Seguimos conociendo a los mejores proyectos de cara al NBA Draft 2021 y en este caso le llega el turno a Carlik Jones, un base de solo 1,85 de estatura y 23 años, que destacó durante sus primeros tres años en la pequeña (en términos NCAA) universidad de Radford, para luego llegar a la mucho más prestigiosa Louisville para la 2020-2021. A pesar del gran cambio de nivel entre la débil conferencia Big South y la American, Jones siguió en un gran nivel, promediando 16,8 puntos, 4,9 rebotes y 4,5 asistencias en 37,5 minutos durante la pasada temporada.
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Jones es visto como un proyecto sin un potencial particularmente alto, debido sobre todo a su falta de estatura, pero es realmente uno de los jugadores más completos de esta clase a la hora de jugar con el balón en su poder. Al punto que sus 3,4 conversiones por 40 minutos en acciones de creación con la bola (aclarados, pick and roll o poste bajo) son la quinta mejor cifra entre todos los perimetrales del Draft, apenas por detrás de Cade Cunningham, Sharife Cooper, Tre Mann y Austin Reaves.
Gran combinación de manejo, buena velocidad y excelentes recursos (amagues, uso del cuerpo) para liberarse camino de cara al aro en sus penetraciones, especialmente desde el pick and roll. Un talentoso a la hora de crear puntos.
El talento de Jones con la bola también lo lleva a destacar a la hora de generarle puntos fáciles a sus compañeros. Buen pasador, con una más que interesante relación entre asistencias y pérdidas: 4,8 vs 2,2 por 40 minutos en la 2020-2021. Se trata de un jugador resolutivo en la ofensiva de media-cancha.
Otro resultado de su creatividad y agresividad con el balón: fue muy seguido a la línea de libres y superó el 80% desde allí.
Uno de los problemas de Jones es el tiro. No es un gran triplero: solo tomó 3,1 triples por 40 minutos en la 2020-2021, con un bajo 32% de acierto (mismo porcentaje para la totalidad de su carrera). Probó seguido a media distancia, pero tampoco con buenos resultados (33%). Correcto triplero en catch and shoot (15-40, 38%), pero sin demasiado alcance a la hora de lanzar en movimiento.
A favor de Jones hay que decir que tuvo un gran paso por el G League Elite Camp, no solo anotando, sino también lanzando desde el perímetro: convirtió 3-5 en triples en dos partidos y lideró la prueba de tiros desde el drible, convirtiendo 25 de los 30 tiros de práctica. ¿Le alcanzará para compensar lo mostrado durante toda la temporada en Louisville? Difícil pero es un paso adelante.
Otro inconveniente con el juego de Jones es que no tiene las mejores herramientas físicas para ser un jugador que depende de la anotación cercana al aro. Es un sólido atleta pero la altura es un problema importante y ya tuvo cierto déficit en este sentido en la NCAA, lanzando un 53% dentro del área restringida. No domina la flotadora: 10-29 con ese tiro. Susceptible a recibir tapones.
De todas maneras, las mayores limitaciones de Jones se encuentran en el costado defensivo. Tiene algunas herramientas favorables en términos atléticos y de largo de brazos, pero es bajo y muy liviano. De hecho, los 78 kilos que registró en el Elite Camp fueron la marca más baja entre todos los jugadores presentes. Destacado aporte en robos y es un buen rebotero, pero no es ninguna garantía ni mucho menos en la marca. De hecho, permitió un 10-16 de campo cuando le tocó defender acciones de uno contra uno. Sin versatilidad posicional.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.