Desde su llegada a la NBA, Michael Jordan estaba decidido en marcar una huella en la liga. Los Chicago Bulls de los primeros años no eran un equipo que pueda aspirar al título, así que no le quedaba otra que hacerlo de forma individual. Y en camino a eso, realizó una campaña fantástica en la temporada 1987-1988, con 25 años y en la plenitud de sus capacidades físicas.
El escolta de los Bulls fue elegido como MVP de la NBA por primera vez en ese 1988, cortando una hegemonía de 13 años en las que apenas cinco leyendas se habían quedado con el premio al jugador más valioso: Kareem Abdul-Jabbar, Bill Walton, Moses Malone, Larry Bird y Magic Johnson. Ahí se metió Jordan, recién el tercer MVP de menos de dos metros de altura en la historia de la liga (Bob Cousy y Oscar Robertson fueron los anteriores).
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Hasta entonces, Jordan todavía no tenía un anillo de campeón y ni siquiera una participación en las Finales. Chicago Bulls, un equipo mediocre en campañas anteriores y que nunca había finalizado con récord ganador en fase regular, alcanzó las 50 victorias y terminaron en tercer lugar de la Conferencia Este, dispuesto a darle pelea a Boston Celtics y Detroit Pistons. ¿En qué se basaron para eso? En un Jordan pletórico, que realizó una de las mejores campañas individuales de la historia: promedio de 35 puntos, 5,5 rebotes, 5,9 asistencias, 3,2 robos y 1,6 tapones por partido, con un 53% de efectividad en tiros de campo.
En los Playoffs, Chicago logró ganar su primera serie en la era Jordan: un sufrido 3-2 a Cleveland Cavaliers, con el escolta promediando la locura de 45,2 puntos por partido, pero en la segunda ronda finalmente los Bulls caerían con los Pistons, un equipo mejor armado que ya llevaba varios años en la postemporada y que logró contener mejor a Jordan: lo dejó en 27,4 puntos de promedio para un 4-1.
En la mitad de su tercera década de vida, Jordan seguía sin poder lograr acercarse a las Finales, pero definitivamente comenzaba su reinado como el mejor jugador de la NBA. Fue escogido MVP con 47 de los 80 votos al primer puesto emitidos por la prensa y con 665 puntos sobre 800 posibles en la votación, dejando atrás a Bird y Johnson con 16 votos de primer lugar cada uno y a Charles Barkley, de la misma edad que MJ, con apenas uno.
Fue el menor margen con el que "Su Majestad" fue elegido MVP, pero en cuanto a las estadísticas, nunca dio más en defensa: tanto sus 3,2 robos como sus 1,6 tapones de promedio son su cifra máxima en una temporada. Así también se alzó con el premio al mejor defensor de la liga, creado apenas unas temporadas antes (1982-1983), e integró por primera vez el quinteto ideal defensivo de la NBA.
Si, MJ fue el primer basquetbolista en ganar al mismo tiempo los premios de MVP y de mejor jugador defensivo de la NBA, el primero en tener ambos en sus vitrinas (siendo entregado recién en 1983 el de mejor defensor, jugadores como Bill Russell quedaron sin chances) y el primero, y aún único, en ser al mismo tiempo el mejor defensor y el máximo anotador de la competición. Sus 35 puntos le sacaron 4,3 unidades de ventaja a los 30,7 tantos que promedió Dominique Wilkins.
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Además, ese año fue el del mítico All-Star Game de Chicago, aquel en el que Jordan dejó imágenes históricas.
MJ le ganó el torneo de volcadas a Wilkins en el que quizá fue el concurso más memorable de todos los tiempos, dejando marcada a fuego en la retina de todos los presentes aquella volcada desde la línea de tiros libres. Un día después, anotó 40 puntos en el partido de las estrellas, le dio el triunfo al equipo del Este por 138-133 y se llevó el premio al MVP.
Para tomar dimensión de aquella campaña individual de Jordan se puede comparar con los más de 30 años que la sucedieron. El primero y único en repetir al #23 con eso de ser MVP y mejor defensor fue Hakeem Olajuwon, recién en la temporada 1993-1994, la de su primer título con Houston Rockets y la única que MJ no disputó entre 1984 y 1998. En esa campaña, el pivote aportó a los Rockets unos 27,3 puntos, 11,9 rebotes, 3,6 asistencias, 1,6 robos y 3,7 tapones en 41 minutos por juego. Hakeem no fue el MVP de aquel All-Star Game, pero si el MVP de las Finales.
Kevin Garnett (MVP en la 2003-2004 y mejor defensor en la 2007-2008) y David Robinson (MVP en la 1994-1995 y mejor defensor en la 1991-1992) también emularon a MJ, aunque a lo largo de distintas temporadas. Ningún otro jugador condecorado como mejor defensor logró ser elegido como el más valioso o viceversa, y apenas Alonzo Mourning en la temporada 1998-1999, Dwight Howard en la 2010-2011 y Kawhi Leonard en la 2015-2016 estuvieron cerca de lograrlo en el mismo año (Mourning fue el único que realmente tuvo chances en la votación de MVP, que finalmente fue para Karl Malone).
En cuanto a los MVP, 22 de ellos ganaron el premio en la misma temporada en la que fueron incluidos en el mejor quinteto defensivo de la liga (distinción creada en la temporada 1968-1969): Willis Reed en 1970, Kareem Abdul-Jabbar en 1974 y 1980, Bill Walton en 1978, Moses Malone en 1983, Jordan en 1988, 1991, 1992, 1996 y 1998, Olajuwon en 1994, Robinson en 1995, Karl Malone en 1997 y 1999, Tim Duncan en 2002 y 2003, Kevin Garnett en 2004, Kobe Bryant en 2008 y LeBron James en 2009, 2010, 2012 y 2013.
¿Lo igualará Antetokounmpo?
Con 25 años, la misma edad que tenía Michael Jordan al terminar la temporada 1987-1988, Giannis Antetokounmpo tiene muchas posibilidades de sumarse al club de elegidos que sólo integran MJ y Hakeem con sus premios de MVP y mejor jugador defensivo en una misma campaña.
Además de tener la misma edad que Jordan, Antetokounmpo arrastra una historia similar: mucho dominio individual (ya fue MVP en la 2018-2019), pero en lo colectivo, más allá de haber estado cerca en la campaña pasada, todavía no logró pisar el terreno de las Finales.
Igualmente el griego está en una situación más ventajosa, aunque no por mucho: tiene una experiencia mayor en Playoffs que la de Jordan a su misma edad, esas finales de conferencia alcanzadas por Milwaukee Bucks en la temporada pasada eran una vara a la que Jordan recién llegaría en 1989, pero esa serie ante Toronto que los Bucks comenzaron ganando 2-0 y terminaron perdiendo 4-2 terminó resultando traumática.
Sin embargo, esta temporada 2019-2020 estaba mostrando una versión aún mejor del griego y de los Bucks. Las 53 victorias en 65 partidos para ya tener el primer puesto del Este casi asegurado, y un promedio de 29,6 puntos, 13,7 rebotes, 5,8 asistencias, un robo y un tapón en apenas 29,6 minutos por partido (más de 10 minutos menos de promedio que Jordan en la 1987-1988), sitúan a Antetokounmpo como gran candidato, sino el líder de ambas carreras, a los premios de MVP y de mejor jugador defensivo. Tras los pasos de Jordan.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.