Jamal Murray está completando su tercera temporada en la NBA y, con 22 años, es dueño de un talento como pocos de su camada. Técnica fantástica, elegencia, una excelente capacidad anotadora. El joven canadiense es el prototipo de guardia moderno, y su techo parece muy alto. Quizás, la falta de consistencia es su principal lunar hasta ahora, pero ya dejó algo claro: cuando entra en su zona y calienta la mano, hay pocos, muy pocos jugadores como él en la liga. La noche del martes es una buena prueba.
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Denver entró al último cuarto del Juego 2 ante San Antonio en desventaja y con la urgencia de evitar quedar 0-2 en una serie en donde partió como favorito. Hasta allí, Murray había fallado sus 8 lanzamientos de campo en los primeros tres cuartos, prologando su sequía del Juego 1, en donde tuvo 8-24 de cancha y falló un tiro clave en el tramo final. Pero sus manos se empezaron a encender. Y, cuando la mecha prende, hay que llamar a los bomberos.
Jamal anotó uno, y otro, y otro y varios más. Fueron ocho lanzamientos seguidos sin fallar que hicieron olvidar la desventaja de 19 del tercer cuarto y comandaron la remontada de los Nuggets, que ganaron 114-105 e igualaron la serie ante los Spurs. Sus dos triples seguidos, uno sobre los 24 de posesión y otro a la carrera, fueron las dagas que liquidaron a los texanos e hicieron del Pepsi Center una verdadera caldera.
21 PTS. 8/9 FG. 3/3 3FG.
— NBA (@NBA) 17 de abril de 2019
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Fueron 21 de sus 24 puntos los que llegaron en esos últimos 12 minutos, y su único fallo apareció recién en el cierre. Casi en soledad anotó tantos puntos como los Spurs (23) en el parcial decisivo. También sumó 4 asistencias, 2 rebotes y un robo en 37 minutos. Pero nada será más importante que su confianza y determinación para no dejar de creer en sí mismo.
"El necesitaba esto. Es muy importante para todos, pero sobre todo para Jamal. Un joven en su tercer año que, pese a estar complicado, sigue intentando jugar de la manera correcta. No me imaginaba que iba a tener un último cuarto así, pero sabía en el fondo de mi corazón que necesitaba estos minutos. Yo necesitaba mostrarle que creo en él. Necesitaba mantenerme con él por más que fallara, porque es nuestro hombre y me preocupo por él", lo elogió el entrenador Mike Malone.
Beautiful sentiment from Nuggets coach Michael Malone on why he stuck with Jamal Murray despite rough first three quarters in Game 2 win over Spurs: "I knew in my heart he needed to get these minutes. I needed to show him I believed him." pic.twitter.com/Nrmaon5FYc
— Ben Golliver (@BenGolliver) 17 de abril de 2019
En la temporada regular promedió 18,2 puntos, 4,2 rebotes y 4,8 asistencias en 32,6 minutos. Tuvo una noche de 48 tantos frente a Boston Celtics, el 5 de noviembre. Pero nada se compara con el valor de su último cuarto de este martes. En su segundo partido de Playoffs, demostró de qué está hecho. Y lo mejor aún está por venir.
