El Draft 2021 está a la vuelta de la esquina y mientras seguimos poniendo el foco en cada uno de los candidatos a ser elegidos entre los 60 picks, es tiempo de tocar uno de los temas a los que siempre se le presta atención en la previa del evento: los nombres que por diferentes cuestiones podrían terminar transformándose en robos entre los seleccionados. A continuación repasaremos cinco de ellos, aunque con una aclaración previa relacionada al tipo de robo.
Por un lado están los jugadores que caen algunos puestos en el orden, quizá incluso fuera del Top 10 y se ven como jugadores con potencial de ser diferenciales en el futuro. El ejemplo más reciente fue el de Tyrese Haliburton en el 2020, un base que tenía claras condiciones de Top 5 de su clase pero que por cuestiones difíciles de entender, acabó cayendo a la posición 12°. ¿Quiénes pueden ser esos jugadores en el 2021? Destacaría principalmente a tres nombres: Usman Garuba, Keon Johnson y Josh Giddey. Los primeros dos por considerar que pueden acabar siendo piezas de enorme valor defensivo y el tercero por lo importante que es la combinación de altura y playmaking que tiene el australiano.
Si como muchos creen, los tres salen del Top 10, sus equipos se podrían estar ganando la lotería. Quizá no al nivel de Haliburton, pero sí obteniendo jugadores que al menos pueden ser importantísimos en su rol.
Sin embargo, el otro tipo de robos es en el que nos detendremos esta vez. Hablamos de proyectos que quizá ni siquiera entren en la 1° Ronda y alguno que hasta puede no ser drafteado, pero que tienen la suficiente actualidad o futuro como para imaginarlos transformándose en como mínimo, contribuyentes estables en una rotación. Algo que cuando hablamos de picks de 2° Ronda, es más la excepción que la norma.
Cinco posibles robos
El primer nombre a mencionar es el de mayor diferencia entre su piso y su techo. Se trata del belga Vrenz Bleijenbergh, quien tranquilamente puede ser visto como una versión similar a la de Aleksej Pokusevski en el 2020. Y es que si bien hablamos de jugadores de algunas características diferentes, comparten el hecho de ser aleros de enorme estatura (2,08 metros en su caso), con dotes con la bola dignos de un perimetral. Bleijenbergh debe mejorar sus porcentajes tripleros pero es muy difícil encontrar proyectos con su combinación de altura, velocidad y playmaking, además de ser un mejor defensor que Poku. A diferencia del serbio seguramente se irá en la 2° Ronda, pero no sería de extrañar que algún equipo apueste por él temprano en ese momento del Draft. Pocos candidatos de 2° Ronda tienen mejores condiciones que Bleijenbergh, aunque de nuevo, las chances de que todo su potencial jamás termine consolidándose también son importantes.
Jeremiah Robinson-Earl puede ser el Xavier Tillman de este Draft. El de Villanova es un ala pivote muy versátil, sin las mejores herramientas naturales ni proyección como anotador, pero extremadamente sólido en todos los rubros: inteligente, con algo de tiro, buen manejo, buena visión pasadora, buen defensor. Una garantía. Parece la opción ideal para cualquier equipo necesitado de un cuatro o un cinco de small-ball para su segunda unidad.
SI los primeros dos nombres destacan por su versatilidad, el tercero parece tener una especialidad muy clara: el tiro y la anotación. La referencia va para Quentin Grimes, un jugador que perdió algo de peso en la consideración NBA por dos años irregulares en Kansas, pero que viene de una muy buena campaña en Houston, además de dejar una gratísima sensación en los campus previos al Draft. Grimes tiene todo para transformarse en un dos de buen rendimiento 3&D, no solo por su gran mano (40% de tres en la 2020-2021) sino también por sus buenas herramientas físicas y atléticas.
De todas maneras, si de tiradores hablamos probablemente no haya uno más seguro en la 2° Ronda que Joe Wieskamp. El de Iowa viene de una 2020-2021 sensacional, lanzando un 46% en triples en uno de los mejores equipos de la competencia, con condiciones que hacen imposible no compararlo con Duncan Robinson. Su proyección es baja en otros rubros, pero como especialista, Wieskamp puede dar grandes resultados. Especialmente porque contra lo que se creía, tuvo un muy buen paso por las pruebas atléticas del Combine.
Llegamos así al último nombre y no es otro que Jericho Sims, pivote de Texas. Lo cierto es que muy probablemente veamos a otros dos interiores Longhorns ser elegidos antes que Sims, como Kai Jones (probable pick de Lotería) y un 3-4 de grandísimas condiciones pero irregular presente como Greg Brown. Y si bien el techo de ambos es muchísimo más alto que el de Jericho, el pivote tiene todo para transformarse en un cinco muy rendidor desde cualquier banca. Hay limitaciones ofensivas muy evidentes en su juego (sin tiro, manejo o pase), pero si de defender, rebotear y definir sobre el aro hablamos, lo de Sims es realmente destacado. Y siempre hay minutos para esa clase de pivotes en la liga. Otro de los que brilló en las pruebas del último Combine.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.