El camino de Facundo Campazzo hasta la NBA fue largo: el base argentino debió triunfar en Mar del Plata, Murcia y Madrid además de sus presentaciones con la Selección Argentina para tener esta oportunidad en la mejor liga del mundo recién a los 30 años.
Sin embargo, su camino hasta los Playoffs una vez allá fue bastante más corto: Campazzo fue titular en su primer partido de Playoffs en su año de novato y está promediando 10,8 puntos, 6,5 asistencias y 4 rebotes por partido en la serie que Denver Nuggets empata 2-2 con Portland Trail Blazers, aprovechando el espacio que quedó en su equipo debido a la lesión de Jamal Murray.
El rol de Facu en esta postemporada, con 30 minutos por partido, es mayor que el que cualquiera hubiese pensado hace apenas unos meses por más que el argentino sea un novato "falso", por su edad y por sus logros en el lomo en el básquetbol internacional: ganó dos Euroligas y tres ligas ACB, obtuvo varios premios de MVP y llevó a Argentina hasta una final del mundo.
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No es difícil pensar rápido en alguna comparación con Campazzo: Pablo Prigioni, el novato de edad más alta en la historia de la NBA (debutó con 35 años y 169 días de edad), vivió las mieles de los Playoffs con New York Knicks en 2013 también llegando directamente desde España. Pero estos dos bases cordobeses no son los únicos: varios jugadores que se asentaron como figuras en Europa se animaron a dar el salto a la NBA después de cumplir 25 años y estuvieron a tiempo para jugar en los escenarios más grandes. Repasemos estos casos:
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Drazen Petrovic tenía varios años menos que Campazzo cuando arribó a la NBA: con 25 años recién cumplidos todavía tenía mucha cuerda por delante. Pero el Mozart del básquetbol es un poco una excepción: en 1989, cuando pasó desde Real Madrid a Portland Trail Blazers, ya había ganado dos Euroligas como figura, había sido elegido varias veces como MVP, incluso de un Mundial, y había logrado dos medallas en los Juegos Olímpicos.
Sin embargo, su transición a la NBA fue complicada en una época en la que los jugadores internacionales no recibían mucha confianza: Drazen apenas promedió 12,6 minutos en la Fase Regular y a la hora de los Playoffs se estrenó en un gran equipo de los Trail Blazers que liderado por Clyde Drexler llegó a las Finales de la liga. El croata aportó 6,1 puntos en 12,7 minutos por partido en esa postemporada de 1990, teniendo un rol un poco más importante apenas en el 4-3 ante San Antonio Spurs de la segunda ronda (8 puntos de promedio en 17,6 minutos).
Otro anotador espectacular que arribó desde Europa en esa época fue Šarūnas Marčiulionis, que en esa misma campaña 1989-1990 llegó a Golden State Warriors también con 25 años luego de ganar el premio de Mr. Europa en 1988, año en el que fue campeón olímpico representando a la Unión Soviética. Saras tuvo espacio más rápido en la NBA pero para jugar su primera postemporada tuvo que esperar a que su equipo clasifique en 1991: promedió 13,2 puntos y 3 asistencias en 22,9 minutos en las dos series que disputó su equipo, destacándose mucho en la Primera Ronda.
Dino Radja llegó a la NBA con una edad similar (26) tras haber sido tentado económicamente por Virtus Roma para no dar el salto a Boston Celtics en 1990. El ala-pivote croata había quedado como una gran estrella en el viejo continente, del cuál ya empezaban a salir algunas figuras como Petrovic y Marčiulionis. En la NBA sin embargo apenas duró cuatro temporadas, con buen rendimiento (fue elegido en el segundo mejor quinteto de novatos y anotó 3.733 puntos en 224 partidos) pero sin disfrutar mucho en unos Celtics sin éxito post Larry Bird: solamente jugó una serie de Playoffs, una derrota por 3-1 ante Orlando Magic en 1995 en la que promedió 15 puntos y 7 rebotes por encuentro.
