La Posesión: cómo Toronto Raptors ha logrado anular a Joel Embiid y Philadelphia 76ers

Sergio Rabinal

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El análisis de la debacle de los Sixers.

Bienvenidos a una nueva edición de "La Posesión", una sección en la cual el Staff de The Sporting News NBA analiza una posesión en particular de un determinado partido de la temporada, revelando detrás de ella un significado mucho más grande del que parece. En esta ocasión el foco estará en la fantástica defensa que Toronto Raptors ha desplegado con el único objetivo de anular a Joel Embiid y por extensión a Philadelphia 76ers.

Contexto

Con 3-0 abajo en la serie, los de Nick Nurse estaban contra las cuerdas. Ganar no era solo un objetivo, sino también una necesidad, pues lo opuesto pondría fin a su temporada y significaría un fracaso mayúsculo para un equipo que había sido una de las sorpresas de la segunda mitad del curso. Hasta ese punto la eliminatoria no había dado la sensación de estar tan dominada por los Sixers que salvo en el primer partido tuvieron verdaderos problemas para imponer su estilo, en concreto para que Joel Embiid estuviera cómodo.

De este modo, la victoria en el cuarto partido fue un balón de oxígeno, pero también la prueba de que la serie no se había acabado y no se iban a rendir. Así, en el quinto duelo los canadienses impusieron nuevamente su voluntad con una demostración defensiva que exhibió las carencias de Philadelphia cuando su estrella es anulada.

La posesión

El análisis

La base fundamental de la defensa de los Raptors reside en anular el juego de espaldas al aro de Joel Embiid. A pesar de la riqueza de recursos del africano, en Playoffs y dada la composición de los Sixers los canadienses pueden correr el riesgo tanto de permitir el triple como de descolgarse de su propio marcaje para ir a doblar al interior. Al inicio de la acción se ve claramente como en el momento que Harden se dispone a pasar a Embiid aparece Scottie Barnes, que en origen estaba emparejado con Danny Green (32,4% en triples en Playoffs) para saltar al trap a la estrella rival y rápidamente recuperar con su par.

El finalista al MVP resulta especialmente peligroso al poste en los primeros instantes tras la recepción, pues ahí decide si ejecuta un lanzamiento o pone la bola en el suelo. Después de ese primer segundo es más probable que ejecute un pase o bien que cometa un error.

Al desquitarse de la bola y volver a recibir es cuando se aprecia realmente el plan de los Raptors, que no es otro que negar que Embiid pueda crear desde los postes altos. La norma espacial en la mayor parte de casos es que sea quien esté en cabecera el que salte al dos contra uno y a partir de ahí los otros tres jugadores empiecen a rotar para poder cubrir el máximo espacio posible.

Todos los jugadores de Toronto que no están involucrados en el dos contra uno siempre están ubicados a un pase de distancia, de tal modo que puedan recuperar la posición para contestar el tiro o llegar a la potencial división rival. La trampa para los 76ers es que en el momento en el que la bola le llega a alguien en situación de ir al aro, la pintura está tan colapsada y queda tan poco tiempo de posesión que el margen de error es mínimo y el fallo muy posible.

Pero claro, no siempre es posible alargar una posesión defensiva tanto y, al mismo tiempo, Philadelphia es capaz de ajustar espacialmente para corregir estas rotaciones. Más allá de que Embiid o quien sea pueda anotar un lanzamiento complicado eso es algo con lo que los Raptors pueden vivir, más teniendo en cuenta lo incómodo que resulta para su oponente ver cómo se altera el estilo que llevan jugando desde el comienzo del curso. El punto clave que permite desajustar completamente el ataque de los Sixers es la negación del poste alto. Al no ser Embiid un pasador del calibre de otros interiores como Adebayo, Jokic o Al Horford, si este opta por quitarse la bola lo más probable es que la calidad de esa conexión no sea lo suficientemente buena como para que se pueda castigar desde fuera o en corte. 

Por otro lado está la cuestión de que la bola pueda llegarle nuevamente al africano, algo con lo que Nick Nurse cuenta e incita a su rival a que salga a la línea de triple para intentar un lanzamiento. Los Raptors han elegido su veneno y este no es otro que colapsar la pintura y permitir el triple a Embiid que ha lanzado al 23,5% hasta este momento en la serie. 

¿Y si es otro el que tira desde el triple? No hay problema pues los Raptors prefieren que les gane la eliminatoria Tyrese Maxey, Danny Green, Tobias Harris o Georges Niang desde lejos que Embiid como eje del juego. 

Las defensas agresivas suponen siempre un riesgo con un alto precio a pagar, tanto por desgaste físico como porque siempre es más probable que un jugador rival quede completamente liberado. Lo que ha hecho posible que los Raptors lleven a cabo un plan como este reside en la polivalencia y heterogeneidad de sus quintetos, es decir, que apenas hay diferencias físicas entre sus cinco hombres en cancha. De tal modo que si hay que rotar, cambiar emparejamientos o bien saltar al dos contra uno pueden hacerlo sin mayor inconveniente. 

Los Sixers son un equipo especialmente estanco, esto signficar que apenas hay movimiento sin balón y que la ruptura del sistema ante posibles desajustes creados por el oponente es algo extraño de ver. De tal modo que aunque alguien pueda quedarse completamente solo eso no quiere decir que haya una situación de ventaja para ellos, más con figuras tan nulas ofensivamente como Matisse Thybulle.

Nick Nurse ha cambiado completamente la dinámica de la eliminatoria al centrar por completo sus esfuerzos en desactivar del todo a Embiid, incluso a riesgo de que sea James Harden quien pueda dar un paso adelante. Pero siendo realistas, el actual momento de forma del MVP de 2018 está a años luz de poder ser un factor mínimamente diferencial en esta serie. Más cuando la explosividad que le hizo imparable ha desaparecido, sus lecturas con la bola resultan extrañas y la pintura se encuentra tan colapsada como consecuencia del plan sobre Embiid, lo cual imposibilita que pueda finalizar en el aro.

De manera indirecta, La Barba se ha visto afectada por los ajustes alrededor del interior ya que Toronto ha optado por negar las recepciones en los pick and roll entre ambos para que nunca le llegue la bola al camerunés y que este castigue en tiros o finalizaciones. Un ejemplo gráfico:

Puede que Philadelphia siga al frente de la serie, pero la realidad es que quien lleva la voz cantante y está marcando el tempo de la misma son los Raptors. Nick Nurse tiene la llave para acometer una remontada histórica y poner una vez más contra las cuerdas y en cuestión la capacidad de ajuste de Doc Rivers en Playoffs.

Nadie ha remontado jamás un 3-0 en contra en Playoffs, pero Toronto Raptors tiene ante sí la mejor situación posible para lograr escribir su nombre con letras de oro en la historia de la NBA. Más con un nivel defensivo como este.

Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.

Sergio Rabinal

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Sergio es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News. Desde 2018 desempeña las funciones de productor senior de contenido NBA. A lo largo de ese tiempo ha cubierto dos All-Stars, Basketball Without Borders y el NBA Paris Game, así como otros eventos. Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad.