Seguimos conociendo a los mejores proyectos de cara al NBA Draft 2021 y en este caso pondremos la lupa sobre un par de jugadores surgidos de los LSU Tigers: Cameron Thomas (23 puntos, 3,4 rebotes y 1,4 asistencias) y Trendon Watford (16,3 puntos, 7,4 rebotes y 2,9 asistencias), con el primer proyectándose como un pick de 1° Ronda y el segundo perfilando más como una opción para la 2° Ronda.
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Cameron Thomas
Cameron Thomas, escolta de 1,93 de estatura y 19 años, viene de ser uno de los mejores anotadores de la pasada campaña de la NCAA, a pesar de ser novato: promedió 23 puntos en 34 minutos por partido, 14° mejor marca para un freshman desde 1991 hasta la fecha (solamente Markelle Fultz, Kevin Durant, Michael Beasley y Trae Young lo lograron en alguna de las conferencias grandes, como lo es la SEC donde jugó Thomas).
En esa gran capacidad anotadora aparece el mayor potencial de Thomas. Hablamos de un verdadero especialista, con muchísimos recursos para sumar en su cuenta personal. Su repertorio es realmente completo, con movimientos y manejo avanzado para su edad, sólidas condiciones atléticas y siendo capaz de penetrar, lanzar de tres o sobre todo, castigar desde la media distancia. Lanzó un excelente 45% en dobles largos desde el drible, con un alto volumen de intentos. Peligroso en situaciones de pick and roll y aclarados.
Capaz de anotar tiros exigidos, con contacto o con la marca encima. Muy fluido y natural con el balón en su poder.
Buenos números de definición cercana al aro, a pesar de no ser el perimetral más alto o fuerte.
Una de las especialidades de Thomas es su capacidad para sacar infracciones, algo que está buscando constantemente. Vive utilizando amagues para poner a su marcador en el aire y luego obtener la falta e incluso recorre a movimientos de veterano como extender las piernas en el aire o intentar caer sobre el defensor para conseguir el cobro. Tomó nada menos que 7,6 tiros libres por partido y anotó un excelente 88% de ellos.
Thomas probó constantemente desde el perímetro, tomando 7,2 triples por encuentro. Su porcentaje no fue el mejor (32,5%) pero fue efectivo al lanzar en catch and shoot: 38,8%. En esta siguiente acción no solo lo vemos anotar el triple, sino también lo que mencionamos de su búsqueda constante del contacto del defensor (sin éxito en esta jugada).
El problema de Thomas es su selección de tiro, la cual es realmente mala. Fuerza lanzamientos exigidos, fuera de balance, apurados y sin demasiado sentido de ser constantemente y aunque tiene la capacidad para anotarlos, esto lastima sus porcentajes. Esto se vio mayormente en el tiro de tres: lanzó un 14 de 71 en triples desde el drible. Demasiados intentos para alguien con un 19,7% de acierto en esos tiros.
Por otro lado, su búsqueda del contacto a veces lo hace estar más concentrado en el choque con el defensor o en engañar al árbitro, que en anotar su disparo. Es un recurso que le da resultados, pero no debe abusar tanto de él.
Muestra poco en términos de generación de juego para los compañeros. Sumó más pérdidas (49) que asistencias (42) en LSU. Cuando recibe la bola, es casi exclusivamente para tomar su disparo.
Más allá de sus defectos en ataque, es en defensa donde el aporte de Thomas es realmente deficiente. Para empezar, no tiene el mejor perfil físico para destacar marcando perimetrales, debido a su falta de estatura. Pero además su concentración, intensidad y fundamentos son muy pobres. Comete errores frecuentes en las rotaciones y por momentos luce literalmente perdido en este costado.
Su esfuerzo es además flojo en defensa y no parece demasiado predispuesto a hacer el trabajo sucio. Poco aporte en robos, tapas y rebotes.
Trendon Watford
Watford, un 3-4 de 2,05 metros y 20 años, llegó a LSU también considerado un proyecto top, rankeado como el 17° mejor jugador de su clase. Sin embargo, su paso por los Tigers no fue tan destacado como el de su compañero, aunque es cierto que mostró una interesante evolución en su juego desde su año freshman a sophomore.
Como jugador ofensivo, Watford destacó en la NCAA por su capacidad para generar mismatches. Hablamos de un jugador con un buen manejo para su estatura y la capacidad para crear con el balón en las manos, aprovechando esa velocidad para superar a rivales más lentos y llegar hasta la pintura con frecuencia.
Jugador resolutivo en el uno contra uno. Fue frecuente verlo recibir desde los codos y atacar desde el drible, para luego terminar normalmente con una flotadora que maneja muy bien: anotó 45 de ellas en solo 28 partidos, con un sólido 42% de acierto.
A su vez, también fue capaz de lastimar desde el poste bajo cuando quedaba emparejado con rivales pequeños. Buen toque y con buena potencia física.
El principal problema de Watford en ataque es la falta de tiro externo y sus bajos porcentajes. Tomó solo 2,5 triples por 40 minutos en sus dos campañas NCAA, convirtiendo un 29% de ellos. Tampoco tuvo buenos porcentajes en la media distancia (22% en la 2020-2021). Su 65% en tiros libres tampoco es una buena señal. Tiene buen toque para terminar cerca del aro, pero no parece poder trasladarlo al perímetro. Sin la mejor mecánica.
Buena capacidad de pase para aguien de su estatura: repartió 3,4 asistencias por cada 40 minutos en la 2020-2021.
Defensivamente Watford compite y tiene una interesante combinación de altura, brazos súper largos, potencia física y sólida capacidad atlética. Interesante aporte rebotero, especialmente en el campo propio. ¿Defectos? Algunos que también se ven en ataque, en el sentido de que cuesta encontrarle un rol específico. ¿A quién defiende en la NBA? No va a impactar protegiendo el aro o en la marca interior, pero tampoco tiene la mejor agilidad para sellar el perímetro. Sólido pero sin una especialidad.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.