Aún cuando no pudieron completar el objetivo final, cayendo en las Finales ante Los Angeles Lakers por 4-2, está claro que la temporada 2019-2020 no será una más para los integrantes del Miami Heat. Si bien ha sido una campaña especial para todos, debido al contexto en la que se terminó llevando a cabo, en el caso de Miami eso se ha potenciado por diferentes motivos. Algunos vinculados a lo deportivo, pero muchos otros a lo humano.
Así lo dejaron en claro los propios miembros del Heat, una vez finalizadas las Finales, con un mensaje compartido por todos: lo especial de este grupo y cómo esta experiencia los marcará por el resto de sus vidas. Y es que más allá de todos sus enormes méritos basquetbolísticos, probablemente haya sido gracias a esa unión y a esa visión unificada, que Miami logró superar las expectativas de todos los ajenos al equipo.
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"Sin importar lo que pase en el futuro, vamos a recordar este año, esta temporada, esta experiencia y la hermandad de ese vestuario por el resto de nuestras vidas", comentó Erik Spoelstra. "Trabajas de esto para poder estar cerca de gente así. Podría seguir, pero los muchachos compitieron y jugaron esta serie. Teníamos a varios de ellos que no estaban al 100%. Probablemente no deberían haber jugado, pero así es este grupo. Querían hacerlo por su compañero".
"Estos recuerdos que tendremos trascienden incluso al juego. Aún con lo decepcionante que fue la derrota, esos momentos y recuerdos del proceso, junto a toda esta experiencia, será algo que nos llevaremos por el resto de nuestras carreras y el resto de nuestras vidas", continuó el DT.
"No quisiera estar en el vestuario con nadie más que ellos. Cuando llegamos al campus, todos se estaban quejando que no querían estar aquí, pero mis compañeros se mantuvieron bien. Estábamos bien y queríamos estar aquí. Queríamos competir", cuenta Bam Adebayo. "No se sintió como una temporada larga porque nos divertimos. Estabas con tus hermanos cada día, te despertabas y tenías la chance de competir por un título. Nadie quería este resultado, pero lo importante es que durante el año luchamos, nos divertimos y simplemente nos quedamos cortos".
"Esta ha sido una temporada tremenda para nosotros y para mi", comentó Goran Dragic, quien a pesar del desgarro en el pie izquierdo sufrido en el Juego 1, volvió contra todo pronóstico este domingo, disputando 20 minutos. "Nos unimos. Pasamos tiempos buenos, tiempos malos, pero siempre nos mantuvimos juntos. Eso es algo realmente difícil de encontrar, amo este equipo. Amo a todos mis compañeros. Nadie es egoísta, todos quieren hacer lo correcto. Todos los momentos en el campo y fuera de él, especialmente aquí en la burbuja, poder pasarlos juntos por tres meses, fue algo que voy a apreciar por el resto de mi vida".
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Ese regreso de Dragic en el sexto partido, aún cuando claramente estaba muy lejos de su mejor forma física, es uno de los tantos ejemplos que nos ha dejado esta postemporada sobre la clase de grupo que logró formar el Heat. Uno en el cual incluso un dolor extremo como el que sentía el base, podía ser dejado en un segundo plano ante el deseo de apoyar a sus compañeros dentro del campo.
"Los últimos 10 días han sido un infierno para mi, pero quería estar ahí y ayudar a mi equipo lo más que pudiera", comentó el esloveno, quien sumó 5 puntos y 5 rebotes en el Juego 6. "Había una chance pequeña de volver pero la presioné. Hice todo el tratamiento que pude e incluso ahí, lo presioné. No me sentí bien, es lo que es".
