El Torneo NBA o In-Season Tournament 2023 ha supuesto un enorme cambio en lo que a la aproximación al primer cuarto de Fase Regular se refiere. Encuentros más competidos, con alta tensión e igualados con un objetivo común entre todos: tener opciones de ganar. Siempre que hay algo realmente importante en juego, jugadores y equipos demuestran que esta sigue siendo una liga deportiva y no un gigante económico con vida propia.
Ocho son los equipos que han superado la fase de grupos y se han plantado en cuartos de final. A saber: Lakers, Suns, Kings, Pelicans, Bucks, Knicks, Pacers y Celtics. De los cuales solo cuatro de ellos pasarán a la fase final en Las Vegas y uno de ellos se coronará como campeón.
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Resulta muy complicado hablar de favoritos a triunfar en un formato tan novedoso como inédito en la historia de la NBA. Sin embargo, los contendientes al título llegan con una historia detrás, un relato que les impulsa más allá del juego y podría ser su motor en esta semana donde se definirá el campeonato.
Por ello, es momento de buscar una razón por la que cada equipo podría ganar el Torneo NBA o In-Season Tournament 2023.
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La ocasión de reivindicarse para Giannis y Lillard
La asociación Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard no comenzó la temporada de la mejor manera. El encaje no fue natural ni instantáneo, pero con el paso de las semanas ambas estrellas están aprendiendo a compenetrarse y a saber impulsarse el uno al otro. Sin ir más lejos, los Bucks suman 9 victorias en sus últimos 11 partidos en un claro paso adelante respecto al comienzo.
A Milwaukee y, en particular, a la dupla de estrellas se les juzgará por cómo lo hagan y hasta dónde lleguen en los Playoffs. De ahí que el In-Season Tournament sea tan importante para comprobar hasta qué punto la unión de Giannis y Dame puede ser imparable una vez llegue el momento caliente del curso.
Para llegar a lo más alto primero deberán superar a tres potenciales rivales en su lado del cuadro nada fáciles. Los Knicks les obligarán a demostrar que su potencial ofensivo es suficiente, mientras que los Celtics y Pacers les podrían llevar a un ritmo alto de posesiones. Todo ello sin entrar a valorar las posibles opciones en el Oeste.
Antetokounmpo y Lillard tienen ante sí una oportunidad magnífica de probarse en un escenario competitivo del más alto nivel como campo de experimentos antes de que lleguen los Playoffs.
Talento puro contra desarrollo: El camino de los Suns
Los Phoenix Suns son toda una incógnita. Sobre el papel son uno de los equipos mejor armados para competir en este tipo de escenarios. Tienen talento por doquier para forzar al rival a un alto marcador y a situaciones ofensivas de todo tipo. Sin embargo, está por ver si la teoría es posible llevarla a la práctica en un contexto eliminatorio y a partido único como el Torneo.
Los de Arizona, pese a esto, llegan con jugadores tocados como Devin Booker (tobillo derecho), Bradley Beal (espalda) y Eric Gordon (rodilla derecha), un factor que podría jugar en contra de ellos ante unos Lakers en plena forma. El lado del cuadro que les ha tocado a Phoenix hace complicado pero no imposible una sorpresa.
La realidad para los Suns es que llegan en plena forma en términos competitivos. Los de Frank Vogel han encontrado el equilibrio después de un arranque dubitativo y ahí mismo reside su fortaleza. Si sus estrellas se imponen a los problemas físicos que arrastran serán un rival muy difícil de superar gracias a su rendimiento ofensivo.
La última meta de la carrera de LeBron James
Cuando para enumerar la lista de récords, premios, reconocimientos e hitos que ha logrado un jugador es necesario casi dedicar un artículo entero es que se trata de uno de los más grandes de la historia. La carrera de LeBron James habla por sí sola, explica cómo han sido los últimos 20 años de la liga y el impacto que este ha tenido a todos los niveles. Sin embargo, a la estrella de los Lakers le falta una cosa, un único éxito colectivo que todavía no ha catado: el torneo NBA.
Si bien este será el primer año de existencia de este torneo es importante reconocer que puede que esta 2023-2024 sea la última oportunidad que tenga LeBron de competir al nivel físico necesario. A punto de cumplir 39 años, James ha dejado atrás todas las previsiones de longevidad y durabilidad de las estrellas para escribir su propio capítulo de puño y letra.
Con James en la fase final, jugando los cuartos en casa y con unos Lakers que vienen rindiendo a buen nivel, LeBron no va a dejar escapar una oportunidad irrepetible de consagrarse como el primer campeón del In-Season Tournament en la historia.
