Echando la vista un año atrás pocos eran los que podrían aventurarse a precedir que los Boston Celtics llegarían hasta las Finales de Conferencia Este, quedándose a tan solo dos victorias de volver a unas Finales de la NBA. No tras el desafortunado 2019 y mucho menos teniendo en cuenta las bajas que experimentaron en la agencia libre. Sin embargo, Brad Stevens supo volver a sacar el máximo de una plantilla que eliminó a los Toronto Raptors, vigentes campeones y uno de los equipos más sólidos de toda la competición y plantarse por tercera vez en la antesala de la lucha por el anillo.
Contra todo pronóstico su rival fue el Miami Heat que seis partidos después miran el anillo como una posibilidad y que acabaron siendo muy superiores a los verdes, dejando claro que la experiencia es un grado llegados a este punto de la contienda y que el talento, en muchas ocasiones no lo soluciona todo.
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Boston ha rendido por encima de su nivel, sacando oro de una plantilla que no estaba preparada para tratar de optar al campeonato, pero que ha demostrado tener un núcleo de jugadores en los que confiar el proyecto como pueden ser Jayson Tatum, Jaylen Brown y Kemba Walker.
Lejos de la potencialidad que tiene el proyecto, Erik Spoelstra ha evidenciado algunos problemas que arrastran los Celtics y que deberán poner especial atención si quieren estar en disposición de dar el siguiente paso. Entre estos destaca la gestión de los partidos y su lectura pues los verdes han liderado durante buena parte de los encuentros sin conseguir que esto se tradujese en victorias en el global de la serie. Una tarea nada sencilla, más teniendo en cuenta la entidad del rival y su veteranía que seguro que ayudará al proyecto a seguir creciendo.
"Lo que lamento no es lo que pusimos. Lo que lamento no es cómo nos preparamos o trabajamos o cuán duro trabajaron nuestros muchachos o cuán comprometidos estaban con jugar y permanecer juntos", dijo Brad Stevens. "Miras hacia atrás en esos primeros partidos y nos puso en una situación difícil. Creo que al final tuvimos nuestras oportunidades y no las aprovechamos lo suficiente. Pero el otro equipo también está ahí y merecen crédito por sacar ventaja en todas las circunstancias. Una vez más, pensé que su dureza física, su físico en general, su fuerza y esos veteranos inteligentes, hicieron grandes jugadas".
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Los Heat fueron mejores en el global de la serie y supieron leer a la perfección cómo reaccionar dependiendo del momento del choque y realizándolo con éxito. "Tendremos que descubrir cómo ganar esos partidos en la recta final", explicó Kemba Walker. "Pero tenemos tiempo. Estamos tristes de estar fuera de aquí. En algún momento, miraremos hacia atrás y aprenderemos. Son todas experiencias de aprendizaje. Y todos solo tenemos que tener grandes postemporadas y estar listos para volver cuando volvamos a empezar", aseguró.
Algo que también compartía el capitán del equipo como es Marcus Smart, que reconocía la entidad de sus rivales y que deben mejorar en ciertos puntos para seguir creciendo para alcanzar el objetivo último que es el 18º campeonato. Además, el base de los Celtics puso en valor el trabajo realizado por el equipo al interno sobrepasando todas las expectativas.
"Estoy orgulloso de mis muchachos. Estoy orgulloso de la forma en que luchamos", comentó. "Tuvimos muchas oportunidades en las que podría haber terminado temprano para nosotros. Nos quedamos con eso. Jugamos contra un gran equipo como Miami: gran cultura, personal, grandes jugadores. Tienes que darle crédito a esos tipos".
Corregir los errores y maximizar sus virtudes serán algunos de los puntos en los que focalizar rumbo a 2021 para los Celtics que deberán afrontar una agencia libre donde se espera que se realicen movimientos que doten de empaque a su roster para rodear a su núcleo duro del talento suficiente para alcanzar sus retos.
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