"Es realmente duro". "Tienes que hacer lo que puedas". "Es muy difícil que tenga dos malos partidos". De esta manera hablaban algunas figuras autorizadas como Khris Middleton, Jrue Holiday o Steve Nash cuando se les preguntó, en el pasado, cómo defender a Kevin Durant en el contexto de los Playoffs.
Siempre se ha dicho que el juego que se ve en postemporada poco o nadie tiene que ver con el Fase Regular, y hay verdad en esta afirmación, al mismo tiempo que es de justicia reconocer la existencia de auténticos especialistas en los Playoffs. Estrellas que por sí solas fuerzan al oponente a construir todo el plan de partido alrededor de cómo frenarles. No se trata solamente de ser bueno; ni siquiera de ser élite. Para alcanzar tal consideración se precisa de un extra. El cual podría resumirse diciendo que se trata de jugadores que anotarán a pesar de cualquier esfuerzo rival.
Kevin Durant pertenece a esa especie.
Entre todos aquellos jugadores con más de 150 encuentros de Playoffs disputados a lo largo de la historia, solamente Michael Jordan (33,4) tiene un promedio anotador superior al de Kevin Durant (29,4). Lo que marca la diferencia entre KD y el mito de los Bulls reside en su eficiencia ofensiva, la cual toca techo con la estrella de Phoenix Suns gracias al 59,8% en true shooting (el mejor entre los 10 mejores anotadores), al 35,6% en triples (mejor registro) o su 52,7% de dos (cuarto más alto).
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Hablar de Durant en Playoffs supone nombrar al terror de las defensas rivales. Alguien que anotará el tiro que le permita el oponente, sin necesidad de imponer su propio estilo, pues su forma de entender el juego es líquida, cambiante, flexible.
Ante semejante reto se presentan los LA Clippers, cuyo proyecto afronta un momento crítico. En su tercera temporada de existencia alrededor de las figuras de Kawhi Leonard y Paul George, a los californianos les ha tocado el peor emparejamiento posible. Los Suns son favoritos para las casas de apuestas en la Conferencia Oeste, finalistas en 2021, llegan de un fracaso el curso previo y han añadido a uno de los mejores de todos los tiempos. Una papeleta muy difícil de resolver en el contexto de una serie a siete partidos si se tiene en cuenta la irregularidad defensiva de los hombres de Ty Lue.
Sin embargo, una fugaz mirada al pasado ofrece un halo de esperanza para los Clippers. Pese a su aura de jugador especial, Kevin Durant demostró en sus dos últimas experiencias en Playoffs que era humano. Primero Milwaukee Bucks y más tarde Boston Celtics dejaron su huella gracias a la defensa sobre el alero.
Si Durant es uno entre un millón en todo aquello que tiene que ver con meter la bola naranja a través del aro en Playoffs, Kawhi Leonard sería su homólogo en tratar de evitarlo.
Aun a pesar de todos los problemas físicos que ha tenido y de salir de una grave lesión, Kawhi es la única esperanza para que los Clippers den la sorpresa y derroten al gran candidato del Oeste.
¿Cómo lo pueden hacer? Es momento de analizarlo.
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Convertirse en la sombra de Kevin Durant
Milwaukee Bucks consiguió la mitad de su campeonato en 2021 gracias a la defensa que armaron alrededor de Kevin Durant, un trabajo fruto del esfuerzo de PJ Tucker. KD metió "solo" un 46,8% ante el ahora jugador de los 76ers, pero su desempeño desgastó y sacó de su zona de confort a la estrella.
Kawhi Leonard, al igual que Tucker, es un excelente defensor individual sin balón. Esto significa que buena parte de su éxito reside en todo aquello que es necesario realizar antes de que su emparejamiento reciba: posicionamiento, uso del cuerpo, pasar los bloqueos indirectos, cubrir y presionar las líneas de pase. A través de una constante presión a Durant se consigue ralentizar y dificultar el momento en el que se hace con la pelota. Es decir, que empiece más lejos de la canasta su incursión al aro o bien que no saque una ventaja automática en movimiento.
PJ Tucker mostró un interesante camino a seguir en 2021 de la mano de una fijación en Durant casi enfermiza:
Al dedicar todo su esfuerzo a limitar cualquier intervención activa de Durant en ataque, Tucker lo que consiguió fue crear un clima irrespirable para la estrella.
El ejemplo de PJ Tucker también es, en cierta medida, extrapolable a los Celtics de 2022. Grant Williams realizó una gran labor en su cara a cara con Durant, demostrando que un físico de grandes dimensiones y un emparejamiento pesado pueden tener un mejor efecto que alguien ligero en comparación.
En un contexto que favorece más, si cabe, las virtudes de KD como son el juego sin balón, el papel de Leonard como mediador entre el pasador y la estrella gana aun más peso. Sobre todo si se tiene en cuenta el olfato de Kawhi para robar o interceptar balones en movimiento:
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Mandar desde la defensa colectiva
En 2022, los Boston Celtics realizaron un trabajo inigualable a nivel defensivo sobre Kevin Durant, tanto que le forzaron a tener la peor serie -estadísticamente- de toda su carrera en Playoffs. Esto, a diferencia del caso anterior, no fue cuestión de un jugador en concreto, sino de un plan colectivo orquestado que funcionó a las mil maravillas.
Los verdes organizaron su plan en base a una alta exigencia física (muchas manos, contactos y cuerpos en el camino), pero también en una decisión tan arriesgada como exitosa: "atacar defendiendo".
En el básquet actual hay múltiples maneras de defender y todas pueden ser válidas, pero el contexto y el modo en el cual son aplicadas es lo que marca la diferencia. Ime Udoka entendió que, con el personal del que disponía, lo mejor era establecer unas normas muy concretas y llevarlas hasta sus últimas consecuencias en lugar de un plan más flexible. Esa estrategia se basó en dos pilares.
El primero, orientar al centro a Durant. Esto significaba que cada vez que este recibía, su emparejamiento le negaba la posibilidad de ir hacia la banda, conduciéndole en dirección opuesta. A partir de ahí, los otros cuatro defensores verdes daban un paso adelante para dificultar su camino y, sobre todo, privarle de la posibilidad de tocar pintura. Así se explica que KD bajó su porcentaje de media distancia conforme su volumen aumentó, pasando de un 55,3% en 8,6 lanzamientos en 2021 contra los Bucks a un 39,6% en 12 intentos frente a los Celtics.
Incluso se podría ir un poco más allá, al señalar que el plan de Boston pasaba por llevarle a botar con su mano no dominante (izquierda) y así hacerle más humano:
El segundo pilar de su defensa residió en el trabajo de ayudas, es decir, en la cooperación colectiva para proteger el aro. Si la primera línea de balón se rompía, era el resto quienes debían dar un paso adelante y así dificultar sus incursiones hacia la canasta:
En ese sentido, los Clippers cuentan con un grupo más que interesante para poder replicar ambos escenarios. Son versátiles, largos y tienen un plantel profundo con el cual arriesgar en líneas de pase y ayudas. No todo el peso de la responsabilidad recaerá en Kawhi Leonard, pero dependerán en gran medida de lo que la estrella pueda hacer atrás, más con la baja indefinida de Paul George.
No obstante, a diferencia de Bucks y Celtics, los Clippers se enfrentarán a un equipo que cuenta con figuras ofensivas como Devin Booker, Chris Paul y DeAndre Ayton, quienes ya saben cómo ganarles a siete partidos.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.