Lo curioso es que ha diferencia de otros grandes equipos que han hecho de la unión del grupo un verdadero culto, este Miami lleva muy poco tiempo jugando junto. Goran Dragic, Kelly Olynyk y Bam Adebayo ya han compartido tres temporadas, pero luego nos encontramos con Jimmy Butler y Meyers Leonard sumándose en la pretemporada, un Duncan Robinson que apenas vio minutos en la 2018-2019, novatos como Kendrick Nunn y Tyler Herro, además de otras piezas que se sumaron a mediados de la Fase Regular como Andre Iguodala, Solomon Hill y Jae Crowder.
Las del 2020 fueron las primeras batallas que enfrentaron juntos. Y que hayan podido atravesarlas con semejante contundencia, no solo habla muy bien de ellos, sino que prende una luz de esperanza para el futuro inmediato: la 2019-2020 puede repetirse. Aún cuando todas sus variables la hicieron única.
En el corazón del éxito de Miami, tanto adentro como afuera de la cancha, aparece la figura de Jimmy Butler. Dejando en el pasado cualquier narrativa negativa que haya acompañado sus pasos previos por la liga, el escolta tuvo una 2019-2020 soñada, que encontró nuevas alturas una vez que la misma se trasladó a Disney. Y si bien los méritos del Heat tienen su estructura desde lo colectivo, nada hubiera sido posible sin la presencia del nacido en Houston.
Butler no solo fue la pieza que completó el rompecabezas, sino que fue la que hizo posible descubrir la imagen que este escondía. Sin él, nada tenía sentido. Desde su gran producción en Playoffs (22,2 puntos, 6,5 rebotes y 6 asistencias), hasta un liderazgo contagioso y a la vez complementado a la perfección con los íconos que identifican a la franquicia.
"Me aprecieron. Querían que yo esté aquí. Tengo la suerte de poder estar cerca de gente así. Tengo mucha suerte. Aquí es donde pertenezco. Esto es lo que me hace sonreir. Lo que me hace feliz. Ojalá hubiera podido ganar para la ciudad, para mis compañeros y para la organización", declaró Jimmy luego del sexto partido.
"Jimmy tiene un espíritu competitivo. Si tratas de evaluarlo de manera convencional o analizarlo como un jugador de básquet moderno, estás errando con JB", analizó Spoelstra. "Es un ganador, un líder, un motivador, un mentor y un competidor supremo. Cuando llegas a este nivel, mucha gente olvida la competencia y lo que puedes aportarle a una franquicia cuando tienes ese nivel de fiereza competitiva".
"Creo que es algo que todos buscamos, ser parte de una familia. Ser parte de algo donde sientas que has encontrado lo que buscabas, donde puedas ser tu mismo y no tengas que pedir disculpas por cómo eres", siguió Spo. "Lo hemos estado buscando por un largo tiempo y creo que él también ha estado buscando algo como nosotros".
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Miami tiene varias situaciones por resolver en la Agencia Libre. A punto tal que de los jugadores de su rotación habitual, solamente Butler, Iguodala, Adebayo, Herro, Robinson y Nunn tienen vínculo firmado para la 2020-2021. ¿Qué pasará con Dragic o con otros jugadores libres como Hill, Leonard, Crowder o Jones?, ¿usará su cláusula Olynyk (todo indica que así será)?, ¿a quiénes sumarán en el Draft?, ¿habrá lugar para un nuevo traspaso o algún fichaje importante en el mercado?
Para responder a esas preguntas habrá que esperar a los próximos meses. Pero mientras tanto, la idea de los subcampeones es clara: se trató del primer paso de una historia que aún tiene varios capítulos por contar.
"Estamos yendo en la dirección correcta", sostuvo Butler. "Vamos a aprender de esto, vamos a mejorar, vamos a volver. Vamos a estar de vuelta. Eso es lo que todos estamos diciendo en el vestuario. Tenemos muchachos que quieren hacerlo. Algunos ya quieren ir a un gimnasio a trabajar. Eso es lo que hacemos aquí. Como dije, fue un placer jugar con estos chicos. Definitivamente estamos yendo en la dirección correcta".
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
