En plena era del triple donde el lanzamiento exterior marca el ritmo de juego, el acierto impulsa las victorias y su carencia cuesta partidos, Los Angeles Lakers está navegando a contracorriente en su camino a revalidar el campeonato, sin la necesidad de dominar desde estas latitudes. La solución a esta carencia que se convirtió en tendencia en el pasado curso ha sido un sistema defensivo de elite, una estructura capaz de limitar las ventajas del oponente a media cancha y contraer los espacios exteriores hasta forzarlos a jugar prácticamente en una baldosa a sus rivales.
Phoenix Suns sufrió en sus propias carnes lo complejo que resulta superar la barrera defensiva de los angelinos en un Juego 3 donde estos marcaron el tempo para tomar ventaja en la eliminatoria tras vencer por 109-95. La restricción de minutos y el estado físico de Chris Paul volvieron a ser un factor clave en el desarrollo del partido, algo que limitó el ataque de los de Arizona.
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Los Lakers han sabido darle la vuelta a una serie que inició muy en contra suya a base de la defensa, su principal seña de identidad. Y es que desde la llegada de Frank Vogel el equipo se ha caracterizado por mantener un altísimo nivel en la protección del aro y en las coberturas sobre balón. En un momento donde los espacios utilizados son cada vez mayores y la velocidad a la que se juega es más alta, poder dominar al oponente desde la defensa es una de las tareas más complejas y determinantes del básquet actual y los angelinos lo están volviendo a hacer.
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De este modo los californianos pudieron dejar a Phoenix en 24 de 53 en tiros de 2 (45,2%) y 11 de 29 en triples (37,9%), así como llevarlos a cometer 17 pérdidas, la undécima ocasión que esto les sucede a los de Monty Williams.
La clave del éxito de los Lakers no es sencilla de ejecutar en la actual NBA, pues se basa en la presión del balón desde las divisiones al aro y, a partir de ahí, que los 4 jugadores restantes realicen un intenso trabajo de protección de las líneas de pase. De este modo los Lakers "ahogan" toda posible descarga del manejador, aumentando la tensión, la actividad colectiva y la compenetración.
Para llevar esta estrategia a buen puerto se requiere una perfecta coordinación y comunicación por los posibles cortes y ajustes del oponente. No es casualidad que el mayor tramo de pérdidas generadas en los Suns sucediese en el tercer cuarto con Marc Gasol en cancha, conocido por ser uno de los interiores que más habla durante la defensa, produciéndose 7 de las 17 totales con el español sobre el parqué.
"Salimos con gran asertividad, atención a los detalles y presión defensiva", dijo Frank Vogel. "Obviamente, este es un gran equipo contra el que estamos jugando, incluso por lo limitados que están debido al estado de Chris Paul, todavía están realizando un gran juego. Este es un equipo que ha obtenido el segundo mejor récord de la NBA. Por lo tanto, no será una situación en la que sea fácil eliminarlos".
Los Lakers lograron tener un lapso casi perfecto a nivel defensivo en el tercer cuarto, dejando a Phoenix en tan solo 23 puntos con un 9 de 23 intentos y 6 pérdidas de balón. "Esto son los Playoffs, estamos encontrando nuestro ritmo en el momento adecuado", aseguró Anthony Davis tras el choque. "Jugué con mucha energía y esfuerzo hoy. Solo siendo agresivo y eso creo que fue la diferencia respecto al Juego 1".
Nuevamente los secundarios de los angelinos marcaron la diferencia en el duelo con la intervención de Alex Caruso, el cual tuvo un ratio defensivo de 86,7 cuando estuvo en cancha. El impacto del base se hizo notar desde el momento que pisó el parqué del Staples al emparejarse con Devin Booker y convertirse más bien en su sombra. Junto a él, un activo Andre Drummond que ejecutó el plan de partido de los Lakers con gran maestría al incrementar la actividad del grupo desde su cobertura del bloqueo directo, presionando a Deandre Ayton y ayudando a Anthony Davis en las rotaciones.
"Les hicimos todo más complicado. Se trata de una de las mejores ofensivas de toda la liga y nuestros chicos están compitiendo a un gran nivel", contó Vogel al concluir el duelo. "Nuestro esquema trata de hacerles las cosas complicadas, limitar ciertas cosas, nunca es fácil, pero esta gente jugó muy duro, con intensidad de nivel Playoffs como funcionó para nosotros el año pasado. Estuvimos terribles en ataque en la primera mitad y nuestra defensa capitalizó todo, eso es parte de nuestra identidad y ojalá podamos limitar esos tramos como los de la primera mitad en ataque".
Todo ello en un duelo donde los Lakers no fueron capaces de superar el 7 de 28 desde el triple, segunda ocasión en la serie que se quedan en estos guarismos y la primera vez desde 2012 que logran finalizar con victoria sin anotar más de 7 lanzamientos exteriores en postemporada. Con la serie en Los Ángeles y a favor de los de oro y púrpura por 2 a 1, los de Vogel dispondrán de una oportunidad perfecta en el Juego 4 para poner cierta distancia en su camino a las Semifinales de Conferencia.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
