Por tercera vez consecutiva en las Finales de la NBA, LeBron James quedó al borde del triple-doble (25 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias), pero el domingo su nivel no estuvo cerca de lo bien que lo había hecho en los dos primeros encuentros: LBJ no pudo tener el control del partido, fue opacado por Jimmy Butler y Los Angeles Lakers terminaron perdiendo por 115-104, desaprovechando la chance de dejar la serie prácticamente liquidada ante otro encuentro con las ausencias de Bam Adebayo y Goran Dragic.
Mientras que el Heat perdió 13 balones, manteniéndose cerca de los números de los encuentros anteriores, el guarismo de los Lakers se duplicó: de las ocho pérdidas del segundo partido a los 20 del tercer encuentro. Esas ocho pérdidas ya las habían superado en el primer cuarto, en el que entregaron 10 posesiones, con la defensa del Heat funcionando bárbaro a la hora de doblar marcas sobre LeBron y también sobre Anthony Davis.
James terminó con ocho pérdidas de balón, quedando a apenas dos del récord de las Finales (10 de Magic Johnson en 1980) e igualando su peor registro en un escenario así (ocho en el primer partido de las Finales de 2017). No solamente Miami ha podido aprovechar al contragolpe (21 puntos tras pérdidas) sino que el ataque de los dirigidos por Frank Vogel nunca logró entrar en ritmo tras ese pésimo comienzo, con parcial de 22-9 para el Heat.
MÁS | Bam Adebayo continúa mejorando, mientras que Goran Dragic tiene un porcentaje bajo de volver
Al día siguiente de la derrota, tras haber analizado el partido en video, LeBron James opinó que ese problema con el control del balón fue el principal factor de la derrota: "Nuestras pérdidas de balón nos mataron. Entendemos que no podemos perder el balón contra este equipo". LBJ también fue contra los problemas defensivos que han tenido "Tuvimos rupturas en defensa a lo largo del partido que no estamos acostumbrados a tener. Eso será corregido para el cuarto partido".
"Estamos esperando la oportunidad de mañana", afirmó James luego sobre el cuarto encuentro de la serie: "Somos capaces de tomar una derrota y entender por qué perdimos. Entender que cosas deberíamos haber hecho mejor y las cosas que podemos aplicar al próximo partido para ser mejores. Estamos de nuevo en ese momento con la oportunidad de mejorar", agregó.
MÁS | Los Angeles Lakers, a la espera de Danny Green y Kentavious Caldwell-Pope
Igualmente para LeBron, a pesar de la derrota, la mentalidad no cambia para lo que viene: "Hasta que la serie termine trato de mantenerme al límite, concentrado. Obviamente nadie quiere perder, odio ese sentimiento, especialmente cuando sabés que no jugaste de la mejor forma, y definitivamente mi última noche no fue lo mejor en lo individual. Así que tomo esa responsabilidad con mucha pasión y entendiendo como puedo mejorar al partido siguiente".
Por último, al ser interrogado por un periodista sobre si es momento de activarse como lo hizo en el cierre contra Denver Nuggets y buscar un estilo más individual, dándole menos responsabilidades a sus compañeros, el #23 de los Lakers dejó una respuesta interesante: "Nunca tuve un plan predeterminado para un partido durante toda mi carrera. Nunca llegué a un partido diciendo 'Okay, necesito meter 40 puntos, necesito dominar en la anotación, necesito anotar tiros importantes', cosas así. Nunca lo hice en mi vida. Lo que sí hice fue estar siempre preparado. Si estás preparado, estás listo para adaptarte a lo que necesite el partido e impactar en el juego. Es así de simple. Creo que cuando pensé 'okay, voy a probar esto', nunca pasó de esa forma. El juego tiene muchas cosas que pueden cambiar en distintos momentos".
El siguiente encuentro de las Finales de 2020 entre Lakers y Heat será el martes 6 a las 20 horas de CDMX y 22 horas de Argentina.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.