Vaya manera de borrar las dudas. Si Miami Heat le había puesto algo de incertidumbre a las Finales 2020 después de su triunfo en el Juego 5, Los Angeles Lakers se encargó de espantar todo tipo de fantasmas a lo grande, con una tarea de campeón. El conjunto liderado por LeBron James jugó un partido maravilloso y borró de la cancha a los de Florida, quemados físicamente por el tremendo desgaste realizado a lo largo de la serie. El 106-93 completó el 4-2 y sentenció el 17° anillo de la historia para los de California.
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¡¡¡Tras 10 años, los @Lakers vuelven a coronarse y ganan el 17° campeonato de su historia!!!
— NBA Latam (@NBALatam) October 12, 2020
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Vamos con 5 observaciones del encuentro que coronó a los Lakers.
The closing call as the @Lakers become 2020 NBA Champions, capturing their 17th title in franchise history! #LakeShow pic.twitter.com/jjgr4qvQ1n
— NBA (@NBA) October 12, 2020
Un primer tiempo para no dejar dudas
Cuando un equipo está desgastado física y mentalmente, y adelante tiene a uno dispuesto a no perdonar nada, a salir a mandar un mensaje de superioridad clara para no dejar dudas, la combinación deja muchas cuestiones contundentes. Miami Heat dejó todo en el Juego 5, y sin resto físico para la pelea, no pudo hacer nada más que ver cómo los Lakers los pasaban por arriba con una actuación sensacional: trabajado defensivo implacable, con presión, anticipación y agresividad, un ataque también agresivo, contundente, con opciones y variantes... Los de Spoelstra no pudieron hacer nada porque los Lakers no los dejaron. Y esa ventaja de 28 puntos (64-36) se tradujo en la segunda más amplia para un primer tiempo en la historia de las Finales.
Los Angeles tuvo ventaja contundente en casi todos los rubros: 34-16 en puntos en la pintura, 29-18 en rebotes, 14-0 en transición, 13 tantos desde las 9 pérdidas de Miami, un ataque en control (54,2% de campo) que contrastó contra todos los problemas que tuvo su rival para anotar, sobre todo en estacionado (34,2%)... Una diferencia de escándalo...
Los Lakers no sólo tuvieron el dominio de un LeBron que impuso el ritmo con su agresividad y capacidad para romper primera línea y anotar (11 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias), sino que recuperaron al mejor AD (15 tantos) y tuvieron complementos brillantes en un Rondo con oficio, jerarquía y conducción (13 tantos, 6-6 campo), y en un genial Caldwell-Pope (15 unidades). ¿Miami? Nadie pasó los 10 tantos, y Jimmy Butler lució completamente fundido y sin la energía y chispa para atacar y sacar ventajas (8 puntos, 3-7 cancha).
LeBron James, siempre el Rey
Que quede claro: LeBron James también venía de jugar más de 40 minutos en el partido pasado. Tiene 35 años, acaba de completar su 17° temporada y acumula casi 60.000 minutos en su carrera. Pero es una bestia completamente diferente, con una fortaleza mental fuera de lo común que lo llevo a romper todo tipo de límites.
James impulsó el comienzo criminal de los Lakers con otra actuación clásica, basada en una agresividad física fuera de serie. Dominante, abusó de los defensores del Heat en todo momento y terminó cerrando una actuación sensacional que lo llevó a su cuarto MVP de Finales: 28 puntos (13-20 campo), 14 rebotes, 10 asistencias y un robo en 41 minutos, su 11° triple-doble en Finales. Leyenda viviente.
Davis, el compañero perfecto
Llegó para esto, para ser el ladero ideal de LeBron James. Anthony Davis fue una fuerza dominante en los dos costados y terminó haciendo una serie tan maravillosa como la de LeBron, inferior en los números pero con un trabajo defensivo que no sale en la estadística normal. En la noche final se despidió con 19 tantos (7-17 campo), 15 rebotes, 3 asistencias, un robo y 2 tapones en 35 minutos.
Rajon Rondo, un cierre a lo grande
El base no venía de buenos partidos para el aro, acumulando 10 puntos y 4-22 de campo en sus últimas tres presentaciones. Pero esta vez fue diferente, y salió decidido a ser parte de la tarea que enterrara la ilusión del Heat. Muy agresivo y resolutivo, Rondo marcó diferencias con su jerarquía, oficio y conducción: 19 puntos (8-11 campo, 3-4 triples), 4 rebotes, 4 asistencias y un robo en 30 minutos, redondeando unos Playoffs fantásticos como complemento y líder desde el banco, que le permiten tener una redención después de varios años irregulares.
Junto a Caldwell-Pope (17 tantos en 33 minutos), fueron los mejores complementos para acompañar a las estrellas de los Lakers.
Goran Dragic, un premio a su esfuerzo
19 minutos que son mucho más que un número. Goran Dragic sufrió un desgarro en la fascia plantar de su pie izquierdo en el primer encuentro de la serie y su ilusión para ayudar a Miami en el objetivo se vino a pique. De haber sido Fase Regular, seguramente hubiese estado afuera por un largo tiempo. Pero su corazón lo llevó a intentar aunque sea llegar a la cancha para simplemente estar por sus compañeros. Se fue con 5 puntos (2-8 campo), 5 rebotes y 2 asistencias.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