Ya a partir de los últimos años de la década del 90 los jóvenes talentosos de Europa empezaron a llegar más rápido a la NBA, pero todavía faltaba un crack de la generación anterior: Arvydas Sabonis, que recién se estrenó en Norteamérica a los 31 años y con muchos problemas físicos pero con la calidad de siempre: terminó segundo en la votación del Rookie del Año y la de Mejor Sexto Hombre. Sabas vivió los Playoffs en esa misma campaña siendo parte de unos Portland Trail Blazers en los que era clave: tuvo un debut tremendo con 23,6 puntos, 10,2 rebotes y 1,8 asistencias de promedio aunque con derrota por 3-2 ante los Utah Jazz de John Stockton y Karl Malone.
Ya en el nuevo siglo comenzamos con el caso de Zeljko Rebraca, el pivote serbio que fue MVP del Final Four de la Euroliga en el 2000 y que había sido crucial para que Yugoslavia gane el Mundial de 1998. Rebraca firmó contrato con Detroit Pistons en 2001 a los 29 años y se integró al equipo como el suplente de Ben Wallace. Detroit en ese año le ganó por 3-2 la primera ronda a Toronto Raptors con 4,2 puntos de media del jugador europeo en 13,7 minutos: en la segunda instancia los Pistons perdieron por 4-1 ante Boston Celtics pero el entrenador Rick Carlisle no lo utilizó.
Fabricio Oberto, un poco más joven que Rebraca, también se destacó en el Mundial de 1998 y más lo hizo en el 2002, cuando fue finalista con Argentina antes de ser campeón olímpico en Atenas 2004. Su estreno en la NBA también fue en un equipo contendiente: firmó con San Antonio Spurs para la temporada 2005-2006, en la que los texanos intentaban defender su tercer título. En ese primer curso el cordobés tuvo un rol limitado: apenas sumó 35 minutos en cancha (un punto y 0,9 rebotes de promedio) en los 13 partidos que disputó San Antonio hasta perder por 4-3 ante Dallas Mavericks en segunda ronda. Al año siguiente Oberto sería titular en la obtención del campeonato.
Šarūnas Jasikevičius, un verdadero crack en la base, llegó a la NBA a los 29 años después de ganar tres Euroligas consecutivas con FC Barcelona y Maccabi Tel Aviv. En la liga norteamericana demostró rápido su talento pero a la hora de jugar los Playoffs su rol fue un poco más limitado: promedió 11 minutos por partido en la derrota de Indiana Pacers ante New Jersey Nets por 4-2 con 2,8 puntos y una asistencia por encuentro.
El año 2007 fue el del arribo de Luis Scola a la NBA: el ala-pivote argentino, entonces de 27 años, se integró a unos Houston Rockets que llevaban varios años consecutivos rondando la Primera Ronda de los Playoffs sin poder avanzar: esa temporada 2007-2008 no fue la excepción, con los texanos perdiendo por 4-2 con Utah Jazz en la primera instancia a pesar de los 14 puntos y 9,3 rebotes que promedió Luifa, miembro del quinteto ideal de la Euroliga en los dos años anteriores.
Prigioni, compañero de Scola en Baskonia en esos tiempos (segundo quinteto ideal de la Euroliga en 2006 y 2007), recién tuvo su oportunidad NBA en el 2012 pero por suerte para él fue en un gran año para sus New York Knicks: el de Río Tercero fue titular en diez de los doce partidos que los Knicks disputaron en aquella postemporada y aportó 4,5 puntos, 3,2 asistencias y 1,5 rebotes para un equipo que cayó recién por 4-2 en la segunda ronda.
Nemanja Bjelica es el último MVP de la Euroliga que saltó a la NBA con mucha experiencia encima (27 años a diferencia de los 19 de Luka Doncic). El alero serbio que brilló en Fenerbahce se unió a Minnesota Timberwolves en el 2015 y en su tercera campaña tuvo su estreno de Playoffs en aquellos T-Wolves liderados por Jimmy Butler: Bjelica promedió 4,6 puntos y 3 rebotes por partido en la caída por 4-1 ante Houston Rockets de la Primera Ronda.
Por lo que podemos ver, en cuanto a números y protagonismo lo de Campazzo por el momento es una situación realmente atípica en la historia para jugadores de un contexto similar al suyo en el arribo a la NBA. Todavía le quedan al menos dos partidos más por recorrer en este camino como rookie: en Denver esperan que sean unos cuantos más.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.