Julio de 2019. LA Clippers da el gran bombazo del mercado en la NBA, llevándose a Kawhi Leonard como agente libre e incorporando a Paul George en un traspaso con Oklahoma City Thunder. Dos jugadores franquicia a falta de uno, para ir con todo por el primer título en la historia de la franquicia. Dos jugadores que a priori parecían muy compatibles: poco egoístas, de muy buen tiro, de élite en defensa, capaces de ocupar distintas posiciones y jugar con o sin balón.
Mal no están los Clippers. Con ellos y otros muy buenos jugadores como Montrezl Harrell, Lou Williams y Patrick Beverley, los angelinos se ubican segundos en la Conferencia Oeste con récord de 44-20. ¿Pero gracias a PG13 o a pesar de un rendimiento subpar del perimetral? La sensación queda más en lo segundo.
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George llegó arrastrando un problema en sus hombros, operados en mayo y junio de 2019. Una parte muy importante del físico de un basquetbolista, con impacto directo en el rendimiento. Por eso su debut en Los Angeles debió esperar hasta mediados de noviembre, recién en el partido número 12 del calendario de los Clippers. Más adelante, en enero, una lesión en el muslo lo sacó durante 10 partidos más. En total, George se ausentó al 35% de los partidos de los Clippers en la 2019-2020. Y cuando estuvo no se puede decir que jugó mal en general, pero el rendimiento ha terminado quedando lejos de su mejor cara.
Los 21 puntos, 5,7 rebotes, 3,9 asistencias y 1,3 robos de promedio en 29,1 minutos por juego, con un 43,2% de campo y un 39,9% en triples lo dejan como lo que es, el segundo jugador del equipo en orden de importancia atrás de un Kawhi Leonard con otra campaña digna de ser All-NBA. Pero mientras que el ex San Antonio Spurs brilla, George quedó incluso fuera del All-Star Game (y sin mucha discusión al respecto).
Más allá de todos los partidos que no jugó y de, por ejemplo, su poca eficiencia de cara al aro, con PG13 en ataque termina habiendo un problema de rol. George responde a un molde distinto al habitual de las estrellas: fue cinco veces All-NBA (primer quinteto la temporada pasada) y dos veces quedó en el top ten de la votación del MVP (terminó tercero en 2019), pero durante gran parte de su carrera ha respondido a un perfil más de secundario en las acciones, por más que termine tomando los tiros. De hecho en OKC viene de hacerlo muy bien al lado de Russell Westbrook, que tenía un uso de balón mayor.
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En los Clippers la tendencia se acrecentó. En ataque PG termina quedando resolviendo jugadas mediante el tiro y muy empujado al perímetro. De hecho el 49,4% de sus lanzamientos son de tres puntos, algo exagerado para un jugador de 16 lanzamientos por partido. Y desde allí al menos responde bastante (133-333). El problema es al resolver desde la media distancia: en el que es calificado el tiro menos eficiente del básquetbol, George le da la razón a los analistas. Convirtió 33 de los 87 intentos que tomó desde allí, un 37,9%. Menos aún que en triples. Y valiendo un punto menos.
Su tendencia a tomar posesiones de uno contra uno bajó según Stats.NBA. De una frecuencia que ha estado en 17,5% en 2017 en Indiana o 13,4% el año pasado en OKC al 10,4% actual, anotando mucho menos: 0,91 puntos por posesión la temporada pasada, 0,71 ahora. Cayó al percentil 23, lo que lo ubica entre los jugadores menos eficientes de la liga en una situación que se supone que las estrellas perimetrales deberían resolver con más facilidad por su talento.
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A la hora de atacar el aro George si es alguien que anota con más consistencia: su efectividad de campo en acciones de penetración es de 49,7%, aunque la frecuencia de ese tipo de jugadas no sea tan alta.
En fin, entre un esquema que queda utilizándolo de una forma distinta a la ideal a veces y un rendimiento que no fue el mejor en cuanto a lo individual, la temporada de PG quedó en bastante intrascendencia hasta ahora, ni siquiera logrando disparar alarmas ya que dentro de todo los Clippers lo estuvieron haciendo bien. ¿Podrían estar mejor sin el traspaso? Dieron dos buenos jugadores como Shai-Gilgeous Alexander y Danilo Gallinari a cambio de él (además de cinco picks de primera ronda del Draft) por lo que eso es una posibilidad incontrastable.
La esperanza está en que este descanso de varios meses haya permitido a George recuperar su mejor versión en lo físico. Mismo en OKC en 2018-2019 no fue el mismo durante la fase regular, en el que tuvo un nivel individual que nunca había mostrado, que en los Playoffs, cuando decepcionó en la eliminación por 4-1 en primera ronda contra Portland Trail Blazers. Para entonces ya había daño en sus hombros.
Por más que sean el equipo de Kawhi, tranquilamente puede ser George el que destrabe una hipotética serie ante los Lakers o los Bucks camino al campeonato, atacando a opciones B del rival que no son ni LeBron James ni Giannis Antetokounmpo o mismo encargándose de chocar con ellos o Anthony Davis en defensa. Pero para eso debe dejar la irregularidad de lado y no ser este jugador que anota 34 puntos una noche y 11 a la siguiente. Después de cuatro años seguidos cayendo en la primera ronda, pocos jugadores tienen más por demostrar en estos Playoffs que él.
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