Tras lucir como corderos en los últimos tres partidos, los Timberwolves recuperaron su pelaje de lobo. El mismo que los llevó a dominar los primeros dos encuentros en Denver y, ahora, a forzar un séptimo partido de regreso en el Ball Arena.
Minnesota le puso freno a la racha de tres triunfos consecutivos de los Nuggets y, con un impactante 115-70, igualó la serie en tres victorias por lado.
La diferencia de 45 puntos es histórica por dónde se la mire: es la mayor ventaja para los Timberwolves en Playoffs, es la peor desventaja para los Nuggets y sobre todas las cosas, es el déficit más grande para un campeón defensor en la historia de la postemporada.
El antecedente previo era el 113-77 (36 puntos) de San Antonio ante Miami en las Finales 2013, recordando que los de Spoelstra se habían consagrado ante OKC en 2012 -también acabaron ganando esa serie ante los Spurs-.
Denver abrió el sexto partido con la misma tónica de los juegos previos, tomando una rápida ventaja de 9-2. Sin embargo, esa fue la última vez en la que los Nuggets estuvieron al frente en la noche del jueves: los Timberwolves encaminaron de inmediato una seguidilla de 20-0 y tomaron una delantera que no volverían a ceder por el resto de la noche.
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Más allá de su buena tarea en ataque, la clave para Minnesota pasó por recuperar la intensidad defensiva con la que habían puesto al campeón contra las cuerdas en los primeros dos juegos. Los Timberwolves volvieron a lucir como el equipo más grande, veloz y atlético, ante unos Nuggets sin respuesta para ese juego físico.
Ant drills the 3 to give Minnesota a 27-2 run!
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Esta vez, no hubo baile de Jokic ante Gobert. Murray fue devorado por los brazos largos y la velocidad de McDaniels, Edwards y compañía. Gordon no fue factor. Mientras que los tiradores tuvieron otra noche para el olvido: la visita lanzó un 7 de 36 de tres. Y como si eso fuera poco, los primeros puntos de un suplente de Denver llegaron recién con 11:24 en el último cuarto.
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Ese dominio físico de Minnesota en defensa también se reflejó en ataque, donde los Timberwolves dominaron los tableros por 62 a 43 y aplastaron a Denver cerca del aro.
McDaniels swishing, Wolves rolling.
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Anthony Edwards marcó el ritmo del partido con una enorme primera mitad y terminó el juego con 27 puntos. Además, Jaden McDaniels, quien aportó 21 tantos, tuvo su mejor encuentro de la serie. El local ni siquiera necesitó de una gran noche de Karl-Anthony Towns: el dominicano acabó con solo 10 unidades.
La serie ya ha dado sobradas muestras de que lo que se ve en un partido puede cambiar 180 grados al próximo. Minnesota controló con comodidad el primer, segundo y sexto punto; Denver hizo lo propio del tercero al quinto. Ahora, todo queda supeditado a lo que suceda el domingo en el Ball Arena, con el primer séptimo partido de las Semifinales de Conferencia.
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