Haliburton, "cansado de ser un perdedor" y unos Pacers de récord
Recientemente, Tyrese Haliburton dejó unas declaraciones que corrieron como la pólvora. "Solo quiero ganar, estoy cansado de ser un perdedor, así que tengo que hacer un mejor trabajo para encontrar maneras de ganar", dijo el jugador de Indiana. Ahora se le presenta una magnífica ocasión de ver cumplido su deseo con un Torneo donde tanto su estilo como el rendimiento de los Pacers hacen posible que den la sorpresa.
Los hombres de Rick Carlisle están firmando un inicio de curso magnífico. Si bien su posición en la clasificación se ha estabilizado en torno a la media con un balance de 10-8, la realidad es que los Pacers son uno de los equipos más peligrosos de toda la NBA. Basta simplemente mencionar el hecho de que poseen el mejor ataque de la liga con un 123,8 de ratio ofensivo. Un registro que, de prolongarse durante el resto de la campaña, les convertiría en la mejor ofensiva de todos los tiempos.
Su apuesta en firme por dividir y doblar, abrir el campo y saber aprovechar las ventajas sobre bote están detrás de un conjunto divertidísimo de ver. Una filosofía que obliga al oponente a ponerse al mismo nivel que ellos en términos ofensivos, de ahí que su ratio defensivo sea tan alto (120,8). No así su rendimiento en líneas generales, el cual queda opacado por los altos marcadores.
Los Pacers pueden ser la historia de este Torneo y tienen serias posibilidades de tumbar a todo aquel rival que tengan delante.
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La hora de la verdad para Joe Mazzulla
En el poco tiempo que Joe Mazzulla lleva a cargo de los Celtics ha demostrado ser capaz de aprender sobre la marcha y aplicar una filosofía ofensiva vanguardista, pero también que tiene ciertos problemas para gestionar el ritmo y momento de los partidos. Al técnico verde le cuesta parar rachas rivales así como adaptarse a diferentes estilos de juego, lo cual no siempre se ha traducido en derrotas, pero sí en malas sensaciones.
La experiencia siempre es un grado y aunque el plantel de Boston cuenta con jugadores curtidos en mil batallas, así como muy resolutivos, en un formato como este la gestión es absolutamente crucial.
Puede que ganar o perder el Torneo apenas tenga un peso real sobre el conjunto general de la temporada y un mal resultado no va a significar un cambio drástico en ningún equipo. Pese a esto, Mazzulla puede definitivamente reivindicarse como un gestor adecuado para estos Celtics, planteando diferentes situaciones ante el rival de turno y probando que está al nivel de los mejores entrenadores de la liga.
Sacramento Kings es el underdog del Torneo
En toda competición eliminatoria hay siempre un favorito y un underdog, un equipo que parte desde atrás, con el que pocos cuentan pero que es quien más opciones tiene de dar la sorpresa. Los Kings encajan a la perfección con esa consideración.
Los californianos son un rival incómodo. En ataque fuerzan al oponente a defender constantemente en movimiento, con salidas de bloqueo, juego en llegada y a tener a su jugador interior casi siempre fuera de la pintura. Los rivales se ven obligados a tomar decisiones complicadas en defensa gracias a la dupla Fox-Sabonis.
Si a esto se suma que cuando el marcador apreta los Kings tienen una de las mejores defensas en el clutch de la NBA (97,6) los californianos están llamados a dar más de un susto al otro conjunto y aspiran firmemente a ganar en Las Vegas.
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Tom Thibodeau nació para ganar este Torneo
Si hay un entrenador que vive por y para este tipo de momentos ese es Tom Thibodeau. El veterano técnico, curtido en mil batallas, es uno de los profesionales más obsesionados con el control y la preparación de los que habitan en la NBA. Una figura capaz de exprimir al máximo a sus jugadores y lograr que los suyos den la mejor versión de sí mismos.
Los Knicks no tienen un camino fácil al título, empezando con los Bucks en cuartos, pero sí tienen a un experto en partidos a cara o cruz. El nivel defensivo de los neoyorquinos les coloca como el segundo mejor equipo en ese sentido de los que disputan el torneo (109,0), a lo que sumar una segunda unidad peligrosísima.
El despertar de Zion Williamson
Los primeros años de carrera de Zion Williamson se podrían resumir a través de sus repetidas lesiones y regresos a las canchas. La estrella de los Pelicans tiene un techo todavía por descubrir, pero cuando ha estado sano ha demostrado ser completamente imposible de frenar para el rival.
Williamson posee una capacidad innata para anotar en los aledaños del aro, partiendo en dos la defensa del otro equipo y condicionando por completo el planteamiento del oponente. Por otro lado, cada vez comprende mejor el juego y sabe conectar con el resto de sus compañeros, impulsando más si cabe en ataque a New Orleans.
Si los astros se alinean y CJ McCollum regresa en plena forma tras su problema de salud, los Pelicans de Zion son un aspirante a sorprender en la fase final del torneo.
