj de tiro del rival con el propio, es un ejemplo claro de lo que fue el partido de Boston.
Put this in the Louvre: pic.twitter.com/06UT2Utl7o
— Chris Grenham (@chrisgrenham) March 30, 2021
Dentro de ese bajo nivel hay que rescatar la figura de un Jayson Tatum por momentos dominante e imparable para los Pelicans: 34 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias, 2 robos y 5-9 en triples. También fue bueno o de Kemba Walker con 23 tantos, aunque sin tanta precisión desde el perímetro (2-9 de tres y 8-18 de cancha).
El que tuvo el peor debut posible fue Evan Fournier. El encuentro del francés fue una verdadera pesadilla, en la que no anotó ni dio asistencias en sus 33 minutos en cancha, ¡fallando los 10 tiros que intentó! Incluyendo varios air-balls y bandejas malogradas. Su futuro en los Celtics solo puede ir mejorando luego de una actuación así.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
