La base de los Philadelphia 76ers cambia de dueño de cara a la reanudación de la 2019-2020. O al menos, todo parece encaminado para que eso suceda. Según el propio entrenador, Brett Brown, la idea es pasar a utilizar a Ben Simmons como ala pivote, no solo llevando a Al Horford a la segunda unidad, sino también entregándole la titularidad a Shake Milton en el puesto del uno.
El quinteto inicial no será nuevo para Milton, quien en su segundo año en la liga ha titularizado 16 encuentros en esta campaña, incluyendo ocho en los que Ben Simmons estuvo afuera por lesión, y repartiéndose la base en la mayoría de ellos con Josh Richardson. En esos ocho compromisos estuvo más que a la altura: 14,1 puntos, 3,6 asistencias, un 54% de campo y un 50% en triples en 28,2 minutos.
Sin embargo, está claro que el escenario será muy diferente si se mantiene la idea de Brown: no solo por tratarse del tramo decisivo de la temporada, sino por ser visto como la opción definitiva (al menos por ahora) en esa posición y no como una solución de emergencia. Philadelphia está entrenándose y diseñando su ofensiva con Milton como base, algo que claramente no tuvo tiempo de hacer en los partidos en los que ingresó por una lesión.
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Entonces, ¿qué se puede esperar exactamente de Milton en este desafío?
Lo primero a definir es su rol principal y al respecto no hay absolutamente ninguna duda: el tiro externo. Milton es por lejos el triplero más certero de Philadelphia, con un sensacional 45% de acierto en sus 3,3 lanzamientos por partido. El porcentaje es especialmente destacado si tenemos en cuenta el volumen de intentos: toma 6,2 triples por cada 36 minutos.
Sin embargo, a diferencia de buena parte de los bases de la competencia, la enorme mayoría de sus triples llegan con una asistencia previa, lanzando en catch and shoot: el 88% de sus triples anotados aparecieron por esa vía. Y es que en un Philadelphia con serios problemas de spacing durante todo el año (19° en triples convertidos y 22° en intentados), la capacidad de Milton de espaciar el campo y liberar espacios para las estrellas con su juego sin pelota, caían como unas gotas de agua en el desierto.
Los números de Milton en las jugadas que Synergy Sports cataloga como de spot-up son de élite: 1,19 Puntos por Posesión (percentil 86), con un 61,9% de eFG%. Tenerlo jugando el pick and roll o dominando el balón podría sacarle parte de esa amenaza que ha elevado su producción en la 2019-2020. Especialmente porque cuando tuvo que operar desde el pick and roll, sus estadísticas bajaron considerablemente: 0,88 PPP (percentil 59), con un porcentaje de pérdida altísimo del 25%.
De hecho, cuando el guardia surgido de SMU generó específicamente desde ese juego en parejas, fue mucho más efectivo a la hora de buscar su lanzamiento, que de asistir a sus compañeros. El tiro de tres es parte integral de todo lo que aporta Milton en ataque.
Con ello podemos alcanzar la primera conclusión: aún cuando jugará de base, no esperen ver una utilización tradicional de Milton. No utilizará 20 pick and rolls o aclarados por partido, sino que probablemente vaya a iniciar la ofensiva en la media-cancha, para luego entrar en una distribución de la bola que involucre a todos sus compañeros. Con internos con la capacidad de pase de Joel Embiid, Al Horford y Ben Simmons, sumado a un alero que sabe sacar ventajas en el poste bajo como Tobias Harris, esperen ver muchas de este tipo de jugadas...
... o de estas.
Pases simples y sin la necesidad de pedirle a Milton que sea Steve Nash. Es por eso que tampoco hay que esperar que Ben Simmons de repente se transforme en Amar'e Stoudemire y domine en las caídas de las cortinas. Nada hace pensar que veremos una pareja de pick and roll tradicional en los Sixers. De hecho, en 479 posesiones compartidas en la 2019-2020, Milton apenas registró 8 asistencias para Simmons. La mayoría llegaron en transición o nuevamente, con pases simples que le permitieron al australiano explotar algún mismatch...
... o alguna distracción de su defensor.
"Jugar con alguien como Ben (Simmons) es muy fácil porque no es para nada egoísta. Además, con su capacidad atlética es fácil darle la pelota cerca del aro que él podrá finalizar. Nuestra química va creciendo con el correr del tiempo juntos", declaró este jueves Milton durante la atención a la prensa.
"Ha sido muy bueno", sentenció cuando se le consultó sobre el compartir campo con las estrellas del equipo. "Cuando juego con gente tan talentosa alrededor me hace el trabajo más fácil. Estamos más organizados y todo se hace más fácil a partir de su talento. La defensa tiene mucha atención en ellos, así que me hacen todo más sencillo a mi".
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Ofensivamente Milton le puede dar soluciones a los Sixers, no como generador de juego, pero sí como tirador. Su producción anotadora (17,9 puntos por 36 minutos) y especialmente sus porcentajes están siendo excelentes en la 2019-2020. A punto tal que el ataque de Philadelphia mejora 4,5 puntos por 100 posesiones cuando Shake está en el campo.
Claro que la historia es diferente en el otro costado, con la defensa empeorando en 6,7 tantos su rating. Números que además no son casuales: Milton no es un buen defensor y no solo lo reflejan las estadísticas colectivas, sino también las individuales. Según NBA.com/stats permite un 48,8% en lanzamientos defendidos, cuando el promedio de acierto de esos disparos (en relación a quiénes los toman y en que área) debería ser un 44,9%. Esa diferencia de +3,9 es la peor de todo el plantel de los Sixers, entre los 13 que han jugado al menos 15 partidos.
Claro que si hay un equipo que parece diseñado para esconder a un mal defensor es justamente Philadelphia, con hombres dominantes como Embiid, Horford, Simmons, Thybulle y Richardson. Y teniendo en cuenta las necesidades que están obligados a cubrir en el otro campo, siempre y cuando sostenga su eficacia, la presencia de Milton podría cambiar la configuración de un conjunto que ha penado con su irregularidad durante casi todo el certamen.
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