"Tenemos que darnos cuenta que este año es diferente, con desafíos distintos". Después de la derrota (¿sorpresiva?) en el Juego 5 frente a Los Angeles Clippers, Stephen Curry largó esa frase para analizar el momento de Golden State Warriors. El base también remarcó que no hay pánico para nada, pero está claro que el bicampeón no se parece a esa versión 'imposible' de los últimos años, esa que ganó tres títulos en cuatro campañas. Es diferente, como dijo su estrella, desde el rendimiento y los resultados. Y si bien hay confianza para encaminar esta primera ronda del Oeste, las alarmas se encienden pensando en lo que viene, sobre todo considerando que en Semifinales espera un hambriento Houston.
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Ahora bien, ¿cuáles son esas diferencias que marca Curry? A continuación marcamos tres de ellas...
El enfoque, perdido
Los equipos campeones que mantienen su estructura y entran a una nueva temporada como favoritos suelen pasar por un proceso lógico de desconexión, sobre todo en la fase regular. El largo y cansador calendario de 82 partidos lleva a una relajación inconsciente e intermitente. En esa etapa, pueden haber noches con más y menos enfoque. Más y menos intensidad. Más y menos ganas. Otra vez: lógico para la mentalidad de un candidato que sabe que su momento empieza en los Playoffs.
El problema es que Golden State sufrió eso a lo largo de la 2018-2019, y lo trasladó al comienzo de la postemporada. Y el efecto se amplía en su impacto al tener enfrente a un equipo sediento como los Clippers.
Así vemos, por ejemplo, que los Warriors desperdician una ventaja de 31 puntos en casa y sufren la mayor remontada en la historia de los Playoffs (Juego 2), y responden a eso con dos triunfos contundentes a domicilio. Pero el sube y baja luego los lleva a caer nuevamente en casa, con la chance de sellar la serie y guardar energías para el próximo desafío.
"Quizás ya estábamos pensando en los Rockets. Yo lo estaba. Pensé que íbamos a salir y simplemente ganar", confesó Klay Thompson, dejando en claro que su cabeza no estaba en el lugar indicado. "Todo lo que hicimos en Los Angeles no lo hicimos acá. Parece que dimos por sentado que íbamos a estar bien. Creo que bajamos la guardia", admitió Steve Kerr.
Golden State puede todavía salir y ser una aplanadora en el resto de la postemporada. Pero los malos hábitos creados durante la fase regular se trasladaron a la instancia decisiva, esa en la que se suponía iban a desaparecer.
La defensa, en caída
La era de dominio de Golden State no sólo fue tal por ese maravilloso juego ofensivo, sino también porque su defensa imponía condiciones y eran tan buena como su ataque (algo -a veces- menospreciado). Y así como falló en la fase regular, también falla en los Playoffs...
Comparando números con los cursos pasados, la involución es clara.
Temporada | Rating defensivo (posición en NBA) | Puntos permitidos |
---|---|---|
2014-2015 | 100,4 (1°) | 99,9 (15°) |
2015-2016 | 102,8 (6°) | 104,1 (19°) |
2016-2017 | 103,4 (2°) | 104,3 (11°) |
2017-2018 | 106,8 (11°) | 107,5 (18°) |
2018-2019 | 108,5 (11°) | 111,2 (16°) |
Y la tan esperada y conocida mejora en los Playoffs no parece llegar, al menos por ahora.
Temporada | R. defensivo - Fase regular (posición NBA) | R. defensivo - Playoffs |
---|---|---|
2014-2015 | 100,4 (1°) | 98,7 (1°) |
2015-2016 | 102,8 (6°) | 105,1 (7°) |
2016-2017 | 103,4 (2°) | 105,3 (2°) |
2017-2018 | 106,9 (11°) | 101,8 (1°) |
2018-2019 | 108,5 (11°) | 112,5 (12°) |
Esto, sin dudas, está conectado a la falta de enfoque, porque el personal es similar al del años previos. Draymond Green, el pilar y motor de la defensa, asume la carga: "Es decepcionante y es todo mi culpa. Si impongo intensidad desde el comienzo, el resto se pone en línea en ese costado de la cancha. Entonces es mi culpa y debo mejorarlo", analizó el ala pivote, cuyo nivel durante la 2018-2019 no estuvo a la altura de sus (excelentes) versiones previas.
Adiós al Oracle Arena, ¿adiós fortaleza?
Golden State está jugando su última temporada en el ya mítico estadio de Oakland antes de la mudanza al Chase Center de San Francisco. El Oracle en la era Kerr fue un feudo en donde los Warriors imponían un respeto mayúsculo. En la 2018-2019, en cambio, se perdió esa chispa.
En fase regular, durante la primera campaña con Kerr en el banco (2014-2014), Golden State perdió sólo 2 partidos de local. En la 2015-2016 también perdió apenas 2. En la 2016-2017 la cifra subió a 5. En la 2017-2018 empezó la curva hacia abajo, cayendo 12 veces en su estadio. Este curso, el número quedó en 11. Pero el impacto es la forma.
- Derrotas por +20 como local entre 14-15 y 17-18: 2
- Derrotas por +20 como local en la 2018-2019: 6
Sin sólo consideramos los Playoffs, Golden State nunca permitió más de 120 puntos a su rival jugando como local durante las primeras cuatro temporadas de Steve Kerr como entrenador. En cambio, en esta primera ronda ante los Clippers ya lo hizo dos veces (135 y 129).
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.