José Manuel Calderón pone fin a su carrera deportiva. Un adiós que significa el punto y final a una trayectoria larga, repleta de éxitos y que no se olvidará fácilmente. Tal como relató Ben Golliver, periodista del Washington Post, el extremeño cambiará las canchas por los despachos, las camisetas de juego por el traje, ya que pasará a ser asistente especial de Michel Roberts, directora ejecutiva de la asociación de jugadores NBA, la NBPA.
Calderón se forjó una carrera en la NBA a base de esfuerzo, haciéndose un hueco temporada a temporada y gracias a una mente privilegiada para este deporte. Con un control total del juego y una predisposición constante a la mejora, el español fue avanzando desde un base tradicional hasta convertirse en un tirador de referencia desde la larga distancia. Cuando las piernas y el físico, en general, dejaron de responder como antaño supo asumir ese papel de veterano, para seguir en la élite.
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El nativo de Villanueva de la Serena rompió barreras sin tenerlo en absoluto sencillo. Tras salir subcampeón de la ACB y la Euroliga con el Baskonia, emprendió su viaje hacia Toronto Raptors donde se convirtió progresivamente en uno de los referentes del vestuario, haciendo posible el asentamiento de los canadienses entre la élite de la NBA. Desde 2005 hasta su traspaso en 2013, José Manuel fue titular indiscutible en el equipo. El legado del base en los Raptors será difícil de igualar: se retira como el tercer jugador de la historia de la franquicia con más partidos (525), el que más asistencias ha conseguido (3770) y el que mejor porcentaje de tiro libre acumula (87%).
Una carrera que cambió drásticamente cuando puso rumbo a Detroit Pistons, ahí la acabaría al término de la pasada campaña, iniciando un periplo que le llevaría a vestir la camiseta de seis franquicias diferentes en siete años, entre ellas Dallas Mavericks, New York Knicks, Atlanta Hawks, Los Angeles Lakers, Cleveland Cavaliers y, finalmente, los Pistons.
Con los Cavaliers alcanzaría el honor de disputar unas Finales de la NBA en 2018, siendo el tercer español tras Pau Gasol y Serge Ibaka en lograrlo.
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Ahora, en su nuevo puesto, creado exclusivamente para él, se encargará de mediar entre la NBA y los jugadores en representación suya de la mano de Roberts. Además, vivirá el día a día de la otra parte del deporte y este negocio, pudiendo pasar más tiempo con su familia, estableciéndose en Nueva York.
José Calderón se retira con la cabeza alta, habiendo sido el cuarto español en debutar en la NBA, habiendo tenido años a nivel All-Star y como uno de los bases puros más seguros de las últimas décadas. Sus números no explican su propia figura, hace falta verlo, es preciso detenerse a admirar a un jugador que se ganó el respeto de toda la liga, de directivos a entrenadores y sin olvidar a los jugadores.
El 10 de abril de 2019 el base español saltaba a cancha por última vez en el último encuentro de temporada regular con los Pistons. 4 minutos, un adiós oficioso a una carrera de 895 encuentros, de más de 25000 minutos en la NBA y 14 temporadas. Se cierra una etapa, comienza otra.
