Partido sin mucha historia ni competitividad por la victoria, pues el encuentro tuvo solo un color: naranja. Oklahoma City Thunder impuso desde el comienzo un ritmo de juego alto y una defensa asfixiante que Utah Jazz fue incapaz de seguir, recibiendo una de las derrotas más duras de lo que llevamos de reanudación: 110-94.
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Una conjunción de control desde el bloqueo directo para la penetración o bien para continuar hacia adentro o pasar fue la clave que desbloqueó el ataque de OKC, que esta tarde debutó de la mejor manera posible en el campus de Orlando.
El Jazz estuvo completamente desaparecido. Erráticos, faltos de ideas, sin fluidez alguna en ataque y permitiendo a sus rivales campar a sus anchas sobre el parqué. El desacierto que experimentó Donovan Mitchell acabó por contagiarse al resto del equipo, terminando el escolta con 13 puntos en 5 de 15 tiros de campo, mientras que Utah apenas pudo superar los 80 puntos y se quedó en el 39% en tiros de campo y 25% en triples.
El Thunder, en contraste, tuvo una noche excelente con una primera parte que sirvió para dejar encaminado el encuentro hacia la victoria llegados al descanso. Chris Paul con 18 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias fue el más destacado por su temple y mesura en el pase, aliándose con un Steven Adams que finalizó con 16 tantos y 11 capturas. Destacable también la noche de Shai Gilgeous-Alexander con 19 puntos, máximo anotador del partido, gracias a un 6 de 12 en tiros de campo.
Primera parte de dominio naranja
Los de Billy Donovan saltaron al parqué con una misión clara: tratar de dejar el partido encarrilado desde el inicio. Por medio de Shai Gilgeous-Alexander y Danilo Gallinari, el Thunder dio rienda suelta a su ataque sin encontrar resistencia alguna enfrente por parte del Jazz. Un parcial de salida en el primer cuarto de 29 a 15 donde Utah fue incapaz de dar con la tecla, hizo a los de Snyder tener que cargar durante el resto del encuentro con una pesada losa.
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Poco a poco el Jazz mejoró, no así Donovan Mitchell, que se fue al descanso con 3 de 10 en tiros de campo y con sensaciones negativas, pues el emparejamiento contra el base canadiense no le hizo ningún bien. Los largos brazos de Shai y su reactividad de pies le facilitaron el trabajo para llegar a puntear los tiros. De la mano de Paul y Adams llegó la reacción del Thunder en la recta final de la primera parte, consiguiendo un parcial de 7-2 en poco más de un minuto.
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Esa superioridad manifiesta por OKC acabó por traducirse en una renta de 66 a 42 al descanso. Algo que se mantendría en la segunda mitad sin apenas cambios o alteraciones.
Clase magistral de Paul
La salida de Rockets de Chris Paul rumbo al Thunder ha servido como una tercera juventud para el base de North Carolina, y en esta reanudación está demostrando que su temporada no ha sido una casualidad.
El base de OKC firmó una actuación sobresaliente frente a Utah Jazz, una de tantas otras que ha conseguido a lo largo de su carrera, controlando todos los aspectos del juego, modulando la velocidad y repartiendo el balón a quien mejor posicionado estaba para poder anotar.
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De las manos de Paul nacieron buena parte de las jugadas exitosas de Oklahoma City, estableciendo una conexión casi perfecta con Steven Adams, al que dotó una y otra vez gracias a su compenetración en el bloqueo directo, ya fuese simple o doble.
Dimes for Dort.
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La experiencia es un grado en el baloncesto y CP3 volvió a dejar claro que es uno de los mejores de toda la NBA, consiguiendo 18 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias en 27 minutos tan solo para liderar a los de Billy Donovan a su primer triunfo en el regreso de la competición.
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